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En El Bus

Todo comenzó un día en un viaje de trabajo al puerto. Soy de Cali y en ese momento viajaba constantemente a buenaventura. Debo decir que no me gustaba mucho las visitas allá, pues el calor y la falta de costumbre me hacían sentir incomodo; ese día, un viernes, terminé mi trabajo temprano y me disponía a regresar de nuevo a Cali. Me dirigí a la terminal y aborde un bus, el cual venia casi vacía (6 personas) me dije “bueno, al menos podré dormir un rato cómodo” y con ese pensamiento me subí al bus. El bus arranco su recorrido y antes de salir de buenaventura realizó una parada y se subió al bus una mujer, de unos 23 años más o menos, bonita, se veía con buen cuerpo, pues llevaba puesto un vestido corto. Yo me encontraba en los puestos de atrás del bus, solo prácticamente, y delante de mí había más puestos vacíos.  Vaya sorpresa cuando veo que ella se sienta al otro extremo de las sillas donde me encontraba yo.  La mire tímidamente y levante una ceja en señal de saludo y ella lo ignoró; en mi mente solo pensaba “ tantos puestos vacíos y se sienta en el mismo lado que estoy yo! No puede ser”. El bus arranca su camino hacia Cali, y yo me pongo cómodo en mi silla, no le presto mayor atención a la mujer al otro extremo, sin embargo me doy cuenta que ella me mira de reojo, y pues yo no pierdo oportunidad y empiezo a mirarla también, a contemplar sus lindas piernas, pues el vestido se le había subido un poco y dejaba ver esas lindas piernas, color de piel… Tal vez ella noto mis miradas por que se sonrió. De un momento a otro ella me mira y me dice: “Me puedes dar la hora? “ yo un poco torpe saco el celular y le digo claro, son las 4 pm, “Gracias” me dice. Aprovecho el momento y le pregunto que como se llama, me dice “Mónica” mucho gusto. En ese instante aprovecho y le pongo charla, que si va hasta Cali, que si tiene novio, que por viaja solita, etc.

Ella me sigue la charla y tal vez se da cuenta del coqueteo que le llevo, y en un momento antes de pasar por los túneles, ya la tengo sentada justo a mi lado, charla va y charla viene. En un momento de esos mi mente ya un poco dañada, piensa en como seria de rico besarla, acariciarla… Y me aventuro y le digo, “tienes lindos labios, debes besar delicioso” a lo que de manera muy picara me responde:” te parece? Qué tal si los pruebas?” yo me quede por un instante atontado, no creía lo que estaba a punto de pasar; unos metros más adelante llegando al primer túnel, me le acerque y la bese, sentí sus labios, se sentían deseosos por besar, lo cual aproveche y bese con sutileza, con morbo, sentía sus labios, su lengua, y de un momento a otro sentí como sus manos se movían por mi cuerpo, lo cual aproveche para hacer lo mismo, y empecé a acariciar sus piernas, su abdomen, y ella con más ganas y pasión me besaba. Pasando el túnel aun estábamos besándonos, yo sudaba, y estaba ya ganoso, se me notaba por el pantalón. Yo seguí tocando sus piernas y sus manos, a lo que ella me decía “No calientes lo que no te vas a comer”. Yo me reí y me dije “Ese huevo quiere sal” jajaja. A lo cual le insinué que si se atrevía a hacer algo diferente, algo un poco loco en el bus; me miro y me dijo “Tienes una chaqueta o algo que me tape?”.

 Inmediatamente saque mi chaqueta y llegando al segundo túnel empezamos a besarnos de nuevo, aquí fui más atrevido y busque su entrepierna a lo cual ella accedió, se acomodó bien en la silla y abrió más sus piernas, delante de nosotros iban 3 personas, lo hacíamos sutilmente para que no se dieran cuenta.  Me seguí abriendo paso por su zona intima, llegue y toque su panty, se encontraba mojado, lo corrí un poco y pude sentir lo mojada que tenía su vagina, la tenía depilada, se sentía caliente y húmeda, pasaba mi dedo, se sentía delicioso, metí mi dedo lentamente en su vagina y la fuerza con me besaba aumento, su respiración aumento y sus manos inquietas buscaban mi pene, yo seguí pasando mi dedo por su vagina la cual cada vez se mojaba más, y ya sentía como ella, Mónica, movía su cadera. Me desabrocho el pantalón y como pude le ayude a bajarlo, dejando salir mi pene para que ella lo cogiera, lo cual hizo inmediatamente, me acariciaba, mientras me besaba, por un momento fue una masturbación mutua. Luego ella se acomoda un poco, pone la chaqueta encima y se agacha o mejor dicho, se acuesta sobre mis piernas. Cuando menos lo pienso siento su boca sobre mi pene, me estaba dando una mamada en el bus, y los demás pasajeros “inocentes” tal vez de lo que estaba pasando en los puestos de atrás. Me excito mucho eso,  sentir su boca, su lengua sobre mi pene, era muy placentero, me tenía súper arrecho y con ganas de que siguiera haciéndolo, que siguiera chupando. Así lo hizo durante al menos 10 minutos, me sentía en la gloria, que una desconocida estuviera haciendo eso, ufff no me lo creía, pero lo disfrute al máximo. Ella se incorpora de nuevo, y la beso “agradeciéndole” el favor, sigo besando y de nuevo abro sus piernas para seguir sintiendo su vagina, esta vez más mojada, caliente y con ganas.

Le digo que lo hace delicioso, que me encantó la mamada, me dice ella con voz sexy y caliente “Quiero que me lo metas”,  así que nos acomodamos, saco un condón que siempre acostumbro a traer en mi billetera, me lo pongo, y luego de acomodarnos bien, tapándonos con la chaqueta, ella logra sentarse encima mío, y siento como su vagina se va comiendo mi  pene, se siente caliente, se siente delicioso, ella empieza a subir y bajar lentamente, yo le toco las nalgas, y cojo la cintura queriendo acelerar el ritmo pero ella insiste en hacerlo lento, se siente muy bien. Así lo hacemos durante unos minutos, en silencio para no despertar sospechas, llegando al otro túnel donde todo queda oscuro, aprovechamos y se mueve con más ganas, casi me vengo, pero me contuve.  Ella se baja y se acomoda, me da unos besos, se baja la blusa y me deja ver sus hermosos senos, grandes, firmes, los cuales me invita a besar y lamer, los disfruto como un niño, mientras ella me quita el condón y lo tira por la ventanilla. Yo sigo acariciando su vagina y lamiendo sus pezoncitos, que cada vez están más duros.  Mientras eso hago, ella me besa el cuello, y me dice al oído “Quiero tu leche”. Yo no hago caso y no me despego de sus senos, sigo chupándolos, aprovechando y sintiendo como mueve su cadera mientras mis dedos entran y salen de su vagina húmeda y caliente.

 Ella me retira y yo con mi pene erecto, ganoso de sentir de nuevo su boca sobre él, la miro y le hago señas de que lo puede hacer, que puede sacarme la leche que tanto desea. De nuevo la tapo con chaqueta e inicia de nuevo la función, sintiendo su boca hermosa, sus labios y su lengua sobre mi pene, lo hacía delicioso, de una manera delicada pero a la vez muy caliente,  me decía con voz suave “dámela” “dámela” y siguió con su prodigiosa boca buscando su anhelado chorro de leche, hasta que finalmente después de unos minutos en los que no aguante más sentir su deliciosa boca en mi pene, le di su merecido “regalo”, su leche caliente.  Me seguía lamiendo el pene, se había tragado mi semen, me lo dejo limpio. Se acomodó de nuevo, saco agua, se lavó la boca y me dio un beso delicioso. Nos arreglamos, y seguimos el jugueteo el resto del camino. Intercambiamos números para vernos al día siguiente, pero finalmente nunca más nos vimos… Espero volverla a encontrar…

luxurymen

Soy hombre heterosexual

visitas: 1166
Categoria: Voyerismo
Fecha de Publicación: 2016-05-21 16:10:46
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1 Comentario

Que gran momento¡ La verdad en esos lugares donde existe altas temperaturas si que la gente es caliente :) jeje

2016-05-21 18:19:49

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