Un sacudión fuerte me hizo levantarme semidesnudo, en bóxer, despeinado, y el instinto de conservación me hizo, sin reflexionar, abrir la puerta y salir al pasillo de los dos apartamentos de ese piso 11. sabia que no había nadie al frente, porque salieron de fin de semana, de manera que intentaría salvar mi vida si fuera necesario, y con la convicción de que no haria el oso. Pero duro menos que los 15 eternos segundos de temblor. Se abrió la puerta del elevador, y salió , bien asustado, un vecino relativamente nuevo del piso 13.

Hola vecino, que susto, estaba en el elevador justo cuando sentí el temblor, mira mis manos, que tenia evidentemente nervios. le di confianza, para compensar el mal rato. Note nerviosismo de ambos, y por cortesía me disculpé por estar apenas en bóxer, Disculpa, me dijo, puedes darme un vaso con agua, mientras espero unos minutos para bajar, no me atrevo aun.

Yo huyendo de su mirada indiscreta, le invite a entrar. Siéntate, no tengas pena, y fue a la cocina, y traer agua. Asi pasaron unos minutos, entre comentar el temblor, presentarnos formalmente, y el despertar de curiosidad por su mirada de dudas y complicidad. Le comente entre rizas que mira la manera en que habia salido al pasillo, que vergüenza!!!

Pero me sorprendio cuando dijo que no pasaba nada, que me veía muy bien así, y entre rizas me dijo que que tal estuviera desnudo, pero que igual estaba muy bien como para avergonzarme, que dichoso el que tuvo ese momento casual. Se paro y llevo su mano a mi paquete, que estaba a media asta, entre la ckasica parola del despertar y el susto del temblor.

Esas palabras me arrecharon un poco. Y me baje el bóxer y le dije tu decides, bajas o te quedas un rato. Decidio lo segundo

Toma de mi todo..... bébetelo bien. Dos horas después, salía a coger el elevador, Esta vez tembloroso de disfrutar mi elt temblor que se produjo en mi cama.