Camilo esta vez atendió un servicio, aunque no precisamente de telecomunicaciones, llego a mi casa comenzando la noche luego de haberle escrito que tenía la casa y mi culo disponible para él; como siempre no tardó en llegar, aun con su uniforme, y emanando su característico olor a hombre se disponía a comerme con el deseo de que fuese mejor que la comida que me había dado anteriormente, subimos a mi cuarto, desabotono su jean baje el jean y el bóxer juntos, no quería perder tiempo, me puso su deliciosa verga a mi disposición, comencé a chuparla y disfrutar de ella como acostumbro hacerlo, aprovechaba que aún era fácil tragarla hasta sentir su vientre en mi rostro, a medida que la chupaba se me iba haciendo más difícil tenerla toda en mi boca, sin embargo no me permitía dejar un centímetro de su verga sin chupar, mordía levemente aquella magnifica cabeza, jugaba con su piercing y mi lengua, entre tanto el tiraba su cabeza hacia atrás disfrutando la mamada que le regalaba, sus manos recorrían mi espalda, buscaba mi verga para masturbarme mientras se la chupaba, alternaba cogiendo mi culo; de repente escuche las palabras que tanto me excitan, “veni yo te chupo el culo”… de inmediato me quite la ropa y le entregue mi ano para su deleite, - definitivamente es y seguirá siendo la mejor chupada de culo que alguien me puede pegar-  juega con su lengua, succiona mi ano, recorre con su lengua mis guevas, siento su respiración agitada, una de sus manos me masturba mientras con la otra abre mi culo, comienza a dilatar mi ano con sus dedos. Evito que siga chupándolo y me siento para tragarme su verga de nuevo, le encanta como se la chupo siento un leve bombeo en su verga, aumento mi ritmo para calentarlo más, con mis manos cojo su culo, acaricio sus guevas, - deseaba ya estar clavado –parece que escucho mis deseos, retiro su verga y me giro para tenerme de nuevo en cuatro; comenzó su acostumbrado juego en mi ano, pasaba la cabeza ejerciendo presión para dilatarme, le pase el condón, se lo puso y le suplique me lo metiera ya; mi ano ejercía más resistencia de lo habitual, giraba mi culo buscando meterlo más fácil, aun así nada funcionaba, parece se hubiese cansado de buscar meterlo suave y de un impulso me la metió hasta el fondo, casi lloro del dolor, pare un momento para que mi ano se adaptara a su verga, respire profundamente y comencé a agitar mi culo, sentir toda su verga me tenía a punto de venirme, le pedí que me diera duro y comenzó a aumentar el ritmo de sus embestidas, me encanta sentir sus guevas rebotando en mí, cogía mi cintura fuerte para no perder el ritmo de sus clavadas, mermo su ritmo haciendo cada penetrada más placentera, sentir cada centímetro de su verga es delicioso, y verla aún más, le pedí grabara como me comía, con mi celular en cámara lenta disfrutaba el pequeño fragmento que grabo, al unísono sus embestidas sacudían mi cama, mis gemidos se incrementaban, mi culo tomo el control por un tiempo y agitaba su verga cuanto podía, quería su leche ya, le pedí que se viniera, esta vez en mi boca, el morbo que camilo me genera provoco este antojo… Alternaba su ritmo, quería disfrutar más de mi culo… -Me voy a venir – retire mi culo y me gire para recibir su leche en mi boca; falsa alarma, comencé a mamarla de nuevo y le puse otro condón, esta vez recosté mi espalda sobre el colchón, quería ver su cara de placer clavándome, mis rodillas fueron a dar cerca a mi cara, sin perder tiempo me clavo de nuevo, esta vez más duro que antes, me masturbaba mientras me comían salvajemente, su ritmo era frenético, mi morbo estaba en las nubes, oigo sus palabras de nuevo, retiro su verga, quite el condón y la chupe mientras mi boca se llenaba de su leche, pareciera que llevaba mucho sin sexo, sentir su leche caliente era algo que deseaba desde hace algún tiempo, veía su cara mientras me tragaba sus jugos, me recompuse, limpie bien su verga, y comencé a masturbarme, él quería ver mi leche, aumente el ritmo, acariciaba mi ano... de repente mi pecho quedo emparamado de mi leche. Vi su cara de satisfacción al ver como salía de mi verga los chorros… Nos organizamos, él se despidió y yo quede como siempre cual puta satisfecha.

Espero pronto me coma de nuevo, esta vez sintiendo su leche en mi cara o porque no inundando mi ano.