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Madura De Antifaz

Nos conocimos en una discoteca hace unos 6 años, en ese tiempo ella tenía 38 y yo 28, ese dia bailamos y termine llevándola a su casa, solo hasta ahí seguimos hablando esa semana, salimos nuevamente a cenar y el fin de semana me pidió que le mirara el computador que parecía que tenía virus, llegue y me invito a pasar, me recibió con una falda que mostraban sus piernas super trabajadas en el gimnasio a diario y muy bronceadas, su cabello rubio, en tacones para disimular un poco su 1.60 de estatura y una blusa con un escote que mostraba sus senos operados como de talla 36, una mujer demasiado sexy, entre y me senté en la sala mientras ella terminaba de organizar unos papeles e íbamos conversando, yo no lo puedo negar, estaba nervioso y la verdad casi no la miraba no sé por qué y hasta ni me daba cuenta de las frases y movimientos de seducción que ella hacía, solo hasta que dejó caer un lapicero y se puso dándome la espalda para recogerlo inclinándose hacia adelante para dejarme ver como se subía su falda y mostrarme esa nalga deliciosa que tenía, no muy grande pero muy tonificada, en ese momento abrí los ojos y veo esa imagen calientísima al darme cuenta que no llevaba ropa interior, que actitud la de esa mujer, se levantó y me miró fijamente con la cara más provocativa, no había que decir más, me levante inmediatamente y la cogí con fuerza, le cogí esa nalga y nos besamos, un beso corto porque ella casi que inmediato me empezó a quitar la correa y bajó mi jean, sin bajar los boxers metió su mano dentro del bóxer y se detuvo con cara de sorpresa, dijo “uffff, que es todo eso”, todo iba muy rápido y de un momento a otro se arrodilló y me quito el interior, me pegó una chupada exquisita, que boca la de esta mujer, yo le cogía el cabello y esas tetas ricas con pezones rosados, se levantó y nos fuimos hacia su cuarto, me tiro literalmente en la cama y me dijo que la esperara…. Entro en el vestier unos minutos y salió con un baby doll negro demasiado pequeño acompañado de un antifaz, se veía demasiado sexy, que cuerpazo, que piernas, que tetas… Puso música para ambientar y entro en la cama nuevamente a continuar con la mamada que me estaba dando, la puse en mi posición y le empecé a chupar esa vagina rosada que tenía, clítoris pequeño, labios del tamaño perfecto, era un espectáculo darle lengua, no paso mucho tiempo para que me dijera que quería que la penetrara, lo hice lentamente para escuchar suavemente sus quejidos y gemidos, me decía “ tienes una cosa muy rica”, la clave rápido y lento, suave y duro, la puse en cuatro y deje que se moviera sola con esa verga adentro, una imagen deliciosa, verla desnuda con solo ese antifaz y escuchar esos gemidos con frases como “clavame, clavame, clavame”  me ponía muy arrecho, se lo metía mientras frotaba su clítoris, la deje en cuatro hasta que sentí que llegaba, “dale, dale, dale” y en ese momento lo saque y lo eché todo en su culo y su espalda. Fue muy rico, me dijo que quería que nos viéramos y nos grabamos, en cuatro, haciéndome una paja rusa, metiéndoselo de lado. De ahí en adelante siempre habían sorpresas, siempre lencería muy sexy y siempre culiadas inolvidables.

manuelferrara

Soy hombre heterosexual

visitas: 1056
Categoria: Sexo con maduras
Fecha de Publicación: 2016-06-24 19:19:01
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