Llevaba días imaginando historias en las que probaba una buena verga hasta que me decidí a ir donde un hombre con el que que venía chateando. Estaba muy emocionado, tenía mi verga dura mojada. Entré a su casa, nos miramos y de inmediato me puse de rodillas, recorrí toda su rica verga con mi lengua, despacito. Le daba besos y me emocionaba el sonido y como se movía esa verga en mi boca. Se sentó en las escalas que iban al segundo piso y yo seguía chupando mientras él hablaba por teléfono, eso me gustó más. 

Luego se puso en cuatro sobre la cama y tuve unas nalgas grandes frente a mi, las agarré con ambas manos, las abrí y puse lentamente mi lengua en su culo, movía mi lengua en todas velocidades y agarraba esas nalgas con fuerza, descansaba y lentamente me acercaba para darle más lengua y luego chupaba su verga. Fue lo más rico que haya sentido. Me gustaría repetir algo así, vivo en Medellín