Julio 2016

Las ganas de tener una verga dura en mi boca me enloquecían, la obsesión se apoderó de mi

y no pensaba en nada más.

Estaba parado frente al cinema porno y  me decidí a entrar. El querer entrar a un cine porno empezó como una fantasía que fue evolucionando en una idea

que tarde o temprano tenia que llevar a cabo, así que para ese momento ya estaba mas que seguro de lo que buscaba y de lo que quería.

Pagué la entrada e ingresé, lógicamente solo había hombres, bueno, habían como mucho unas 4 niñas que no superaban los 13 anos de edad.

Entré al baño y me cambié la ropa interior, me puse una tanga, pues lo que quería hacer quería hacerlo con ella puesta.

Salí de baño y me senté en una de las sillas de atrás; pasaban una película de Esperanza Gómez.

No tardé en excitarme, así que metí mi mano en mi pantalón, mi pene estaba duro y empece a masturbarme, sin escrúpulos, no me importaba si me veían o no.

A una distancia de aproximadamente 5 o 6 sillas a mi izquierda había sentado un hombre que tomaba una cerveza., tenia su pene afuera, erecto, 

observaba como se masturbaba. No le quité la mirada de encima, ya había encontrado mi candidato.

Él me miró y, mordiéndome los labios. le hice señales, haciéndole entender que quería chupar su verga. Él accedió y nos fuimos hacia las sillas de la parte de adelante.

Nos sentamos, de nuevo el puso al descubierto su pene que seguía duro, al estar mas cerca de la pantalla podía verlo mejor; grande, duro, venoso, no dudé en agacharme y llevarme ese falo a la boca.

Al agacharme sentí esa tanga apretada en mi culo excitándome aun mas.

Con ese pene en mi boca me transformé totalmente, cualquiera que me hubiese visto juraría que tengo años de experiencia mamando vergas, nadie creería que esa era mi primera vez.

No quería parar, chupaba y chupaba como una adicta, no me importaba si me miraban, seguramente muchos lo hacían, no me importo nada.

Lo seguí masturbando mientras chupaba sus testículos, los mordía suavemente, mordía su suave cabeza, lamía el miembro y de nuevo todo en mi boca, hasta el fondo.

Tal vez era una habilidad innata que tenía dormida y que despertó como la furia de un dragón. Después de un instante aquel desconocido puso sus manos sobre mi cabeza, presionándome hacia él, ahogándome con su verga mientras mi saliva salía y mis ojos lagrimeaban. Esa sensación me encantó así que me deje llevar y chupaba mas y mas rápido.

Luego me incorporé y lo empecé a masturbar fuerte, el tipo estaba que se moría, a leguas se notó que nunca se lo habían mamado como yo se lo hice (Modestia aparte).

Note como empezó a eyacular, y un poco de su semen caliente cayó sobre mi mano mientras yo me mordía los labios con orgullo.

Qué cerda resulté ser; le chupe la verga a un desconocido en un lugar publico y lo masturbe hasta hacerlo eyacular, en un cine porno!

Me limpie la mano en el pantalón y aquel hombre se fué para el baño . Ya sentado sentí que me tocaban mi pene, que seguía duro; 

era un hombre fornido que estaba a mi derecha, sonriendo. Lo dejé que me tocara y lo toqué yo también por encima de su pantalón, yo seguía excitado y no me disgustaba la idea de hacer eyacular a un segundo hombre.

Su pene estaba duro, pero se sentía pequeño, lo cual bajó mis ánimos, asi que me detuve,  me incorporé y me marche, dejándolo con ganas de gozar como gozó el primer hombre.

Fuí al baño a cambiarme, esta vez fué mas dificil, pues habian muchos hombres ahí dentro,  así que lo hice rapidamente y me lavé la cara.

Después me marché del cinema y empecé a caminar si un rumbo fijo, casi que inconscientemente, como en un estado de trance.

Con relajación extrema, caminaba con una sonrisa en mi cara.