Guía Cereza

Desatando el arte del Shibari: Una charla con Mateo Ramírez sobre comunicación erótica en AEFEST 2024

por: GuiaCereza Publicado hace 3 meses 1K Vistas
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Mateo Ramirez es un atador de la ciudad de Medellín, miembro del colectivo Shibari Medellín. Mateo concibe el Shibari como una disciplina, de modo que mantiene una contínua búsqueda por descubrir y profundizar en una práctica que nos ha comenzado a llegar de a pocos desde tierras muy lejanas. Mateo ocasionalmente se desempeña como tallerista y formador, además de que en los últimos años realiza presentaciones públicas, tratando de divulgar el shibari a través del performance.

En conversación con Mateo nos contó:

1. ¿Podrías contarnos cómo descubriste el Shibari y qué te llevó a convertirte en un atador?

Hace unos años comencé a asistir a fiestas Kinky llevado por satisfacer algunas curiosidades e inquietudes. En esas fiestas tuve la fortuna de ver a otras personas atar, y fue como amor a primera vista. Desde el momento que vi shibari en vivo y en directo sentí un deseo y un impulso muy fuerte por convertirme en atador.

2. ¿Qué aspectos del Shibari encuentras más fascinantes y cómo te han influenciado en tu práctica personal?

El shibari es una práctica que engloba muchas cosas; estética, intercambios de poder, comunicación no verbal, dolor, placer, emociones intensas, drama y dos personas que se encuentran para buscar algo.

Ese algo que buscan las dos personas, es decir, la intenciones de una sesión de shibari, pueden ser además diversas. Uno podría estar buscando solo algo estético o técnico sea para una sesión de fotos o para un show. Pero podría uno también intentar conducir durante la sesión a la persona entre cuerdas a una catarsis a través del dolor y el sufrimiento para culminar en una "redención" de la persona que es atada. Podría uno, además, buscar una conexión muy intensa entre las personas que atan para expresar e intercambiar emociones, muchas veces sin mediar palabra. Poría también ser una práctica simplemente para hacer del sexo, o simplemente de tu día, algo más divertido.

El tipo de shibari que más me gusta a mí, busca desnudar la vulnerabilidad de la persona atada y a través de esa vulnerabilidad influir física y emocionalmente. Esto me permite experimentar otro aspecto que me fascina y son los contrastes. ¿Alguna vez has sido cruel mientras eres muy cariñoso y amoroso? ¿Alguna vez te has comportado de forma sádica, con una persona que lo desea, para luego ser compasivo y brindar consuelo sin ser incoherente? Pues este tipo de contrastes nos brinda el shibari, y todo esto buscando siempre la belleza de los cuerpos, las ataduras y las emociones que afloran.

3. En tu ponencia en el AEFEST 2024, ¿qué temas principales abordarás y cómo planeas explorar la disciplina del Shibari?

Desde que comencé a practicar shibari he escuchado que es una práctica de comunicación y conexión, pero cuando preguntaba sobre estos elementos recibía muchas respuestas que sonaban mágicas y fantásticas, pero no recibía casi respuestas que satisfacieran mi duda como atador. Llevo años estudiando y explorando el shibari, y en estos años he ido descubriendo y aprendiendo sobre conexión y comunicación.

En la charla, quiero dar respuesta a la pregunta de cómo pueden las cuerdas y la práctica del shibari ser una forma de conexión y comunicación, sin caer en explicaciones románticas que a veces confunden más de lo que responden. Quisiera que lo que expondré sirva también para que las personas lo piensen y lo implementen en otras prácticas eróticas, o incluso el sexo vainilla, donde la verbalidad queda relegada a un lugar secundario y nos comunicamos principalmente de forma no verbal.

4. ¿Cómo describes el enfoque que tienes hacia el Shibari como una disciplina? ¿En qué se diferencia de otras prácticas similares?

El shibari para mí se volvió una pasión casi obsesiva. Yo todos los días pienso un montón sobre shibari, leo sobre shibari, estudio shibari, veo cuanto puedo sobre shibari, y obvio ato todo lo que puedo. Pero también considero que el shibari nos empuja a ir creciendo como personas, porque el shibari trata también de adaptarse a cada persona con quien uno ata, retandonos a descubrir qué desea esa persona, cuáles son sus necesidades, sus límites (incluso lo que no fueron expresados), como puedo gestionar emocionalmente con esa persona y como puedo hacer que al finalizar la sesión ambos estemos felices y satisfechas.

Por otro lado, el shibari es una práctica Japonesa y la cultura japonesa tiene la particularidad de que todo, hasta detalles muy simples, están llenos de significados profundos. Siento que el shibari se diferencia de otras prácticas kinky en que está construído sobre un montón de tradiciones, conceptos y filosofías que nos hablan de la estética, el sufrimiento, el otro, nuestros demonios internos, el deseo, el placer, la catarsis, la redención, etc. Y por tanto no basta con aprender a manejar una cuerda y aprender sobre el cuerpo humano si quieres ir bien profundo dentro del shibari.

5. ¿Cuál es el papel del Shibari en el contexto de las artes eróticas, y cómo ves su evolución y recepción en la sociedad actual?

El shibari es una práctica muy interesante porque nació en japón como una práctica puramente erótica y sado masoquista. Pero a medida que ha ido evolucionando, y a medida que ha ido llegando a occidente, se ha diversificado un montón. Ahora vemos personas que meditan por medio del shibari, propuestas estéticas super interesantes y hasta formas muy diversas de interactuar mientras se ata que se alejan del sadomasoquismo.

Creo que el shibari aún es algo muy novedoso en occidente, y en latinoamérica aún más, pero aún así tiene una gran acogida. Acá en latinoamérica no es común que se nos vea como pervertidas a las personas que practicamos shibari, y eso es muy positivo porque desde el enfoque de artes eróticas hay mucho aún por proponer, explorar y mostrar alrededor del shibari. Creo que el shibari desde un enfoque artístico, además de la belleza, puede mover muchas fibras de manera muy intensa, al igual que una obra de danza contemporánea, por ejemplo.

Yo espero que el shibari siga creciendo en Colombia, y se me hace emocionante pensar que en los años venideros veremos propuestas muy interesantes desde el enfoque de artes eróticas.

6. ¿Podrías hablar sobre la importancia de la técnica y la estética en el Shibari? ¿Cómo se integran estos elementos en tus presentaciones y talleres?

El shibari nació como una práctica para ser apreciada. Es una práctica que uno puede practicar en la intimidad, pero fue concebida como una práctica para ser ilustrada, fotografiada o presentada en vivo o en video. Es por esto que la estética es fundamental en el shibari, porque el shibari es de cierta forma una constante búsqueda de la belleza.

Por otro lado, la técnica es fundamental. El shibari es una práctica de alto riesgo, y si las personas que atamos (con atamos me refiero a ambas, las personas que atan y que son atadas) no ponemos cuidado en la técnica habrán accidentes y lesiones muy desagradables. Pero por otro lado, si estamos hablando de que a través de nuestras ataduras nos comunicamos, una técnica torpe y mal cultivada comunica torpeza, inseguridad y peligro. Eso obviamente impacta de forma muy negativa la persona que está siendo atada.

En los talleres que damos en shibari Medellín, tratamos de integrar todos los elementos. Técnica, seguridad, estética y comunicación. Cada persona verá qué enfoque le quiere dar a sus ataduras, si quiere solo atar para tomar fotografías está muy bien, al igual si quiere aprender una práctica para la intimidad, o quiere retarse a través del shibari, o simplemente quiere divertirse. Lo fundamental para nosotros es brindar herramientas para que otras personas encuentren felicidad y satisfacción a través de las cuerdas.

En cuanto a las presentaciones, he explorado dos tipos de presentaciones y ambas me gustan. Un tipo son las presentaciones muy técnicas, donde se trata de mostrar figuras bellas de parte de la modelo moldeadas por las cuerdas. El otro tipo son sesiones que intentan reproducir la intimidad de una sesión privada, pero ante el público. Esas segundas son mis favoritas porque más que figuras exigentes y ataduras complejas, buscan enganchar al público con la tensión que se genera entre dos personas que atan.

7. En tu experiencia, ¿qué desafíos has enfrentado al divulgar el Shibari y cómo los has superado?

Por un lado, las redes presentan constantes desafíos a causa de la censura. Muchas veces, aunque uno solo suba algo muy artístico, nos bajan la fotografía o hasta nos tumban el perfil por considerar que en la foto hay violencia.

Por el lado de los talleres, ha sido un camino largo aprender a dar talleres, y seguimos aprendiendo. Un taller de shibari puede englobar muchos temas y hay que desarrollar una metodología adecuada para no solamente entregar los conocimientos necesarios, sino también para compartir y tratar de contagiar el amor que tenemos por esta práctica.  

8. ¿Cómo crees que la práctica del Shibari puede contribuir a una mayor comprensión y apreciación de la conexión entre el cuerpo y el placer?

La práctica del Shibari, con su enfoque en la cuerda, la conexión, y el consentimiento, puede ser una vía poderosa para explorar la relación entre el cuerpo y el placer, proporcionando un espacio único para la autoexploración, el autoconocimiento, y la comunicación íntima. Aquí hay algunas formas en que el Shibari puede contribuir a esta comprensión:

1. Conciencia Corporal:

El Shibari requiere que tanto la persona que es atada como el atador estén plenamente presentes y conscientes de sus cuerpos. A través del contacto de las cuerdas con la piel, la presión en ciertos puntos, y las posiciones que se adoptan, se desarrolla una conciencia más profunda de las sensaciones corporales, ayudando a las personas a conectarse con su cuerpo de una manera más intensa y matizada.

2. Exploración del placer y el dolor:

Las sensaciones que se experimentan en el Shibari pueden oscilar entre el placer y el dolor, lo que ofrece una oportunidad para que los participantes exploren cómo sus cuerpos responden a diferentes estímulos. Esta dualidad puede ayudar a las personas a redefinir su comprensión del placer, permitiendo una apreciación más amplia de lo que se siente bien para cada individuo.

3. Conexión emocional y confianza:

El Shibari no solo se trata del acto físico de atar; también se trata de la conexión emocional y la comunicación constante entre la persona que es atada y la persona que ata. Este nivel de confianza y vulnerabilidad puede abrir la puerta a una exploración más profunda de la conexión entre el cuerpo, la mente y las emociones, lo cual es fundamental para entender cómo el placer puede ser experimentado de manera más holística.

4. Liberación de tensiones y estigmas:

Participar en una práctica tan íntima y creativa puede ayudar a las personas a liberar tensiones y explorar su sexualidad o su relación con el placer de maneras que desafían las normas y los estigmas sociales. El Shibari crea un espacio seguro donde el consentimiento, el respeto, y la autenticidad son prioritarios, permitiendo a las personas descubrir nuevas formas de disfrutar y conectar con su cuerpo.

5. Transformación personal:

Para muchos, el Shibari es una forma de terapia somática, donde las cuerdas actúan como una extensión del toque humano, ofreciendo una experiencia de contención y apoyo. Esta práctica puede ser profundamente transformadora, permitiendo a los participantes explorar aspectos de sí mismos, liberar emociones, y entender mejor sus propios deseos y límites.

En resumen, el Shibari puede ser una herramienta para la introspección y la autocomprensión, ofreciendo una forma de experimentar el placer de manera consciente y consensuada, lo que puede llevar a una mayor apreciación de la conexión íntima entre el cuerpo y el placer.

9. ¿Qué consejos darías a alguien que está interesado en comenzar a explorar el Shibari, ya sea como practicante o espectador?

Si una persona quiere comenzar a practicar, mi primer consejo es que sea responsable y evite los afanes. Que se tome el tiempo de estudiar, de desarrollar sus habilidades, de hablar con personas que tienen más experiencia y conocimiento, que vaya a talleres y prepare bien su mente y su cuerpo. Puede ser muy tentador, apenas uno comienza a adquirir habilidades, querer reproducir alguna foto que uno ve por ejemplo en instagram, pero lo que uno no sabe al principio es la cantidad de detalles técnicos que puede requerir eso que uno desea hacer y puede uno pecar por ignorante. En una práctica de riesgo como el shibari un pecado de esos puede poner gravemente en riesgo la salud o hasta la vida de alguna de las personas involucradas en la escena.

Otro consejo es que evitemos los egos y seamos empáticos. Es complicado a veces aprender a manejar el ego y queremos satisfacer nuestros propios deseos, pero tenemos que comprender que el shibari es una práctica que siempre requiere de otra persona. Tratar bien esa persona, conocer sus necesidades y deseos, conocer su cuerpo y aprender a adaptar nuestras ataduras a ese cuerpo y nuestras sesiones a las necesidades emocionales de esa persona son requisitos fundamentales para que el shibari siempre sea una práctica que haga feliz a todas las personas involucradas.

Un consejo, tanto para personas que desean ser espectadoras como personas que deseen practicar, es que sean sensibles. A veces la belleza del shibari está en los pequeños detalles. En cómo nos comunica las emociones el rostro o la mirada de quién se encuentra entre cuerdas, en la forma en cómo conectan las dos personas que están atando, la belleza de los cuerpos y los movimientos, o el dramatismo de la escena.

Por último y no menos importante, es que el shibari debe ser siempre divertido. Que tomemos las cosas muy en serio no implique jamás dejar de divertirnos.

10. ¿Hay algún proyecto o iniciativa futura en la que estés trabajando que te entusiasme particularmente y que quieras compartir con nosotros?

Claro que sí. Desde hace poco, personas de la comunidad de shibari de Medellín decidimos comenzar con el proyecto Shibari Medellín. Nuestro objetivo principal es ser difusores de esta hermosa práctica, desmitificando y mostrando que es una práctica en la que cualquier persona puede sumergirse.

Por el momento hemos estado desarrollando talleres, fiestas y jams. En este momento, andamos trabajando para darle continuidad en el 2025 y hacer crecer el festival de cuerdas de Medellín que nació como iniciativa de "La Licuadora". El próximo festival va a estar genial, con un invitado internacional de lujo y una programación que les prometemos tendrá actividades muy interesantes para muchos gustos.

Tenemos muchas expectativas con el proyecto de shibari Medellín y estamos trabajando muy duro porque queremos que la comunidad de shibari crezca, hayan más espacios para aprender y disfrutar del shibari, al igual que queremos que los conocimientos y la calidad del shibari que practicamos en Medellín y en Colombia sea cada vez mayor. Quién desee, nos puede encontrar en instagram como @shibari_medellin y a mí personalmente como @ramirezrigger88

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