Era un día como cualquier otro, salía del trabajo y debía hacer una gran travesía por la cijdad para llegar a mi casa, y en ese trayecto me demoraba un par de horas. En el último tramo para llegar a casa tuve que tomar una buseta, la cual estaba llenísima por ser hora pico y como el trayecto era largo, ifentifiqué un puesto libre al fondo, así que fui directo hasta allá, aunque debia atravesar el gentío y pasar casi que encima de algunas personas añra poderme sentar.

Cuando me senté sentía algo de tensión con el mancito que estaba al lado mío, como que me miraba, pero no había manera de estar seguro, no sabía si era mi imaginación, pero me parecía poco natural girar mi cabeza 90° para verificar si realmente él me estaba mirando (me sentía casi como la niña del exorsista). No recuerdo bien, pero el man como que se empieza a mover descritamente pero lo suficiente como para llamar mi atención y confirmar mis sospechas, así que dejé que las cosas siguieran pasando a pesar de encontrarnos en el contexto en el que estábamos.

El con su maletín sobre las piernas, y yo con el mío nos tapamos lo sugiciente como para que nadie piera ver que nos estábamos masturbando mutuamente, en resencia de todos, recuerdo incluso a una señora sentada al lado de él, pero increíblemente nadie se dio cuenta. Qué hp arrechera.

Fue tanta la calentura que decidimos bajarnos en el mismo lugar aunque aún estuviéramos retirados de nuestros dentinos. Una vez en la calle y en medio de la noche decidimos buscar algún lugar en donde pudieramos liberar tanta calentura. Andamos un poco por una avenida cercana, con algunas fábricas y antejardines amplios, era el escenario perfecto para terminar la noche haciendo una locura. Nos metimos a uno de esos antejardines "a orinar", y aprovechando la hora y que la calle estaba prácticamentr sola y con algunas sombras por los árboles del sector, empezamos tremenda culiada. Ufff qué arrechera, yo no sé cómo no nos pillaron por alguna cámara de seguridad o alguna persona que estuviera pasando, pero fue de las cosas más increíbles que haya hecho y poder recordarlo y compartirlo me hace ver que hay gente que está dispuesta a muchas cosas y por eso me gusta arriesgarme a experimentar.