No puede existir práctica o ritual más enfocado a satisfacer las necesidades sexuales de una persona, que la masturbación. Aparte de estimular ciertas zonas del cuerpo, cumple la importante función de mantener activo al sistema endocrino, el mismo que se encarga de regular las hormonas en nuestro cuerpo y, como bien sabemos, ciertas hormonas nos ayudan a mantener un equilibrio, que se traduce luego en salud, bienestar, juventud y belleza.

En términos generales, masturbarse es terapéutico, una medicina para mente y cuerpo.

¿Y por qué dicen que es mala?

De comentarios como: “te saldrán pelos en la mano”, “se te va a volver chiquito”, “te vas a quedar ciego” y “ya no podrás tener hijos”, nacen los temores a practicar algo tan benéfico. Resulta que expertos en la materia, indican que masturbarse una vez a la semana o una vez al día está bien. Ambas frecuencias se consideran normales, mientras no interfieran con otras actividades que la persona desarrolla diariamente. Es decir, en tanto la persona no descuide otros aspectos de su vida por masturbarse, es aceptable.

De hecho, la cantidad de endorfinas que se liberan en el cuerpo después de tener un orgasmo ayudan a estar más feliz y a bloquear cualquier tipo de dolor y, como las sensaciones de placer cuando tienes sexo o cuando te masturbas no varían, la recomendación de los expertos es a adoptar esta práctica sin ningún remordimiento.

Según Planned Parenthood, las investigaciones que se han desarrollado en torno al tema, indican que:

Masturbarte te puede ayudar a:

-         Liberar tensión sexual.

-         Reducir el estrés.

-         Dormir mejor.

-         Mejorar tu autoestima e imagen corporal.

-         Mejorar otros problemas sexuales.

-         Aliviar dolores menstruales y tensión muscular.

-         Fortalecer el tono muscular de la zona pélvica y anal.

Un estudio de Men´s Health, señala que “una de las funciones de la masturbación es la de la gestión de los estados de ánimo perturbados. Existen datos, sobre todo en hombres homosexuales, que aseguran que cuando tienen estados de ánimo alterados recuren al sexo con más frecuencia porque tiene un efecto beneficioso: los relaja, los alegra y los refuerza positivamente”.

El mismo portal web asegura que un estudio desarrollado en España arrojó como resultado que las personas que se masturban con frecuencia, de manera consciente, son menos propensas a desarrollar apego ansioso, depresión o tener ideas suicidas.

Todos estos estudios partieron de las situaciones que se presentaron a raíz de la pandemia, cuando muchas personas en medio del aislamiento y la soledad, lograron encontrar en la masturbación, una especie de tratamiento que les ayudaba a manejar el estrés y los estados ansiosos.

Saliéndonos un poco de lo riguroso del tema, cabe señalar que la masturbación es un acto natural, que los seres humanos experimentamos desde pequeños, es decir, cuando el niño frota su pene contra una pared, la cama o la ropa para sentir placer, se está iniciando en la masturbación, así mismo pasa con la niña que cruza las piernas fuerte para sentir como los labios mayores hacen contacto. Pasa en los primeros años, antes de que la familia de un significado negativo a la práctica y le enseñe a sentir vergüenza por un acto que solo cumple con la función de satisfacer una necesidad fisiológica.

Al igual que otras prácticas, lo recomendable es hacerlo en privado. Así mismo, desarrollarlo de forma consciente, con el propósito de sentir placer, sin tapujos, vergüenza y con la plena satisfacción de que exploras tu cuerpo en aras de conocerlo bien.

Referencias Bibliográficas:

Planned Parenthood. (mayo de 2022). ¿La masturbación es sana? https://www.plannedparenthood.org/es/temas-de-salud/sexo-placer/la-masturbacion/la-masturbacion-es-sana