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Si sigues leyendo esta parte, te lo agradezco de todo corazon, pero continuemos, Habia regresado a mi pais con doble nacionalidad y como mujer, yo como toda ama de casa mi nueva familia, la de mi esposo venia normalmente cada fin de semana a visitarnos en especial a su papa, y les encantaba venir a comer lo que yo preparaba, desde un buen mole verde con pollo o cerdo o mis costillas bbq al horno. diria que era una muy muy buena relacion hasta hoy.
Cuando su nieto de 2 años , llego a la casa a festejar su cumpleaños cocine unas hamburguesas con papas y el pastel, la verdad es que no me esperaba que ese dia con todos sus hijos, nietos , nietas y sus nueras me pidiera matrimonio con anillo y todo justo al año y medio de conocernos y yo logicamente acepte, hablamos con el abogado el juez para la boda civil,se busco de rentar un jardin con la banqueteria yo puse una parte mi marido otra parte y llegaron casi toda su familia, ahi conoci hasta a sus primos ya algo mas viejos y demas familia casi 70 personas asistieron ahi a nuestra boda a firmar el acta.
Para mi la emocion desde el momento que fuimos al Soriana a comprar el pastel de boda, cuando mis Nueras me acompañaron a comprar vestido de novia, ya saben color blanco algo elegante nada vulgar, un corte Sirena.
Paso todo, la firma de la sociedad matrimonial con mi marido que si yo cuando me case con el hace 5 años (tenia 47 y el 63) , la botella para el brindis, la comida cortar el pastel, y lo mas bonito salirnos del jardin en el carro de recien casados rumbo a la luna de miel y la noche de bodas.
Aunque suene extraño:¡A muchas mujeres nos encanta follar!Y cuando digo follar, no me refiero a un mísero y rápido misionero una vez al mes. Muchas de nosotras queremos que nuestro marido o novio al llegar a casa nos empotre contra la pared y sin darnos tiempo a reaccionar nos tome.¡Y qué decir del sexo oral! El chiste más famoso entre los hombres es:Pregunta: "¿En qué se parece una langosta a la americana a una buena mamada?Respuesta: ¡En que no te la hacen en casa!¡Y encima se descojonan!Desde aquí quiero reivindicarme y conmigo a todo el sexo femenino:Aunque, mi marido, siempre había supuesto que me daba asco: ¡Era mentira!. Desde la primera vez que saboreé su semen, deseaba que una noche me dejara que se la mamara hasta dejarlo seco y tragarme sus bebes
Mi marido había sido educado a la antigua y sostenía que una mujer decente nunca podría disfrutar comiéndose una buena polla. Por eso cada vez que intentaba hundir mi cara entre sus piernas, el me obligaba a levantar sin dejar que metiera su verga en mi boca lo hacia para despertarlo.
Si hablamos de mi autentica necesidad de que me chupe mi coño, ¡Peor!
Os juro que las pocas veces que mi hombre se había dignado a bajar y comerme mi concha o lamerme el ano, y que yo lo había disfrutado como una perra. Pero por mucho que le insinuaba que deseaba que me gustaría que me lo hiciera, el tonto de las pelotas se reía creyendo que iba de broma..Tal vez era la edad o bienq ue para cumplirme tenia que tomar Viagra.
Como la mujer fogosa y cachonda que soy, necesito mi dosis diaria de sexo. Desde que me cambie de sexo me ha gustado que me follen a lo bestia, que mi hombre use mi trasero a su antojo pero sobre todo explorar y abusar de mi cuerpo con nuevas experiencias.¡Joder! Hasta hace seis meses, ¡Nunca me habían dado por culo! ( unicamente la vagina), ¡Jamás me habían dado un azote! Ni se me hubiese pasado por mi cabeza que mi marido me obligara a desnudarme en público y menos que sin pedirme opinión, ¡Me compartiera con otra mujer!.Afortunadamente, gracias a una conversación con su mejor amigo antes de la boda, ¡Todo cambió!Cuando más desesperada estaba, se me ocurrió pedirle consejo porque estaba seriamente meditando el no casarme con el. Fernando, así se llama nuestro compadre, al explicarle que no me sentía deseada por Manuel, me preguntó:-¿Tú le quieres?-Por supuesto, sigo enamorada de él y si te lo estoy diciendo es porque necesito que le cuentes como me siento- respondí.Fue entonces cuando ese mujeriego me soltó:-Sé cómo solucionar tu tema pero no te va a gustar.Tan desmoralizada estaba que cogiendo sus manos, le pedí que me dijera cual era esa solución. Fernando soltando una carcajada me contestó:-Debes hacerle creer que en la noche de bodas eres su mascota, su zorra su puta , que planeas que te deje embarazada (el no sabe que soy Trans)
Despues de la boda, llegamos al hotel en Acapulco y para mi sorpresa al llegar a nuestro cuarto, me fui al baño me cambie de ropa por unos ligueros tanga y un bra muy sexy de encaje todo con mi velo claro para no salirme del papel.
-¿Qué quieres? ¿Te gusta lo que vez?Esta vez, me respondió inmediatamente diciendo:-Una mujer que me quiera y me respete.Al escucharlo supe que mi sueño estaba hecho una realidad y cogiendo mi móvil, tecleé:-Te quiero y te respeto.Nuevamente no tardé en recibir su contestación, al leerlo sentí que mi culito se empapaba de gusto-Demuéstralo- me decía.Ya preparada, me miré al espejo y satisfecha por el resultado, me dije en voz alta:-Parezco una puta. Solo espero que mi marido me vea así y me trate como una fulana.¡Era el momento decisivo!
Moviendo mi culo como una gata en celo, hice mi movimiento."Este no se me escapa" y arrodillándome en mitad de la habitación, gateé hasta él diciéndole lo mucho que le quería y lo enamorada que estaba.Me contesto y sin dar mi brazo a torcer, me encaramé sobre sus rodillas y le empecé a besar. Haciéndose el duro pero sin rechazar mis caricias, cerró sus ojos."SERE TRANS PERO HOY ME FOLLA COMO SI ME PREÑARA" exclamé mentalmente.Comportándome como una guarra de un striptease, froté mi sexo contra su entrepierna. Aunque seguía sin hacerme caso, su pene le traicionó ( BENDITO VIAGRA) porque creciendo bajo su pantalón, me dejó claro que le estaba poniendo bruto. Frotando mi coño contra su polla conseguí que en menos de dos minutos su erección fuera considerable y decidida a aprovechar la oportunidad, le bajé la bragueta y lo liberé."¡Que preciosidad", pensé al verlo totalmente tieso.Estaba todavía decidiendo si penetrarme con él o hacerle una felación cuando escuche que mi marido. me decía:
-Con la boca demuestrame que eres mi puta sumisa-
Os juro que fui la primera sorprendida de lo rápido que se iban a hacer realidad mis deseos y por eso sentí que mi vulva se derretía cuando con gesto autoritario, el me lo puso en la boca. Ni os tengo que contar que hice. Disfrutando como la perra en que me había convertido tanta necesidad, abrí mis labios sin quejarme y poco a poco lo fui introduciendo en mi boca. No os podeis hacer una idea de lo caliente que me puso sentir como poco a poco su verga iba rellenando mi garganta.
Tratando de concentrarme en ello cerré los ojos para así recordar lo que había sentido. Él, malinterpretando ese gesto, me gritó:-Abre los ojos ¡Puta! Quiero que veas que es a tu marido al que se la chupas.Al escucharlo, lloré de felicidad y mientras por mis mejillas caían dos lagrimones, con mi lengua empecé a acariciar ese manjar que ahora seria solo mia. Decidida a que esa mamada fuera memorable, introduje toda su extensión hasta el fondo de mi garganta con todo y testiculos CHINGUE A SU MADRE."¡Cómo me gusta!", me dije.
A partir de ese momento, mi boca fue mi sexo y metiendo y sacando su verga de su interior fui calentándome cada vez más. Ya estaba sobre excitada cuando de pronto, presionó mi cabeza contra su entrepierna clavándome su polla sin misericordia. Cuando ya creía que nada se podía comparar, le oí decir:
-Mastúrbate con la mano, ¡Zorra!.Su insulto me enloqueció y sintiéndome su sumisa por primera vez, obedecí separando los pliegues de mi vulva y comenzado a pajearme. Nada más tocar mi clítoris estuve a punto de correrme y por eso pegando un berrido, torturé ese botón con rapidez sin dejar de mamarle. La sensación de sentirme usada no tardó en que llevarme hasta el orgasmo y pegando un chillido, me corrí sobre la alfombra de aquel cuarto de hotel.Espoleado por el volumen de sus gritos, mi marido usando mi boca como receptáculo de su amor, se dejó llevar y con brutales sacudidas, explotó derramando su simiente dentro de mi boca. Al paladear su agridulce sabor, me volví loca y ya sin ningún recato me puse a disfrutar de su semen. Usando mi lengua como cuchara, devoré todo su eyaculación sin dejar que se desperdiciara nada.Como si una desconocida se hubiera apropiado de mi cuerpo, ordeñé su miembro con un frenesí que ni siquiera me avergonzó oírle decir al terminar:-¿Te ha gustado esposita mía?Necesitada de polla, me puse a cuatro patas y pegando un berrido, le pedí que me follara. Fue entonces cuando le vi acercarse a mí y poniéndose a mi espalda, me pegó un azote mientras con voz dura, me decía:-Abre tu puto culo con las manos.
Si bien estaba aterrorizada porque nunca nadie había usado mi entrada trasera, no pude negarme a hacerlo aunque veía sus intenciones. Rogándole que tuviera cuidado porque mi culo estaba sin lubricar, separé mis nalgas. En ese momento pensé que me iba a romper mi ojete sin más pero afortunadamente, lo que sentí fue a su lengua recorriendo los bordes de mi esfínter mientras sus dedos se dedicaban a acariciar mi ya mas que excitado clítoris.-¡Que gusto- suspiré aliviada al notar que no iba a darme por culo a lo bestia y ya más tranquila me puse a disfrutar de esa doble caricia.
Mi marido, viendo mi entrega, embadurnó sus dedos con mi saliba y como si fuera algo habitual en él comenzó a untar mi ano con ese líquido viscoso llamado saliba. Al sentir que uno de sus dedos se abría paso por mi esfínter, me entró miedo y aunque no me atreví a separarme, le chillé aterrorizada:
-¡Por favor! ¡No lo hagas!-Cállate puta- fue su respuesta a mi petición.Asumiendo que me iba a desflorar lo quisiera o no, apoyé mi cabeza en el sofá tratando de facilitar sus maniobras. Satisfecho por mi claudicación se recreó jugando con su yema en el interior de mi culo. Si ya de por sí esa sensación me estaba encantando, no sabeís lo que fue el recibir en ese instante otro duro azote sobre mis nalgas.-Ahhhh- grité mordiéndome el labio. Mi gemido de placer fue erróneamente interpretado por mi marido y pensando que me dolía, volvió a coger más flujo de mi coño y con sus dedos impregnados, siguió relajando mi culito.
"¡Dios como me gusta", pensé moviendo mis caderas para disfrutar aún más de ese momento.
Mi marido, rompiéndome los esquemas, me sorprendió gratamente porque comportándose como un amante experimentado en vez de sodomizarme directamente, tuvo cuidado y siguió dilatándolo mientras que con la otra mano, me volvía a masturbar. -¡No puede ser!- aullé confundida al percatarme de que lo mucho que me estaba empezando a gustar que miss dos entradas fueran objeto de sus caricias y sin poderlo evitar me llevé las manos a los pechos y pellizqué con fiereza mis pezones, buscando incrementar aún más mi excitación.Al notar que Manuel forzaba mi ano con dos dedos, sentí que moría y pegando un aullido me corrí como hacía años que no lo hacía. Mi placer le informó que estaba dispuesta y sin dejarme reposar, untó su órgano con mi flujo y abriendo mis dos cachetes, llevó su glande ante mi entrada: -¿Deseas que tu marido tome lo que es suyo?- me preguntó sabiéndose al mando mientras jugueteaba con mi esfínter. Tan necesitada estaba de experimentar por primera vez que alguien me daba por culo que ni siquiera esperé a que terminara de hablar y echando mi cuerpo hacia atrás, empecé a empalarse. El miedo me hizo hacerlo lentamente y por eso disfruté de cada centímetro de su pollón abriéndose camino a través de mi ano.El placer de sentirme indefensa mientras mi marido desvirgaba mi trasero pudo más que el dolor que subía desde mi ano."Dios, ¡Cómo duele!" exclamé en silencio.
Casi llorando soporté ese delicioso castigo y sin quejarme seguí embutiéndome su miembro hasta que sentí su base contra mi culo, llenándome por completo. Temblando de arriba abajo pero decidida a buscar el perdón por mi supuesto desliz, le pedí que me follara. El deseo reflejado en mi voz le convenció que había conseguido su objetivo y disfrutando de su nuevo poder, con parsimonia, fue extrayendo su sexo de mi interior.
Al hacerlo, experimenté dichosa de como su verga iba forzando los músculos de mi ano. Deseando seguir disfrutando de ese placer y cuando casi había terminado de sacarla de mi culo, con un movimiento de sus caderas, me la volvió a introducir hasta el fondo. La mezcla de dolor y de placer me dominó por completo y deseando que nunca terminase, fui objeto de su lujuria mientras mi marido aceleraba el ritmo con el que me daba por culo."¡Madre mía!", deseé, "¡No pares!"
Sintiendo que mi esfínter suficientemente relajado, Manuel convirtió su tranquilo trotar en un desbocado galope y queriendo tener un punto de agarre, me cogió de los pechos para no descabalgar.
-¡Me encanta!- no tuve reparo en confesar al experimentar lo mucho que estaba disfrutando.Al escuchar mi sollozo y mientras me daba otro doloroso azote, contestó.-¡Serás puta!Lejos de molestarme su insulto, me azuzó a demostrarle la clase de zorra con la se había casado y por eso, le imploré que me diera otra nalgada. Si le sorprendió esa confesión, no lo demostró y sin que se lo tuviera que volver a pedir, alternando entre mis dos cachetes, me fue propinando sonoros t dolorosos azotes marcando el compás con el que me penetraba.Os sonara raro e incluso pervertido pero ese rudo trato me llevó al borde de un desconocido éxtasis y sin previo aviso comencé a estremecerme al sentir los síntomas de un orgasmo brutal. Disfrutando como nunca y mientras todo mi cuerpo temblaba de placer, berreando como una cierva en celo, le rogué que siguiera azotándome:-¡No Pares!, ¡Por favor!- aullé al sentir que todas mis células colapsaban por las sensaciones que brotaban del interior de mi culo. Mi completa entrega fue el acicate que le faltaba y cogiendo mis pezones entre sus dedos, los pellizcó con dureza mientras usaba mi culo como frontón. Sin poder soportar tanto goce, pegando un alarido, me corrí cayendo desplomada sobre la alfombra.-¡No aguanto más- chilléMi marido , decidido a castigar mi infidelidad no se quiso perder esa oportunidad y forzó mi esfínter al máximo con fieras cuchilladas de su estoque. Reconozco que aunque estaba agotada, me gustó que no me dejara descansar y que siguiera violando sin parar mi adolorido ano. Es más cuando pegando un grito me exigió que colaborara en su placer, sentí nuevos bríos y meneando mis caderas, convertí mi trasero en una especie de ordeñadora. Presionando con mi ano sobre su pene, busqué su eyaculación con un fervor que hasta a mí me dejó sorprendida.
Mi nuevo entusiasmo provocó en mi marido un brutal orgasmo y derramando su simiente en mis intestinos, le ví estremecerse de placer mientras me llamaba traidora. Convencida de cual era mi papel, seguí ordeñando su miembro hasta dejarlo seco. Al terminar, mi marido sacó su pene de mi culo y agotado, se dejó caer sobre el sofá.
Sabiendo que era el momento de demostrarle mi total sumisión, me acurruqué a su lado y con besos apasionados, le agradecí tanto el haberme como el haberme dado tanto placer.Fue entonces cuando por primera vez, mi marido me trató como sumisa (cosa que yo me hacia cargo solo de la casa, el como pensionado solo vivia como rey) y pegándome un empujón, me tiró al suelo mientras me decía: -Ahora eres mi esposa para siempre y lo mas importante. ¡Eres una puta pero quiero que seas mi puta!. Si me prometes darme placer, te comprare lo que me pidas.Arrodillada a sus pies y bajando mi mirada, le dije que cual era su fantasia mas secreta:-Si me permites cumplirtela, te juro que nunca te arrepentirás. Satisfecho por mi respuesta, soltando una carcajada, me contestó:-Vistete con tu ropa interior nos vamos a la cama a dormir pra mañana ir a la playa. Tráeme un whisky. Quiero una copa mientras observo como me la vuelves a mamar.Supe al escuchar de su boca cual era mi destino que había ganado y no pudiendo evitar que mi rostro mostrara mi alegría, me levanté a cumplir su orden. Mientras le servía la copa, con una sonrisa en los labios, pensé en todos los años que había perdido y con una felicidad desbordante, me dije:"Ahora que soy una mujer, que estoy casada , ¡Pienso disfrutar!.... y si mi marido no está a la altura, me buscaré un macho que si lo esté".Al volver a la habitación, nos dormimos abrazados hasta el otro dia que nos iriamos a la playa y le daria una sorpresa con mis microbikinis.