Grindr ha sido de gran ayuda en este año, me ha brindado dos deliciosas vergas para mi disfrute, una de ellas ya conocen la historia, la otra estoy por relatarla.

De nuevo un Carlos aparece en la app, esta vez no recuerdo en que parte de la ciudad estaba, quizás en casa de una amiga por Unicentro, me conecte a ver que salía y apareció un mensaje con un simple “hola”, la conversación fluía como todas nombre, roles, ubicación y que buscábamos, le mande la foto que envió siempre de mi torso y culo, sin pedirla recibí una foto de una buen verga, unos 20 centímetros, y gruesa, la conversación se tornó caliente, a ambos nos gustaba que deseábamos en un encuentro; me lleve una gran sorpresa al enterarme que vivía solo y podía clavarme cualquier noche, luego de una entretenida conversación me regalo su WhatsApp, le escribí y coordinamos por allí un encuentro.

Pasados unos días de chat se llegó el día, me organice, depile mi culo y verga… cogí rumbo a su apartamento, luego de 15 minutos estaba timbrando a su celular, nervioso como para no perder la costumbre, no deja de ser un riesgo los encuentros así, le compartí mi ubicación a una amiga y le explique que estaría follando con un sujeto de grindr.

Pasados un par de minutos abrieron la puerta del garaje, parquee y me esperaba Carlos con una linda sonrisa, un catano delgado, trigueño alto, pelo corto y serio; un apretón de manos y al ascensor, conversamos sobre el día a día para romper el hielo, llegamos al piso, abrió, me invito a pasar a su apto, seguimos conversando un rato en la sala. Una vez entramos en confianza y nos sentíamos cómodos el uno con el otro me invito a pasar a su cuarto, comencé a quitarme la ropa al igual que él, nos acostamos en bóxer y comenzamos a acariciar nuestras vergas por encima, el entre tanto alternaba agarrándome el culo, comenzó a quitarme el bóxer le gusto verme totalmente depilado, me ayudo quitándose el suyo, una vez vi su verga quería metérmela toda… era mejor que en las fotos, comencé a chuparla sin mediar palabra, trataba de metérmela toda, aunque no llevaba mucho sin sex deseaba mucho aquella verga, Carlos comenzó a chupar la mía y en ocasiones alternaba con mi culo, después de un buen rato de 69 quería dedicarme más a ese manjar, se recostó bien y yo baje hasta tener su cabeza frente a la mía, lamí su tronco lentamente, saboree sus guevas y subí de nuevo a su cabeza, la chupaba mientras alternaba masturbándolo con mi mano, no quería dejar de chuparla, Carlos en ocasiones tomaba mi cabeza y clavaba su verga hasta el fondo, yo lograba controlar las arcadas que me producía su miembro, disfrutaba su grosor.

Minutos después de brindarle un delicioso oral a mi comensal le ofrecí mi culo para su deleite, llevaba un buen rato pidiéndomelo, deseaba clavarme tanto como yo deseaba ser clavado, saco un condón de su mesa de noche, antes de ponérselo lo chupe de nuevo, una mamada rápida para quedar con su sabor y disfrutarlo mientras se deleitaba con mi culo, paso su lengua con mi culo, nada como esa sensación, y comenzó a puntearme suavemente; aunque mi culo es flexible le cuesta la entrada, al ver que me dolía un poco saco KY de su nochero, sentí el frío de la crema en mi culo, le aplico a su verga y sin pedir permiso comenzó a meterla, mi cuerpo recibía cada centímetro de su verga, la excitación era aún mayor que muchas veces pues la crema facilito las cosas sin anestesiarlo, de repente paro, voltee a mirar que pasaba y me di cuenta que la tenía hasta el fondo, su cara de placer era indescriptible, para entonces en esta época de mi vida toda inocencia pasada se había transformado en lujuria y deseo sexual; comencé a mover mi cadera, sacaba y metía su verga, puedo decir que su tamaño es perfecto, no causa dolor o incomodidad, su grosor no te rasga, por el contrario brinda un puto placer del cual hoy por hoy diría yo estoy envergado (encoñado), incremente el ritmo de mis movimientos, Carlos, estaba por venirse, cogió mis caderas firmemente y continuamos con un ritmo suave pero firme; mi novia tenía razón al decir que sentir las guevas rebotar contra ella era delicioso, ahora la entiendo, sentía las guevas de Carlos contra las mías.

Me pare en las rodillas mientras la tenía adentro, abrace a mi comensal por la cadera mientras él jugaba con mis tetillas, sentía su respiración en mi oído, mordía mi lóbulo y susurraba sobre lo rico que la estaba pasando, la altura de ambos era la ideal para un buen goce de esa posición, incremento sus embestidas súbitamente lo cual hizo que quedara tendido en la cama, se posó sobre mi sin dejar de clavarme, levante levemente mi culo sentía toda su virilidad penetrarme, estaba a punto de venirme pero no quería hacerlo aún, apreté mi culo, esta vez Carlos no aguanto más y me dejo disfrutar su bombeo, desee poder sentir su leche caliente en mi culo, pero por seguridad no se puede… saco su verga, se quitó el condón y de inmediato fui a limpiarlo con mi lengua, normalmente no hago esto, pero con el estoy rompiendo mis reglas a la par que el rompe mi culo. Disfrute su sabor, hasta que perdió por completo su erección, se recostó y me pidió que acercara mi verga a su cara, me arrodille frente a él y comenzó a chuparla de una forma magistral, pronto estaba por venirme, me retire y deje toda mi leche sobre su pecho.

Caí a un costado para descansar un poco de la faena, disfrute sentirme plenamente comido al igual que ver su cara de placer.

Le pedí una toalla, me bañe mientras veía como de reojo me espiaba. Una vez vestido me despedí no sin antes hacerle saber lo mucho que disfrute la noche, habían pasado cerca de dos horas y aun debía trabajar.

Los encuentros han seguido hasta ahora pero esas historias harán parte de otros relatos.