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En Nombre Del Padre II

En el transcurrir de los días se hizo usual que al llegar del colegio siempre encontraba a mi padre encerrado en su cuarto con su novia, y también se hizo costumbre masturbarme con los gemidos de ella; en cierto punto realmente considere que ellos asumían que las paredes eran anti-ruido, y creo que tiene que ver con que mi padre nunca me escuchaba en mi cuarto... incluso cuando tenia novia.

Una tarde fue un poco diferente, maravillosamente diferente a decir verdad, pues en el momento de subir sigilosamente al segundo piso, escuche sus gemidos un poco más claros y cercanos; eso hizo que subiera con mucho más cuidado, sentí que sudaba de más cuando pude ver que la puerta que siempre estaba cerrada en esta oportunidad no lo estaba del todo. Lo primero que cruzo mi mente fue seguir sin detenerme hasta mi cuarto, y encerrarme el resto del día, sin duda seria lo más sensato y menos arriesgado. También pensé en darme la vuelta e ir a casa de un amigo el resto de tarde, sin embargo la idea de ver desnuda a la joven novia de mi padre resultaba muy tentador.

La abertura de la puerta no era muy amplia, seguramente su encuentro ha sido tan espontaneo que no se percataron de cerrar la puerta, decido entonces echar un vistazo, me acerco muy lentamente y puedo ver como la punta de la cama se mueve por el movimiento de ellos, pero no veo nada más, trato de acercarme más pero la novia de mi padre hace notar que ha tenido un intenso orgasmo; se detienen y todo queda en silencio, entonces retrocedo y voy hacia las escaleras, subo a mi cuarto y solo pienso en ella, en verla desnuda.

Al día siguiente todos mis amigos me decían que estaba algo callado y distraído, tenían toda la razón, solo pensaba en cómo actuar si tenia otra oportunidad, solo pensaba si esa misma tarde después de clases ellos dejarían de nuevo la puerta abierta y esta vez -con un poco de suerte- podría ver más. En clase solo pensaba en ella y cómo se vería desnuda, no podía esperar en regresar a mi casa pronto.

No espere a nadie y fui directo a mi casa, me emocione anticipando el momento, pero en mi fantasía ella estaba sola en el cuarto de mi papá, gemía también, pero era debido a que ella misma se daba placer. Llegue pronto a casa, tenia suerte, ya desde el primer piso los escuchaba, subí la escalera lentamente, no podía soportar la espera y saber si ese seria el día en que por fin podría ver; al poner un pie en el segundo piso y girar me sentí muy decepcionado al ver la puerta completamente cerrada.

Creo que esos días decidí buscar una novia o algo parecido, alguien que me ayudara con esto que estaba viviendo; un amigo me dijo esos días que una vecina de él se había fijado en mi y que si me acercaba a ella pues el resto no seria difícil -no pregunte cómo él sabia eso-, creo que fueron argumentos muy poderosos porque al día siguiente la invite a salir -afortunadamente ella no sabia de mi reputación de morboso- y le robe un beso, el cual fue correspondido. Laura era la mayor de tres hermanos, ella cumplía con el rol materno mientras su mamá trabajaba, era algo gordita, con un rostro agradable y unas tetas muy llamativas

No fue difícil llevarla a mi cuarto unos días después, no había nadie en mi casa e imagine que ella gemiría igual a la novia de mi padre -no pregunten por qué-, creo que solo era un deseo irracional, y lo comprobé cuando Laura después de desnudarse solo se acostó y me dejo todo el trabajo a mi, y claro, ni un solo gemido; me vine en sus tetas y le dije que se fuera, espere una cachetada, pero ella lo tomo bien, como una cómplice casi incondicional.

Esa misma noche tuve problemas para dormir, estaba pensando en demasiadas cosas, baje a la cocina a comer algo, todo estaba oscuro y en silencio, o por lo menos a mi me parecía así, subí de nuevo las escaleras, cuando llegue al segundo piso la puerta del baño se abrió, y la novia de mi padre salia en toalla, se había duchado; pude ver otro tatuaje, esta vez en su brazo, una especie de tribal como de espinas de rosas, ella me vio pero no se sorprendió. No me dijo nada, y yo no le dije nada, me di cuenta que no habíamos cruzado mas de tres palabras en todo este tiempo. Estoy casi seguro que mi actual fetiche de ver a una mujer en toalla nace en ese instante, tuve la fantasía que esa toalla se caía y me dejaba ver todo su cuerpo, pero no sucedió, sin detenerse y apenas dándose cuenta de mi presencia volvió al cuarto de mi papá y cerro la puerta. Esa noche la cama rechino más que nunca.

Al día siguiente me vi en la tarde con Laura, solo eramos amigos, pero por alguna razón cada vez me resultaba menos atractiva, y evidentemente pensaba cada vez más en la pareja de mi padre; no puedo decir que ella no lo intento, pues cada vez sus escotes eran más pronunciados cuando salia conmigo, sin embargo en menos de una semana perdí el interés en ella, deje de llamarla e hice lo posible por no verla más.

Lo que les contaré a continuación sucedió un viernes en la noche, mi papá me dijo que vendría hasta el sábado en la noche, si no estoy mal había planeado un pequeño viaje con su novia -al cual obviamente yo no estaba invitado-, de modo que me quede en casa solo viendo un par de películas en mi cuarto; aproximadamente a las 10:00Pm me dio mucha hambre y baje a la cocina a prepararme algo, creo que me hice un sandwich de atún, me lo comí en la cocina y subí de nuevo, pero cuando llegue al segundo piso vi la puerta del cuarto de mi padre abierta, me invadió una inmensa curiosidad, ¿qué podría encontrar ahí?, ¿tal vez algo de la ropa interior de la novia de mi papá?, o ¿a lo mejor no hay nada interesante?; decidí entrar, total ellos estaban a kilómetros de distancia y nunca sabrían que entre con la intención de encontrar algo de ella -pero ella si lo supo-, y tal era mi estado que cualquier cosa habría sido suficiente.

Encendí la luz, vi la cama que estaba tendida y visualice en un segundo las horas de placer que han sucedido ahí; a simple vista no había nada de ella, solo de él, abrí la mesita de noche y solo vi un montón de condones, de varias marcas y de varias características que yo particularmente desconocía en aquel entonces, cogí unos que decían "punto g" y los guarde en mi bolsillo. Busque debajo de la cama y nada había ahí, luego en el armario y me sorprendí al ver ni siquiera un pantalón de ella, incluso mire detrás del tv y nada; no puedo negar mi decepción, entonces me acosté en la cama y mire al techo, me pregunte si nunca habían considerado que yo podía escuchar sus encuentros, luego considere que era probable que no les importara, al fin y al cabo es la casa de mi padre. Me levante y con mi mano pude sentir un objeto solido debajo de la almohada, sin pensarlo corrí un poco la almohada para no destender la cama y me encontré algo sorprendente.

Un consolador naranja, hecho como de goma o plástico, me pregunte si era de los de pilas, pero realmente no tenia importancia cuando me percate que este pequeño objeto naranja ha estado varias veces dentro del coñito de la novia de mi padre; considere la fortuna del consolador, pero en ultimas es un objeto, luego pensé en lo afortunado que era mi papá.

Quiero aquí hacer un pequeño comentario: a pesar de no ser virgen, en ese momento fui bastante consciente que nunca había contemplado la vagina de una mujer ¿eran todas iguales? claro que no, ya he visto en el porno que son diferentes, sin embargo nunca he visto una, o saboreado alguna, incluso no puedo decir si tienen olor, ¿acaso todas huelen igual?. Señor lector seguramente le sucedió que sus primeras parejas no dejaban que encendiera la luz, o que no dejaban -por vergüenza- apreciarlas desnudas, y hasta no le dejan a uno hacerles sexo oral... bueno por todo esto yo desconocía muchas cosas de la anatomía femenina.

Por eso me es algo difícil explicar lo que hice a continuación. Lleve el consolador a mi nariz, y aspire con fuerza, !qué exquisito aroma¡, es algo que me es imposible describir, creo que no existen palabras para poderles ilustrar ese aroma y lo que viví en ese instante, sin duda el olor impregnado en ese consolador daba cuenta de lo exquisito de la vagina de Pilar. Y enseguida -me sonrojo de lo que voy a decir- también pensé en probarlo, ya que tal vez podría tener algún vestigio de su sabor, puse el consolador a la altura de mi boca y lo lamí, primero solo con la punta de la lengua, y luego como si fuera un helado, pero no puede distinguir o percibir un sabor el particular.

Decidí tomar prestado el consolador -aun hoy en día lo guardo-, subí a mi cuarto, y me hice una de mis mejores pajas que recuerdo, con el consolador en mi cara e impregnándome del dulce olor de la vagina de la novia de mi padre.

Continuara.....

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agave

Soy mujer heterosexual

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Categoria: Fetichismo
Fecha de Publicación: 2016-12-17 14:08:10
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