Este es el primer relato de lo que apasionadamente vivimos mi esposa y yo.

Somos swinger hace varios años y nuestro perfil es bien visitado (no se nota con el cambio de la página), hemos conocido varias parejas y un poco más de hombres solos. Hace un tiempo nuestras salidas son más divertidas en tríos H-M-H pues ella disfruta mucho con el juego de seducción que antecede los encuentros.

Nos contactó un hombre solo de México que fue muy amable en su acercamiento y que aunque no era muy atractivo motivo el deseo de ella de conocerlo, nos citamos en un bar de la nueva zona rosa de Cali donde lo esperamos un rato. Siempre que salimos pensamos que si no llega el interesado igual la pasamos bien, pues disfrutamos de nuestra conversación y de nuestra compañía.

El amigo llego y su apariencia era mejor de lo que dejaban ver las fotos de su perfil, lo note en la mirada de ella que conozco bien. Conversamos de los tres, estamos tomando cerveza y se unió si molestarse. Nos contó los que hace y lo que busca, nos preguntó por nuestra experiencia y se interesó en lo que ella disfruta, por un largo rato conversaron ellos dos de las cosas que le gustan a ella.

Era un domingo como cualquier otro, teníamos que trabajar el lunes, nuestro amigo regresaba a México el jueves y nos propuso otro encuentro antes de regresar, su acento mexicano nos agradaba y ella, como cosa curiosa, lo invito a bailar salsa en una disco de Menga que tiene una noche de baile los martes. Cuando ella se interesa por alguien pide ir a bailar, nosotros pensamos que bailar es la cuota inicial de un buen polvo, por lo que medimos las posibilidades de sexo en su habilidad de bailar.

Llego el martes y como habíamos planeado salimos hacia la discoteca. Ella vestía un corto vestido negro con gris que la hace ver muy sexy. El expreso su agrado al verla. Una vez en la disco el tema era que tomábamos, ella quería ron pero el sugirió tequila, por obvias razones, pidió una botella, pensamos que era mucho, nos compartió una forma de tomarlo diferente que nos gustó y que además hizo que la botella bajara rápido en cantidad y subiera rápido a la cabeza.

Sus habilidades de baile no eran las mejores pero si su caballerosidad y su forma de coquetearle eran brillantes, quedaba poco menos de un cuarto de botella y llego la invitación, "que tal si vamos a un lugar más cómodo, donde pueda verte más de cerca y con menos ropa", el tequila había cumplido su misión y ella, aunque lo dudo, acepto.

Nos subimos al carro y mientras nos desbloqueaban la salida el acaricio sus ricos senos, ella recostó la silla para facilitar las caricias, desde la silla de atrás la beso y la acaricio a lo que ella respondió entre abriendo sus piernas e insinuando una noche erótica. Todas nuestras fantasías incluyen fotos y videos, ese momento en el carro, en la media luz de la calle y la luz interior del carro dejaba ver sus curvas y sus mexicanas manos recorriéndolas con deseo, finalmente pudimos salir y fuimos a buscar el motel.

Los besos y las caricias seguían y ella iba dejándose tocar cada vez más cerca de su sexo, las imágenes volaban en mi mente y en la cámara, cruzamos por la calle equivocada, error que nos llevó a una calle solitaria donde pudimos hacer el video de un erótico beso acompañado de la llegada de sus dedos a su vagina que ya estaba húmeda como resultado de las caricias, los besos y la situación.

Nos reincorporamos y llegamos al motel, la habitación era cómoda y bonita, ella entro al baño a refrescarse un poco y a acomodar su ropa interior que venía corrida del camino. Pusimos música, el canal porno y la luz justa para los videos y las fotos. A su salida la abrazo y la beso como si fuera la luna de miel, la bajo lentamente el vestido y la llevo a la cama donde ella acepto sus caricias y sus besos. Lentamente termino de quitar su vestido, dejo medio puesto el brassiere y se dedicó a besar su culo que hermoso y redondo decoraba la cama.

Ella busco desnudarlo y el no opuso resistencia, él se desnudó, ella acerco su boca a su pene y el siguió besando su culo que ya no tenía el pequeño panty negro que protegía su vagina. El 69 era evidente, mi cámara buscaba el mejor ángulo para la mejor imagen y ellos disfrutaban de sus cuerpos mientras yo hacía lo mismo con las imágenes. Ella me invito a acercarme, mi verga estaba erecta y lista, explotaba de pasión, ella disfruto mientras el manito besaba su vagina, saboreaba su clítoris y le metía sus dedos haciéndola gemir levemente de pasión. Ella chupo mi verga, sin dejar sentir la lengua que la excitaba cada vez más.

Me pidió que la penetrara a lo que gustosamente accedí, ella prefiere que el primero en clavarla sea yo. Ella se acostó boca arriba y yo puse sus piernas en mis hombros para metérsela como tanto disfrutamos en nuestra privacidad, nuestro amigo puso su pene en la boca y ella respondió con una mamada deliciosa que lo tuvo a punto de eyacular.

Mi momento había terminado y era tiempo de hacer los videos que tanto nos gustan y que luego morboseamos en casa. El busco un condón, ella seguía boca arriba, la penetro y con suave ritmo mi cámara vio sus senos moverse con la gracia de la mejor actriz porno, él era gentil y seguro, la penetro hasta que toda su verga desapareció en su vagina y ella sonrió de placer, nuestro amigo aun no experimentaba la fuerza de sus caderas moverse.

Cambiaron de posición y yo de ángulo, los minutos pasaban y ella gemía de placer, el hacía sutiles pausas que retrasaban su orgasmo y la motivaban a ella a hacerlo venir. Le pidió que se pusiera boca arriba, ella con sus dos manos metió la húmeda verga en su vagina y se dispuso a cabalgarlo, su movimientos son rítmicos y cortos, más de uno a caído de placer ante sus ricas caderas. Sus tetas brincaban, para no venirse ella se distrajo otro poco con mi verga que seguía dura y firme.

Él se resistía, para ella se estaba volviendo un reto, ese duelo siguió por un largo rato, varias posiciones y muchas fotos y videos. Ella se acomodó sobre él y con la pasión de toda la noche logro un orgasmo que nos erizo a los tres, nuestro amigo no pudo resistir el ímpetu de mi esposa y llegaron los dos en un momento digno del video que grababa.

Nos recostamos en la cama cansados pero satisfechos, ella fue al baño a darse una ducha pues ni el aire más fuerte de Cali había podido evitar que ella no sudara de placer. El hizo lo propio, descansamos un rato, pero ni la idea de tener que ir a trabajar el miércoles evito que reiniciáramos, esta vez sin cámara, pero si los tres en otro largo rato de pasión. Que buena culiada le pegamos, salimos todos satisfechos, el hizo la promesa de mostrarnos otra forma de tomar tequila y nosotros la de volverle a ver.