Luego de terminar una relación muy complicada y dolorosa, después de un tiempo y para superar la tusa, decidí aventurarme a conocer gente por medio de internet, como sugerencia de algunas amigas...

Después de pensarlo mucho accedí  a un chat en el cual realice contacto con un chico muy interesante, con el cual pude entablar una relación virtual, donde se dio para hablar de todos los temas, desde cultura general, hasta las fantasías sexuales más excitantes, se volvió casi un rito el hablar a diario, en ese tiempo por medio del messenger (el que tenía zumbidos como novedad), dada mi personalidad tímida y poco experimentada, después de mucho tiempo de hablar con esta persona, y por la confianza que me generaba, decidí conocerlo vía cam, era un hombre en todo el sentido de la palabra, varonil, inteligente, buen conversador y sobre todo muy sexual, por lo que con su paciencia logró convencerme de atreverme a tener sexo virtual con él, al inicio fue complicado, pero a los días era una delicia ver esa estampa de hombre pajeándose y explotar de placer para mi, me excitaba verlo, y en varias ocasiones con sus llamadas o conversaciones  calientes vía messenger en horario laboral, me hacía mojar tanto de pensar en todo lo que decía, que me tocaba parar mis labores para ir a masturbarme al baño... Un día le dije lo arrecha que me había dejado y me propuso recogerme al finalizar la jornada, era tanta las ganas de sentirlo que sin dudar dije que sí, en ese momento se me olvido la pena y la timidez que siempre me acompañan... fueron las horas laborales más eterna que he tenido, por la ansiedad de experimentar una experiencia arriesgada, pero a su vez excitante, llena de lujuria y morbo que podría tener; para ese entonces trabajaba en una oficina estatal por lo que el horario no era muy extendido y al finalizar mi jornada me tocaba esperarlo más de una hora a que el terminará su jornada, como pude logré que me dejaran dentro de la oficina para poderlo esperar, cuando se llegaba la hora todo me temblaba, cuando sonó el teléfono, casi no lo contesto de los nervios que tenía, cuando escucho su voz que  dice tiernamente mi nombre, y complementa con hasta que vamos hacer todas nuestras fantasías realidad, la salida de la oficina a la portería se me hizo eterna, cuando salgo y lo veo en su carro, imponente, impecable y con uno de mis fetiches que es ver un hombre con una camisa de cuello y por encima un buso que los hace ver como niños buenos, sumando su barba con un pulido candadito, que le resaltaba sus ojos verdes, y su voz varonil,cuando me ve a lo lejos, me llama y me abre la puerta del carro, confieso que estaba más helada que la nevera llena de escarcha, todo me temblaba, me sudaba, pero al cerrar la puerta del carro, me recibe con un cálido y húmedo beso que hizo derretir el hielo que tenía en todo mi cuerpo, cambiando mi temperatura de -10 a 50 grados, pregunta que tal mi día y que si me ha gustado el beso que acaba de darme a lo que respondo que claro, que no me explicaba el porque, pero sentía mucha confianza el estar así con él, tanto así que no había atisbo de timidez en mi ser, por el contrario me incitaba hacerle muchas cosas en el momento, pero como era una hora pico, a medida que avanzabamos la marcha  en el carro, y yo tomando las precauciones del caso para no ser vistos, comienzo acariciarlo por su cuello, y en cada semáforo en rojo, el me tomaba para dar aquellos besos moja calzón pero que en mi caso no eran solo mojados, si no inundados, por lo cual mientras me daba un beso, yo aprovechaba para bajar su cremallera y darle una pajeada aquel miembro viril que en instantes tendría a mi completa disposición, cuando estuvimos en la parada de un semáforo ubicado en una calle oscura, me agacho para darle una húmeda lamida a su glande, lo que lo pone a mil, y al cambio de semáforo acelera al máximo para llegar al motel de destino que era a las afueras de la ciudad, cuando llegamos a la entrada del motel si tuve un lapso donde me inhibí al hacer conciencia que  iba a tener sexo por primera vez con alguien que acababa de conocer y sobre todo que no era por amor, pero luego reacciones y me decidí a que solo me dedicaría a recibir placer; entramos al sitio, sin terminar de entrar y la ropa ya no nos acompañaba, y terminando un beso de esos que se dan arriba y electrizan abajo, por tanta corriente que llega a ese lugar tan húmedo, termina el beso y me tira a la cama, quedando sentada frente a su miembro viril y erecto delicia latente, al cual sin pensarlo y menos sin pedir permiso comienzo a darle una mamada que luego de mucho tiempo me dijo que aún recordaba por lo espectacular que fue, comienzo lamiendo sus testículos dando pequeños mordiscos, lametazos a su glande, mojando poco a poco, metiendo mi boca poco a poco y en el momento menos esperado le doy una garganta profunda, y lo sigo por un rato hasta que explota en mi cara al no aguantar tanto placer, me dice que le encanta que no sabía porque nos habíamos demorado tanto para hacerlo en vivo, luego de rápidamente limpiar mi cara y mientras daba la espalda me coge por detrás y me da besos en el cuello, mientras introduce sus grandes dedos en mi inundada vagina, lo que me pone a mil, le respondo con un beso  en la boca  y rápidamente baja a mordisquear mis labios vaginales, da lametazos suaves que erizan mi ser, me hace sexo oral por muy buen rato, despacio al principio, lamia, mordisqueaba, con su lengua jugo como niño pequeño estrenando juguetes, con su lengua hizo maravillas a lo que no aguanto y me vengo mientras grito de placer, a lo que él sin dudarlo procede a ponerse el preservativo y a penetrarme suavemente al inicio pero al ver mi humedad se acelera y desahoga sin piedad  toda su energía en mi, mordía y chupaba mis tetas, las que contemplaba bastante y decía que no había tenido unas tan grandes en su boca, a lo que le digo que aproveche y así lo hace, cuando se va a venir me pregunta que si puede terminar en mis tetas y le digo que si, a lo cual no demora en quitar el preservativo y disparar en mi todo su semen, me lo riega por todo el cuerpo, luego nos vamos a bañar juntos y mientras me enjabonaba el me daba dedo y yo lo pajeaba nuevamente, pero como él estaba volado no nos podíamos demorar, nos terminamos de bañar y mientras terminaba de vestirme  me besaba por todas partes, y yo le digo charlando a es que quieres seguir y me dice no tenemos más tiempo  a lo que le respondo no, pero antes de terminar de decirle lo tiro a la cama y en un abrir y cerrar de ojos tengo su pene nuevamente en mi boca, le doy una mamada de ensueño que se viene hay mismo, mientras se limpia me dice corazón salgamos ya, que si es por mi de acá no saldríamos en un mes, tenemos que repetir la salida nuevamente, nos organizamos salimos y en el carro me decía que le había encantado que dejará mi timidez para volverme una zunga en la cama, cuando lo hago consciente me vuelven las taras y culpas que impone la sociedad, pero a lo hecho no hay deshecho y nadie nos quita lo gozado.  Llegamos a la ciudad me deja en un lugar céntrico, espera que coja el taxi, nos despedimos por ese día.

Bueno lectores espero les haya gustado mi primer relato, de ser así, tendré otros más para contar...