Ese día hablamos en quedar claro y fijos, nos veríamos en ese bar, yo iría con el bóxer que le gustaba y ella iría sin brasier.

Organicé todo lo que tenía pendiente en la casa y demás y salí para el sitio de encuentro, caminando me imaginaba sus tetas, que me encantan, sin brasier.   Ella ya estaba en el bar, tomándose una cerveza, entré la saludé pedí una cerveza y entre risas y conversaciones le iba tocando los pezones por encima de la blusa, haciendo que sobresaliera el pezón.

Entre charlas y toques, ella mandó la mano, con disimulo para ir al baño y tocármelo, ya que se notaba como estaba creciendo.

Entre cervezas, y más cambiamos a tomar tequila, dos, tres tequilas y decidimos ir a otro lado.  Esa salida fue temerosa, era nuestro primer encuentro y ya sabíamos dónde iba a terminar.  Cogimos el taxi y no dudo en tocármelo por encima del jean mientras llegábamos al sitio.  Al llegar, tomamos tequila, pusimos música, nos relajamos y rápidamente un beso calentó la habitación, tocadas de tetas, manoseadas, besos en todos lados, cuello, orejas, labios, calentaba cada vez más el momento.  Yo andaba muy caliente y ella lo notó, me quitó el jean mientras yo le quitaba la blusa para poder ver sus tetas deliciosas y paradas, sin pensarlo comencé a chuparlas, a tocarlas a apretarlas y morder con mis labios los pezones, me encanta ponerlos duros.

Ella mientras tanto tocaba mi pene y lo masajeaba para ponerlo duro, estaba mojado, y lo disfrutaba sintiendo esto.  Bajo a mi pene y comenzó a succionarlo lentamente, cosa que me calentó mucho, tanto que sin pensarlo le arranque el jean que tenía, las tangas se las hice quitar y ella sin dejar de chupar, se dejó introducir un dedo, mientras mi dedo pulgar movía en círculos su clítoris encontrando en ello una gran mojada en su vagina.  Fue espectacular ese sexo oral, la fui llevando a la cama y nos pusimos en 69 para chuparle la vagina, ella le encanta y a mí me gusta que llegue mientras se la chupo, se lo hacía tan rico que ella dejo de chupármelo para disfrutar simplemente, abrió las piernas y comenzó a disfrutar, con gemidos y gritos, me decía que no parara, que quería llegar, que quería venirse, introduje un dedo mientras gemía y esto la calentó el doble, tanto así que gritaba de placer y me apretaba mi cara con sus piernas. Hubo un grito gigante, sabía que se estaba viniendo y no quería dejar de tocarle su ano, que tanto quería y que tanto habíamos hablado que quería para mí, mi dedo ya mojado por estar en su vagina un rato, cambio de lado y comenzó a hacer círculos en su ano mientras ella gemía de placer por lo que le hacía con mi lengua.

Terminando se paró y se me montó encima, quiso moverse encima de mi miembro parado, ya estaba muy mojado y fácilmente entró, se movía como una diosa, movía su culo, y su cuerpo tanto que me excitaba tanto, la acosté cerca de mí y nos besábamos, mientras se movía, agarre su nalga y le tocaba su ano con mi dedo suavemente, ella disfrutaba de esa doble sensación.

La voltee, la puse en 4 y sin parar, en ritmos rápidos y dándole duro, no dure mucho para llegar, al decirle que iba a llegar, quiso voltearse, me puso su cara y mientras llegaba abría la boca para recibirlo, fue una llegada soñada, mi semen recorría su cara, sus labios y su boca, lamia mi pene y tragaba todo lo que salía de él.

Así terminamos esa noche, relajados, tranquilos, tirados en la cama hasta dormir.