Siempre me pareció excitante ver la saga de películas de Underworld (inframundo), y lejos de admirar los looks góticos, soñar que era un vampiro o planear la defensa del reino, lo que me llamaba la atención, era las escenas eróticas que involucraban a los hombres lobo. Me excitaba demasiado ver la pasión con la que estos personajes cogían. He tenido gustos yiff desde la adolescencia y apenas me entero que, como yo, hay muchos más.

Los Yiff somos personas que disfrutamos el contenido sexual que involucra a seres antropomórficos. Es decir, nos calentamos viendo el material porno creado por la cultura furry.

¿Y qué es eso de los furry?

Los furry, aunque hasta ahora están en auge, empezaron a conformar su subcultura urbana en la década de los 80, cuando agruparon a los fanáticos de los animales con atributos humanos, como el habla, el pensamiento y el caminar erguidos, entre otros, en una comunidad que con los años toma más fuerza y se va convirtiendo en el precursor de otras tendencias.

¿En qué se diferencian de los yiff?

La diferencia es sencilla. Aunque ambas comunidades tienen el mismo gusto por los animales- humanos, solo los yiff dan relevancia al aspecto sexual, es decir, para ser yiff, hay que ser furry, pero ser furry no significa que seas yiff.

En una entrevista para Vice México, Alph, un integrante de la comunidad Furry, expresó que había seguido por un tiempo todas estas tendencias de lejos, pues sentía temor frente a los estigmas; pero ahora que es parte de ella, siente que puede expresar quién es realmente sin represión, pues en esencia, el furry es respeto y tolerancia. “El furry significa diversión e identidad. Me ha ayudado a ser más abierto, para desechar ciertas limitaciones sociales. Ahora me siento cómodo explorando la sensualidad y sexualidad sin timidez”. Indicó el joven, quien además señaló ser también yiff.

Como Alph, muchas personas se desenvuelven mejor en la intimidad utilizando disfraces o máscaras que les permitan adoptar una imagen con la que si se sienten identificados, por lo que es común que muchas personas entren a estas comunidades para encontrar una pareja que no solo tenga los mismos gustos, sino que quiera explorar e ir más allá, sumergidos siempre en una fantasía erótica.

Igual que el cosplay, el yiff permite que se desarrollen ciertos juegos de roles que hacen más interesantes los encuentros sexuales y para los que hay juguetes y accesorios eróticos que se disfrutan más en medio de una fantasía igual a esta. Imagínate personificar a la sexy conejita Lola Bunny utilizando un plug anal como este: Plug Anal Pink Bunny  o seducir a un hombre lobo para que te someta utilizando un Arnés con Restricción de Brazos. No está de más escaparse de la realidad por un momento y darle rienda suelta a la imaginación.

Si te gustaron las particularidades de esta comunidad, puedes unirte, sea porque quieras conocer a fondo la subcultura o porque tus deseos sexuales quieran explorar ese lado salvaje y fantástico que ofrecen los yiff.

H2: Sea cual sea el caso, unirte a la comunidad será más sencillo si sigues las siguientes recomendaciones.

1. Sé un miembro activo asistiendo a eventos, apreciando el arte o participando en foros.
2. Acepta solicitudes de personas que tengan el mismo interés y comparte con ellos tus dudas y propuestas.
3. No te pierdas las convenciones furrys, en ellas podrás expandir tu pensamiento y conocer las variaciones de la comunidad.
4. Crea tu fursona. Elige el animal que más te llame la atención para hacer una especie de avatar e interactúa siendo él. Puedes crear especies híbridas o innovar con un personaje que sea obra de tu imaginación.
5. Ponle un nombre a tu personaje, vístelo a tu gusto, ilústralo o, si prefieres, elabora el disfraz.

Como siempre, te recomendamos ponerle mucha creatividad al asunto, para que la pases rico y, a través de este tipo de actividades, conozcas personas nuevas. Recuerda dejar de lado los prejuicios y ser amable con todos los miembros de la comunidad.