Siempre evité las parejas. Desde un inicio interactuar con una pareja se me hizo intimidante, pues tienen por lo general un vinculo consolidado y conversaciones alrededor de sus gustos y deseos. Y luego, cuando te invitan a participar es como que no entiendes bien el contexto, como que hay reglas que no puedes adivinar y sin embargo, hay que saber leer el libro sin apenas pasar de la portada. Y eso, se me hizo siempre algo difícil de soportar.

Fuera el hombre o la mujer, el que tomara la iniciativa conmigo, siempre tuve el impulso de huir. Un trío con dos hombres, es mucho más sencillo, más del instante y del pacto de disfrutar un momento en especifico. Incluso, si ambos hombres son amigos y han hablado previamente sobre lo que quieren hacer con la mujer, no se compara a la dinámica de una pareja.

Es más, cuando los hombres se conocen previamente, todo es mucho más sencillo, es solo cuestión de dejarse llevar. Con una pareja es tan diferente que, suelo escuchar lo siguiente:

• Quiero complacer a mi novio.
• Mi novia tiene curiosidad de estar con una mujer.
• A mi novio le encantaría verme interactuar con otra mujer.

Lo anterior, me indica que es una pareja recién conformada. Pero aquí hay varios riesgos que, en principio pasé por alto. Hace algún tiempo, acepté estar con una joven pareja, él quería ver a su novia estar con otra mujer, su relación aún no había alcanzado el primer año de consolidación y sin embargo, ahí estaba yo en un motel con ellos...

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