Era mi primera vez en el Club Swinger. A pesar de la descripción que me habían dado del Club, mi curiosidad despertó al cruzar aquella puerta misteriosa y entre un vago recuerdo, estábamos completamente desnudos y yo… mojada…muy mojada….receptiva. Aquel vapor húmedo, cálido y oscuro era el lugar propicio paraque mi deseo creciera al sentir otras manos tocándome; era otro hombre junto con mi pareja despertando mi cuerpo y mi lujuria. Me levanté lentamente y me acomodé. Mi excitación crecía al saber que mi pareja miraba como otro hombre me penetraba y se movía rico; su ritmo aunque diferente, no era menos placentero, mi boca llena con el miembro de mi amado sólo podía exclamar quejidos de placer. Luego subimos a la habitación mi esposo y yo y allí terminamos lo que se había empezado antes porque a pesar de disfrutar muchísimo en el sauna, fue mi pareja quien me hizo llegar no solo una ni dos veces, recordando cómo me penetraba aquel extraño.

Más tarde subimos a la habitación con una pareja, mi esposo le bajaba a ella y el marido me penetraba, aquella vista y él que se movía tan rico tuve dos orgasmos más.

Cómo disfrutamos aquel momento, como me excita pensar que era la primera de muchas veces que me perdería en aquel mundo de deseo, placer, cuerpo y sexo.

Luego contaré que en otro ocasión me metieron algo tan grande que no quise ni ver, pero si lo sentí y disfruté mucho, tanto que la próxima vez sí quiero verlo y cumpliré el deseo de intentar metérmelo….y no solo por delante

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