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Conocí recientemene los baños del centro comercial Parque la Colina, recomendadísimos por su nivel de privacidad.
Me hice al lado de un chico que orinaba. Iba o salía del gimnasio, pues tenía una sudadera gris, camiseta ajustada negra y gafas.
Tan pronto como vio mis intenciones me guió hacia un cubículo, cerramos la puerta y empezamos a tocarnos.
Primero nos tocamos tímidamente, excitados pero aún sin saber muy bien qué hacer.
Pocas veces he besado a un hombre, pero me inclinando hacia él hasta que nos besamos. Sus labios gruesos y gentiles me besaban con una lengua discreta pero sensual. Yo jugué más con mi lengua mientras lo apretaba. Era un joven grueso, con nalgas grandes y firmes.
Le indiqué que se parara sobre el inodoro de tal manera que no nos vieran por debajo. Así, bajé su pantalón y quedé con su verga gruesa y erecta frente a mi cara.
La besé, la chupé y la lamí, le lamí los huevos y los posé sobre mis manos. con mi lengua recorrí su cabeza y tallo. lo introdfuje hasta mi garganta varias veces sin sostenerlo con mis manos.
Al rato me subí sobre el inodoro, lo besé y él me besó, luego procedio a succionarme dulce y sensualmente hasta sacarme la última gota.
Me miró, sonrió pero escuché un ruido y me puse nervioso así que huí.
Si lees esto, avísame.






