Inquieta, ansiosa de escucharte, de sentirte de verte, te busco con un mensaje, deseando y planeando una conversación subida de tono que nos ponga tan calientes que terminemos masturbándonos juntos, me encanta ese juego donde te narro todo lo que hago con mis manos y como siento que mis dedos se convierten en tu lengua acariciando y chupando mi clítoris, toda esa fantasía que recreo en mi cabeza inunda mi vagina de la forma que suele enloquecerte. Esta noche estas ausente, así que me fui a la cama algo agitada, mientras me metía entre las cobijas vi que respondiste, es tan absurdo e increíble lo que pasó en mi en ese momento, con tan solo ver tu nombré en mi teléfono, con tan solo saber que estabas allí pensando en mi y esperando por una respuesta, me dio un impulso salvaje, metí mi mano entre mis pantis y sin pensarlo mucho introduje fuerte dos dedos en mi vagina que ya estaba empapada, basto solo con un par de movimientos para sumergirme en un orgasmo que me hizo gemir intenso y delicioso… Ese es el poder de esta conexión apasionada que tenemos tu y yo.