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Big Brother III

Julian

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Las dos están aquí por mi hermano, las dos compiten por la atención de mi hermano y, él no es indiferente a lo evidente; la que esta a su derecha posando su mano en la pierna de él, se hace llamara Rosemary, tiene gafas, la cara llena de pecas, su cabello es largo y liso, es blanca y con unas tetas tan redondas que jamas las creí reales, aunque lo eran. La que esta en la cocina trayendo una botella de vino es Jimena, por lo que he escuchado recientemente ha terminado con su novio, lo extraña a pesar de que ella constantemente lo engañaba con otros hombres, tiene el cabello negro y rizado, usa maquillaje en exceso, lleva las uñas pintadas de rojo y unas tetas mas bien normales, aunque, un culo espectacular.

Vamos por la segunda botella de vino, la primera duro menos de media hora, y en su mayoría fue bebido por la invitadas. Esta vez no hay closet, o por lo menos ese es el plan, lo que me hace sentir algo ansioso, nunca he estado con una mujer mayor y con experiencia; y cualquiera de las dos me parecen un excelente plan. Jimena se ve ebria, seguro no sabe o no quiere controlarse, habla de cómo su culo siempre atrae miradas en la universidad y en la calle, su culo esta lleno de anécdotas, una vez -dice ella- un tipo en bicicleta paso a toda velocidad y le dio una nalgada que la hizo gritar del susto, lo curioso es que lo relata sin rastros de indignación; A continuación nos entretiene con una historia donde gano un concurso de la mejor cola en una emisora, solo tenia que desfilar en una tanga junto con quince chicas más... Jimena gano por supuesto, y esa misma noche paso la noche con algunos de los Dj´s del programa, aclara ella que eso no tuvo nada que ver con que ganara el concurso. Por otra parte, Rosemary no cuenta mucho, lo más llamativo es un trío que tuvo con dos compañeros de clase, el final fue lo que me hizo volar la imaginación... sus compañeros de coordinaron para venirse en sus tetas. 

Están ebrias, muy ebrias y nosotros estamos sobrios, con apenas un leve matiz del sabor del vino; nos decimos todo con solo mirarnos, elijo a Rosemary, y mi hermano, sin protestar toma a la otra, la monta en su hombro y se la lleva a su cuarto, yo me quedo con Rosemary en el sofacama. Me acerco y ella me mira sonriente, después de hablar tanto se ha callado como si sus palabras fueran limitadas esa noche, miro su escote, su pecho, su cuello, quiero morderla, chuparla.

Tomo sus tetas, las aprieto, ella apenas reacciona, desabrocho entonces su blusa, no lleva brassier, sus pezones más que rosados tienen un tono rojizo, rápidamente imagino que el colo de su cuca debe ser igual, chupo sus pezones, primero suave y sigue sin reaccionar, luego con fuerza, y un movimiento de su mano acompañada un ligero gemido, sus dedos se enredan con mi cabello y hundo mi rostro en estas maravillosas tetas.

Pilar

Le pedí que se pusiera de espaldas, aprecie todo su cuerpo, disfrute cada rincón con mi vista, enseguida le pregunte si era prostituto, él no respondió, se río y quedo sin palabras; supuse que con otro color de piel habría visto como un rubor exagerado se habría apoderado de sus mejillas. Le piso que se acueste boca abajo a mi lado, él obedece inmediatamente, no me mira, no dice nada, solo sigue mis instrucciones, no nos hemos tocado pero mi vagina ya esta totalmente húmeda.

Poso mi mano delicadamente en su espalda, me regocijo en la diferencia de nuestras pieles, la suya negra, la mía blanca, mi cuerpo delicado y el suyo totalmente trabajado, tonificado como si cada musculo fuera tenido en cuenta desde hace años. Bajo lentamente la mano, sus nalgas son muy redondas, jamas pensé que un hombre pudiera tenerlas así, percibo su respiración, me monto en su espalda, me siento más pequeña cuando compañero el tamaño de nuestros cuerpos, creo que apenas si nota que estoy encima suyo, pongo mis manos en su espalda, le hago un breve masaje, él me mira en el reflejo del espejo y yo no puedo despegar mi mirada de su ancha espalda... y me mojo mas; sus nalgas quedan empapadas con mi fluido, se ven brillantes y redondas.

Se da la vuelta y, sin esfuerzo caigo delicadamente a la cama, cierra los ojos, pone sus manos en su nuca, ahora puedo ver lo duro que esta su pene, no es muy largo, pero se ve ancho y duro como si ese fuera su estado más natural; lo agarro suavemente con mi mano derecha, lo masajeo hacia arriba y hacia abajo muy lentamente, él sigue con sus ojos cerrados. Esta totalmente rasurado, lentamente me incorporo, me monto encima de él, abre los ojos y nos miramos, nos sonreímos, meto su verga en mi vagina, entra rápidamente, apoyo mis manos en su pecho, me fijo nuevamente en el contraste de nuestras pieles, él negro y yo blanca.

Comienzo a mover mis caderas muy lentamente al ritmo de una canción en mi interior, todo muy suave, todo solo goce sexual, tranquilo y sin prisas. 

agave

Soy mujer heterosexual

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Categoria: Fetichismo
Fecha de Publicación: 2017-12-11 06:02:25
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