Yo tenía una pregunta, similar a la qué sabemos se hacen todos los hombres a diario: ¿será que el tamaño de un pene influirá en hacerme sentir un maravilloso orgasmo? Bienvenidos a mis aventuras en busca del pene ideal. El Diario de Lulú - GuiaCerezaSujeto de estudio #1: Carlos

Lo hice con Carlos, su pene era grande y grueso, bastante viril diría yo. Pero en el momento que empezó a buscar petróleo hasta el fondo sentí un dolor... digamos poco agradable. Puedo certificar que solté un grito tan agudo que llegó hasta los oidos de la vecina que vivía a tres casas de la mía. Nunca logré con él un orgasmo satisfactorio y sólo quedó el recuerdo de una noche desagradable. Carlos quedó descartado.Hablando con una de mis amigas sobre el tema, llegó a confesarme que su novio lo tenía muy pequeño (ahí quien lo ve) y que cada vez que le observaba el pene sentía como si mirara a un conejito bebé, de lo chiquito y tierno que era. No sé que tan satisfactorio sea para un hombre que su pene sea comparado con un conejo... pero algo que me dijo mi amiga es que sentía orgasmos maravillosos. ¿Qué tan cierto sería esto? Sujeto de estudio #2: Julián

Me aventuré a la búsqueda de un pene pequeño, quería ver si uno parecido a un conejo bebé podía hacerme sentir algo maravilloso; cual fue mi sorpresa al estar con Julián y no sentir nada, absolutamente nada. Oficialmente, quedó descartada la idea de hacerlo únicamente con hombres de pene pequeño.

Sujeto de estudio #3: JoséJosé lo tenía curvo y de un tamaño mediano; ni grande ni pequeño, pensé que ese sería el que me haría sentir el tan buscado orgasmo y así dar mi veredicto de cuál sería el tamaño ideal. También fue pésimo amante, no se sabía mover, parecía como si quisiera ser devorado por mi cuerpo, pero nunca hizo algo que me hiciera llegar hasta el final del universo. ¿Qué pasa con estos hombres?Sujeto de estudio #4 y #5: Luis y Fabián

Decepcionada por aquellos amantes y casi al punto de lanzarme al celibato, conocí a Luis, su pene pequeño y tierno me hizo sentir una gran variedad de orgasmos. Después de un tiempo apareció Fabián, su miembro era muy grande y también sus movimientos, con él tuve otro orgasmo maravilloso, esta vez sin gritos de dolor.

Que ambos personajes, dimensiones tan distintas, me hicieran sentir orgasmos me tenía algo confundida, no podía decidir cual era el tamaño ideal...

Decidí continuar en mi aventura buscando el pene de tamaño ideal. Y hasta las lunas del hoy sigo sin el.

Existirán mujeres a las que el miembro de Carlos (la anaconda viviente) las enloquecerá y les hará sentir el más maravilloso placer. Otras encontrarán en el conejillo bebé de Julián un hermoso juguete para acariciar.

Hombres, una vez más: sabemos que lo han leído, escuchado, visto y les han insistido en infinidad de oportunidades, pero conociéndolos, no perderé la ocasión de decirlo, es como un ritual de iniciación para las que contamos nuestras prosaicas aventuras de colchón. Conejo o anaconda, lo importante es cómo lo muevas y no cómo lo tengas. ¡Actitud!