Nací en una familia paisa tradicional, católica, en un patriarcado, rodeado de santos, rosarios y pecados, "cumplidores" de los mandamientos por tanto desear mujeres casadas, ennoviadas, etc, era un pecado. Por eso cuando mi novia a los 19 años me preguntó sobre el tema de besarse con otras personas o ser abiertos inmediatamente dije "Si eso sucede terminamos", no concebía que alguien pudiera estar con otra persona y amar a su pareja.

Me considera un hombre fiel, y que jamás desearía a una mujer diferente a mi amada, y la vida me sorprendio con 2 cachetadas.

Una noche salí con mi amiga "Caro", ella fue alguien del colegio que me encantaba, habían pasado varios años sin vernos y aunque jamás nos gustábamos, jamás había pasado nada entre nosotros. 

Esa noche, sentados en el mirador de las palmas, entre risas y charlas profundas terminamos besándonos y atrapados en un limbo temporal donde no hubo ni un antes ni un despues, fue un momento único, corto pero suficiente, en el cúal olvidé que tenía novia, de quien era Caro y que quería yo.

No tuvimos sexo, pero para mi fue suficiente para cuestionarme sobre lo que había dicho antes y pensado, seguía amando a mi novia (hoy esposa), pero ya deseaba a Caro. Me sentí muy mal, sentía que había fallado a mi palabra, pero mis emociones eran placenteras, Caro estaba feliz y me decía que se sentía tranquila.

Estuve una semana bastante inquieto, nervioso, al final resolví las cosas como siempre, pensando, hable con mi novia, le conté lo sucedido y ahí comenzó esta historia de ser un amante.

Esa noche comprendí algo que marca mi vida:  Puedo amar a mi esposa, y también compartir el amor sin compromiso a quien también lo desee, amar es amar, sin leyes, sin normas, es simplemente vivir, sentir. 

Mis historias de amante han sido decenas, te gustaría leelas, déjame un mensaje, gracias