Eran vísperas de navidad y la casa estaba llena, mi cuñada llegó de chile y la acomodamos en el apartamento. Es súper atenta y muy especial, siempre da abrazos ricos y huele delicioso. Una mañana normal mi esposa fue a la cocina a preparar el desayuno, mientras tanto me quede en la cama viendo correos, pero mi ereccion matutina no se hizo esperar. Tenía la verga durísima y pensé en bajarla de alguna manera. Tengo en la mesa un lubricante de cereza y aplique un poquito en la punta de la verga. Bajo las cobijas empecé a masturbarme escuchando la gente en la cocina... siempre lo hago pero estoy muy pendiente de los ruidos por si mi esposa entra. Pero sutilmente vi una cara aparecer en  la puerta y era mi cuñada quien con los ojos vidriosos notó el movimiento de mis manos. Yo me quede impávido pero sentí mi verga durísima. Ella saludo desde afuera pero ya el daño estaba hecho. Seguí la verdad y nunca imaginé que regresara, tenia Morbo de verme pajeando. Callada me miraba como buscando ver más y la exitacion hizo lo propio y se la mostré. Su cara se transformó y vi su lengua asomar inconsciente. Ya les contaré más