Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

Cap 10. ANGEL CASERO

No soñaba, en realidad estaba ocurriendo aunque yo seguía inmóvil esperando despertar. Se había alterado la prolongada rutina de solo ver porno entretejiendo deseos con elaboradas fantasías en alta definición descriptiva e interpretativa.  

Angel_Casero_RdC.jpg

Deseando hace tiempo digo, ese reprimido deseo de curiosidad por ser descubierto en la cotidianidad de mi casa por una mujer foránea a la familia, en ella existía una distante cercanía al ser una mujer de cotidiana familiaridad, por trabajar en casa, sin vivir en ella. Aún así Angelica actuaba natural y descomplicada en sus quehaceres del hogar, se dirigía a nosotros con graciosos tintes de descaro y un amistoso abuso de confianza que hasta cierto punto, creo yo, disfrutamos quienes vivíamos en la casa.

 “Jocoso cinismo” digo pues ella continuaba haciendo el aseo a unos pocos pasos de mi cuarto con aparente normalidad cuando advertí con sorpresa que me había quedado dormido y completamente desnudo mientras me masturbaba viendo una peli porno en DVD. La realidad superaba mi curiosa fantasía, sin querer queriendo pues admito que estaba jugando con el riesgo de dejar la puerta medio abierta para sentirme exhibido sin estarlo, sentir el aire frío y excitante recorrer mi piel y al tiempo atento a los sonidos que hacía Angelica mientras aseaba el segundo piso para cubrirme en caso de que ella bajara. Grave error pues pudo más el sueño que me invadió y que ahora me había abandonado en esta petrificante sorpresa.

 Yo seguía paralizado tenía que aceptarlo Angélica la mujer del aseo estaba frente a mi puerta abierta quién sabe desde hace cuanto tiempo, esto acentuó con intensidad mis sensaciones, la vergüenza hecha sangre concentrada en sonrojar mi cara, el aire se siente doblemente frío como una helada película de hielo sobre todo mi cuerpo, el marco de la puerta resaltando una y otra vez ante mis ojo, puerta abierta sin variar de estado abierta y alarmante puerta abierta. Se repetía esta imagen en mi mente, alternada con un espléndido descubrimiento de mi parte, pude notar en un plano detalle redentor su gesto, un gesto de su rostro en el que se esfumaba todo mi pánico gracias al cinismo de sus ojos fijos en mí sin ningún disimulo acompañando una jocosa y cómplice sonrisa de su boca que ocultaba levemente en sus acciones de forzada naturalidad simulada, aseando frente a mi como si nada. Esa sonrisa artífice de todo mi placer actual pues note como pasaba con más frecuencia por el marco de la puerta barriendo donde ya había barrido o limpiando de manera inusual justo cerca a mi cuarto le permitía mirar adentro sin ninguna dificultad.

 Si, exclamaba para mis adentros, le gusta verme y más excitado me ponía y al tiempo me daba valor para hacerme el inconsciente y seguir disfrutando la situación.

 Una situación simple para muchos pero que analizada en detalle presenta varias condiciones interesantes de resaltar. Además del hecho de aquella mujer observandome desnudo, estaba el hecho evidente de mi mano apretando mi pene aún medio erecto, delatando así mi actividad pasada. Y es que... Una cosa era que me viera desnudo, pero otra era sumarle el hecho de que me había masturbado dándole ya una marcada inclinación sexual. Para completar el tv con el porno aún en pantalla y los gemidos intensos sonando plenamente en mi cuarto, evidenciaba mi ritual privado expuesto exhibido ante Angelica a plenitud.

 Qué sentiría ella, ¿placer, curiosidad, grato, cómico, o tal ves sentirá similar al cocktel de sensaciones que yo estoy viviendo? ¿Cómo me juzgará? ... sí seguro que le gusta, se le nota, si sigue mirando tanto es porque le gusta, creo yo pués ... ¿Se estará dando cuenta de que me hago el dormido? Si no se ha enterado, es una curiosita espiando, y arriesgada porque se queda mirando largo y directo, Veala pues tan lanzada. Me gusta eso de ella, atrevida. Si por el contrario sabe que estoy fingiendo dormir, que guarrilla más encantadora es, una cómplice que disfruta conmigo la leve ficción, disimulando nuestras conciencias al compartir el teatro interactuado.

 Esta vez avanzó unos pasos más dentro de mi cuarto. Yo reacciono de inmediato y con disimulo logro cubrir mi cuerpo, pero fue imposible esconder el video, (que de nada habría servido hacerlo pues por el sonido era evidente que veía porno).

Al estar cubierto por la colcha era como si mi anterior desnudez fuese puramente casual por estar dormido. Ese era el juego aparentar que yo dormia y no me percataba de lo sucedido. Aún así el escalofrío permanecía en mi. Ella continuaba mirando sin discimular su evidente interés y su sonrisa cómplice daba satisfacción a mi deseo aúnque siguiera y nervioso.

El frío continuaba, mi pene erecto era claramente evidente en la superficie de la colcha y ella lo miraba constantemente y sin pudor alguno desmontamos mutuamente nuestro teatro, al momento en que yo actúo como despertando del sueño para poder hablarle ya cubierto y afrontar la situación realmente. Continuará...

palatute

Soy hombre heterosexual

visitas: 1843
Categoria: Voyerismo
Fecha de Publicación: 2015-04-13 06:47:46
Más Relatos Por palatute
Compartir en:

1 Comentario

haaaaaaa

2015-04-15 23:19:23