Llevaba varios meses que iba a un lugar, a tomarme una cerveza después del trabajo. Y con su atención en cada servicio me fue llamando mucho la atención. En un mes me robo su primer beso, que me envió para la casa muy mojada. Al segundo mes me robo otro beso con una tocadita en su enorme verga. Pero el tercer mes, fue el mejor.

Siendo las 12 hora de cenicienta, me llevo a mi castillo, entro hasta la sala, me dio un beso de buenas noches, largo que me dejo excitada. Con mi lengua jugaba con su lengua mientras con mis manos palpaba su rica verga dura. El me tocaba mi nalga con sus fuertes manos y a la vez sentía como me apretaba y eso más puta me ponía.

Me hizo bajar y quitarle sus jeans mientras el sacaba su pene y me lo hacia tragar hasta el fondo, mientras mis propias manos jugaban con mi clítoris. Me pone de espalda en el espaldar del sofá. Me chupa el ano y la vagina hacia rato no me sentía tan bien comida y cortejada, me excita mas y en un suspiro siento como me penetra sin previo aviso. Me lo hace suave, lento, pero con un calor que me recorre todo mi cuerpo. Se nos cruza las miradas y me quita mi blusa y sueltas mis grandes pechos los cuales pronuncia. Lindos, grandes, como me gustan a mi para chupar. Juega con ellos, me los chupa mientras su verga no deja de clavarme. Me carga y no deja de darme que siento a morir, pero que jamás acabe ese placer tan intenso. Me lanza en el tapete de la sala, se posa encima de mi cuerpo, y usa mis tetas como almohada. Me lo hace rápido y duro. Mis gemidos se apoderan del espacio, me domina con sus manos y me siento crucificada, mientras el ritmo se acelera mas y más……saca el preservativo como un mago y en menos de 10 segundos se lo coloca. Me pone en 4 y no deja de darme suro mientras me golpea mis nalgas, se agarra de mi cabello y dice. Tómalo todo nena..

Y me desmayo de un rico sexo, con mi negro, de esta forma conocí un nuevo amor