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mi primer puta.

soy de Cali, tengo 48 años, pero hace poco recordé como fue haber ido por primera vez donde las de tacón puntilla, las de uñas largas y boca roja, las putas.


tenía 19 años, y aunque ya había tenido sexo con mi primer novia y un par de amiguitas, desde el colegio y ya en la u, oía a mis amigos contar como la pasaban de rico en esos sitios. la curiosidad comenzó a ganarme. Para ese entonces, vivía al sur de Cali en un exclusivo sector, en el que muy cerca a mi apartamento aun queda el famosísimo tangas club. hoy con otro nombre y me imagino que otros dueños, pero sigue ahí.


recién terminado semestre, en pleno junio y estresado hasta el alma, decidí entrar a ese sitio del cual hablaban tanto. un jueves a las 2 de la tarde. sobra decir que llegué a barrer porque no habían llegado las chicas, a esa hora, obvio. sin embargo, pocos minutos después llegaría una de las mas juiciosas del sitio, que aunque llegó en ropas muy casuales, que deliciosa se veía. el administrador le dijo que no me dejara ir porque no sabía si llegaran mas chicas en ese momento; yo en cambio, sentí que había conocido al amor de mi vida. que rica estaba.


ella me mira, se baja las gafas de sol y me dice, espera me cambio bb.

yo, babeando por todo lado no se si le respondí o que le respondí, pero en mi mente se estaba quedando para siempre ese cabello liso y largo hasta casi la cintura, ese tono canela clarito casi blanco de su piel, esa carita larga y ovalada de ojos grandes, café, demasiado expresivos y unos labios carnositos en su justa medida. eso, sumado a su voz, me tenían en el absoluto paroxismo.

5 minutos después, regresa a la sala donde estaba tomándome una cerveza. llegó en un conjunto borgoña, tanga semi brasilera, brassiere diminuto, liguero sin medias y unos tacones altísimos y delgados, desde ahí quedé con el fetiche de los tacones. se me acerca, al oído me saluda con un hola eterno y al final me dijo su nombre, el cual no recuerdo. se sienta a mi lado, me abraza y comenzamos a charlar. con cada palabra que decía se le movían esos senos redonditos y firmes a pesar de lo grandes. sus piernas cruzadas parecían una autopista gringa y sus manos de actriz porno no dejaban de moverse.

incluso se puso algo de perfume, eso me terminó de hipnotizar.


No recuerdo cuantos años dijo tener, pero mas de 25 no eran, de eso estoy seguro. di el siguiente paso, pagué una hora con la señorita en cuestión y nos encerramos en el cuarto. allí pude detallar su cuerpazo de no mas de 1,65 de estatura; jamás en mi vida he podido ver un par de nalgas medianamente similar: grandes, naturales, redondas y con la firmeza equiparable a la erección que tenía en ese momento. cuando se quita el bra, salen a la libertad un par de obras de arte 34 c, de aureola y pezón medianos y rosaditos, con todo donde debía estar y apuntándome como un par de asaltantes dispuestos a matar.

yo estaba sentado en el borde de la cama y ella se me acerca lentamente, me baja el jean y comienza a mamar con un arte y una entrega que ni mi primera esposa tuvo. cerraba los ojos mientras su boca y su lengua secuestraban mi verga juvenil y a punto de estallido. lento y fuerte donde debía y sutil y veloz donde es más rico, definitivamente sabía como aprovechar un pene en la boca. mientras tanto por el espejo en la pared veía esas nalgas esperando pacientemente una nalgada, la cual llegaría cuando ella se pone en 4 en la cama. luego, hicimos el misionero para rematar en la esquina de la pared de la cama yo cargándola mientras saltaba como loca en mi verga. me salió leche a borbotones y sentí que abandoné este plano por dos o tres segundos.


aun quedaban 10 minutos del tiempo pago, asi que de nuevo se pone en 4 y me sacó dos más. en el ultimo me quitó el condón y esperó a que terminara en su boca, y los sobrantes se los esparció por sus tetas.


me vestí, me diò un abrazo, un beso en la mejilla y me pidió propina, la cual di con gusto. le dije que vivía a pocas cuadras y que si pasaba por ahí y nos encontrábamos, nos saludáramos como un par de viejos amigos, y así fue. solo que me la encontré 30 años después en el laboratorio clínico de la EPS, una señora muy bonita, con pelo liso, negro y muy largo, bajándose las gafas de sol diciéndome: hola viejo amigo.


solo fui dos veces a un sitio de esos, esta que acabo de contar y años después a emborracharme con amigos.

Lion_Heart

Soy hombre heterosexual

visitas: 876
Categoria: Hetero: Primera vez
Fecha de Publicación: 2024-02-09 14:38:17
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