Hola, soy Andrés. La verdad no me había animado a escribir un relato de lo ocurrido aquél día. Siempre me consideré hetero pero, por cosas de la vida, he tenido algunas experiencias que, con el tiempo, tal vez me anime a contar. A continuación una de estas, ojalá les guste:

Esto ocurrió hace como 15 años en Medellín. No recuerdo bien qué estuve haciendo durante el día, pero después de bañarme y acostarme, a eso de las 11:00 p.m. comencé a sentirme muy enfermo. Pedí un taxi (en esa época no había plataformas) y me llevó a Urgencias en Villanueva, donde antes quedaba mi EPS. Al entrar me llevé una grata sorpresa: había muy pocos pacientes, cosa que se agradece cuando estás enfermo. Una enfermera me atendió en el triage y luego de una corta espera me llamaron del consultorio.

Al entrar, vi que era un médico joven, algo más joven que yo aparentemente. Me hizo algunas preguntas de rigor, me midió la estatura y el peso, luego me pidió que me recostara en la camilla, me pidió que levantara mi camisa hasta el pecho y comenzó a realizar tacto en mi zona abdominal. Sin embargo, algo cambió en ese momento. Yo tenía mis manos a lado y lado de la camilla, cuando él se acercó, lo hizo demasiado, tanto, que su pene quedó rozando mi mano, la que tenía apoyada al borde de la camilla. Yo, aún con mi malestar, si lo noté pero no me atreví a moverme. El caso es que, no se si él no cayó en cuenta, pero siguió palpando muy despacio por varias partes y poco a poco comenzó a tocar más hacia la pelvis. Desconozco si deben o no hacerlo pero, aún enfermo, uno no es de palo, y mi amigo comenzó sin querer a responder. Así acostado boca arriba y manos a los lados y el torso desnudo es muy fácil que una erección comience a notarse. Yo me moría de la pena y me pareció ver una leve sonrisa del médico al darse cuenta. En ese momento, una enfermera golpeó la puerta, el médico se detuvo, me pidió que esperara afuera del consultorio mientras redactaba la medicina que me mandaría y generaba la incapacidad. Como pude, me levanté algo encorvado (ya se imaginarán porqué...) y salí del consultorio. Mientras tanto, algo me dijo que podía pasar algo interesante, por lo que en la farmacia me compré unos pañitos húmedos, me aseé nuevamente en el baño de urgencias y esperé en sala.

A los 3 minutos el médico me pide que vuelva a entrar. No estoy del todo seguro, pero creo algo en su tono de voz cambió, me pidió que me sentara y comenzó a explicarme lo que tenía y la medicina que me enviaría para aliviarme. después dijo:

• "Cuando llegó la enfermera, yo no había terminado de examinarlo, le gustaría subirse en la camilla nuevamente?"

Al hablar, volví a notar la leve sonrisa que hizo cuando notó mi erección. Yo, algo confundido pero intrigado le dije:

• "Listo Doctor".

Me subí a la camilla, pero esta vez me quité la camiseta y me acosté y nuevamente puse las manos a los costados, pero lo hice despacio para que él viera dónde había puesto mis manos. No voy a decir que tengo abdomen de lavadero y los músculos de Cavill, pero al menos, en ese momento, no estaba tan mal :) En efecto, él se acercó y nuevamente pegó su pene a mi mano y ya lo sentía duro, yo estaba algo nervioso pero quería saber hasta dónde estaría dispuesto a llegar el médico. Comenzó nuevamente a palpar mi abdomen y poco a poco bajaba y bajaba despacio hacia la zona pélvica. Obvio, él estaba erecto y yo también, se sentía el ambiente que ambos la estábamos pasando bien. En un momento, él se retiró hacia el computador y me dijo:

• "Revisando el sistema, veo que no guardé los datos de talla y peso, podrías levantarte para medirte otra vez?"

Por lo que me levanté nuevamente, me ubiqué primero en la báscula y se acercó mucho a mi para ver lo que marcaba, después para la altura nuevamente me ubiqué de espaldas a la pared y a la cinta métrica y se acercó despacio para medir, nuevamente, con la excusa de ver la medida, sentí su pene en mi mano, pero en esta ocasión, mi mano estaba esperándolo, es decir, no me rozó el dorso de la mano sino la palma, cosa que cuando se acercó, aproveché y se lo acaricié suavemente por encima del pantalón.

El tuvo una risa nerviosa esperó un par de segundos más y se retiró a apuntar las medidas en el sistema. Luego, imprimió los medicamentos que debía reclamar y me dijo:

• "Ve por ellos, te tomas este medicamento y vienes nuevamente para darte la incapacidad".

Me puse mi camiseta, fui y al poco rato volví, me dijo:

• "Dentro de unos minutos el medicamento comenzará a hacerte efecto, quieres nuevamente pasar a la camilla?"

Y le contesté:

• "Me encantaría, doctor".

Me volví a quitar la camiseta y me acosté pero mi mano nuevamente la dejé al borde de la camilla, cuando se acercó y comenzó a palpar mi estómago nuevamente, comencé a tocar su pene con mi mano y me animé de una vez, mientras lo miraba a los ojos, a meter mi mano dentro de su pantalón y sus boxers, y se los comencé a bajar despacio, cosa que él facilitó, mientras yo lo masturbaba despacio, él comenzó también a hacer lo mismo conmigo. Se podía ver el brillo en sus ojos y poco a poco comenzó a bajar su cara hasta mi pene.

Primero me dio un besito tierno en la punta de mi pene y luego comenzó a meterlo completo en su boca. Al mismo tiempo, lo acerqué a mi boca y también comencé a hacerle sexo oral. Ambos lo hacíamos despacio, disfrutando el momento. Creo que duramos así como 5 minutos, luego, él se detuvo, despacio se levantó, me cubrió y se retiró. Volvió a su puesto y me dijo:

• "La pasé muy bien, gracias, siempre tuve una fantasía de este tipo y cuando vi tu erección me animé a intentarlo. Por hoy es suficiente, estoy seguro que la medicina te funcionará muy bien".

Así, sin más, también le agradecí la experiencia y salí del consultorio, ya se me había olvidado que estaba enfermo.

Espero les guste mi primer relato, como comenté al inicio, de pronto cuento un par de experiencias.

Gracias por leer.