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Escuchando a los vecinos
candelabro
Soy hombre heterosexual
Publicado hace 7 años, 6 meses
Hoy me he masturbado. Bueno, veamos, que dicho así quizá no suene tan relevante. Aclaro: Hoy me he masturbado mientras escuchaba a mis vecinos cogiendo.
De un par de semanas para acá, no se si se mudaron nuevos vecinos y no me di cuenta, si la vecina tiene nuevo amante, cambiaron de lubricante, o qué pasa, pero logro escuchar a mis vecinos cuando cogen a través de una fisura en la pared.
Las primeras veces, no sabía de dónde provenía el sonido. Y era muy corto, ****** segundos como máximo. Pensé que solo gemía durante el orgasmo, o que el tipo era precoz. O en general, que eran realmente malos cogiendo.
Pero hoy, con las ventanas cerradas, la música apagada los escuché desde el principio. Puse mi oído contra la pared y pude escucharlos gemir. Se me puso dura al instante.
Me excitó de una manera tan salvaje, que me pajeé con furia, con desespero, mientras la oía gemir y gemir, hasta los gemidos de él (afortunadamente, siempre gemimos menos los hombres), la escuché contenerse y luego dejarse ir... acabaron rápido. Muy rápido para mi gusto, pero ya iba a la mitad de mi paja y no iba a parar. Tocó recurrir a la memoria y a la imaginación, pero oh dios mío, qué rica paja.
Me gusta el voyerismo, pero nunca lo había experimentado de esta forma. ¿Alguien ha tenido experiencias similares?
A propósito: Vive usted en Calasanz? Con vista a la ciudad? En un piso 13? Quizá en el ****** ?... Están cordialmente invitados a una comida cuando gusten, sería un placer conocerles.
De un par de semanas para acá, no se si se mudaron nuevos vecinos y no me di cuenta, si la vecina tiene nuevo amante, cambiaron de lubricante, o qué pasa, pero logro escuchar a mis vecinos cuando cogen a través de una fisura en la pared.
Las primeras veces, no sabía de dónde provenía el sonido. Y era muy corto, ****** segundos como máximo. Pensé que solo gemía durante el orgasmo, o que el tipo era precoz. O en general, que eran realmente malos cogiendo.
Pero hoy, con las ventanas cerradas, la música apagada los escuché desde el principio. Puse mi oído contra la pared y pude escucharlos gemir. Se me puso dura al instante.
Me excitó de una manera tan salvaje, que me pajeé con furia, con desespero, mientras la oía gemir y gemir, hasta los gemidos de él (afortunadamente, siempre gemimos menos los hombres), la escuché contenerse y luego dejarse ir... acabaron rápido. Muy rápido para mi gusto, pero ya iba a la mitad de mi paja y no iba a parar. Tocó recurrir a la memoria y a la imaginación, pero oh dios mío, qué rica paja.
Me gusta el voyerismo, pero nunca lo había experimentado de esta forma. ¿Alguien ha tenido experiencias similares?
A propósito: Vive usted en Calasanz? Con vista a la ciudad? En un piso 13? Quizá en el ****** ?... Están cordialmente invitados a una comida cuando gusten, sería un placer conocerles.