BDSM: Bondage (ataduras), Disciplina, Sumisión y Masoquismo. Es la parte básica, el significado del inicio de este maravilloso mundo, algunas personas creen que todos practicamos la parte sadomasoquista (aunque esa parte en especial no me gusta mucho ya que se practica el scat [que es dar de comer materia fecal al sumiso/a], electrocuciones, agujas y sangre).

¿Cómo llegue acá? Hace 8 años, conocí un Maestro español, y me enseño muchas cosas, pero con el Maestro que tuve el gusto de continuar mi aprendizaje fue con un argentino, que viajó a Colombia a someter a su sumisa que tenia en esa época. Estuve en aprendizaje con él por 6 meses, y lamentablemente regresó a Argentina. Mi aprendizaje duró 4 años y considero que aún continúa. Duré un año buscando una sumisa, hasta que al fin tuve el placer de conocer una mujer bellísima, muy inteligente, un cuerpo de película, un placer a los ojos y a los sentidos y comenzamos con nuestro aprendizaje. Algo muy particular de mi ex - sumisa es que no tenías que tocarla, solamente con vendarla, parecía un grifo completo de élixir, ni qué decir cuando se empezaba a amarrar, uufffff, dejaba la cuerda empapada, pero en general, era un dulce para los sentidos. A los 6 meses de estar en nuestro entrenamiento, llegó su compañero de aprendizaje, y me divertía en grande, con mis dos sumisos.

En una de nuestras sesiones, les ordené a los dos que estuvieran en el apartamento de ella, desnudos, arrodillados a la entrada, esperándome. Al llegar los encontré como les había ordenado, así que comenzó la sesión. Les puse el antifaz a cada uno, a ella la llevé a una silla del comedor y la até de brazos y piernas, dejándoselas bien abiertas, así de paso pasaba revista mirando si estaba bien depilada, limpio ese coño, suave como terciopelo. A él lo até boca arriba en la mesa del comedor, brazos hacia los costados de la mesa, piernas bien abiertas, a mi sumisa, le pincé los pezones y la deje allí un momento. Mientras que a mi sumiso, le di unos fustazos entre sus muslos, observando como se colocaban de un ligero y maravilloso color rojo, y por ende esto le provocaba una erección magnifica, pero él sabía que no estaba autorizado a correrse, esto le conllevaría a un castigo.

Volví con mi perrita y empecé a jugar con sus pinzas, mientras al tiempo le metía un vibrador en su húmedo coño y lo metía y lo sacaba (o lo hacía muy lento o muy rápido, siempre dejándola al borde del deseo), luego fijé el vibrador en su coño, y regresé con mi perro, le amarré los testículos y el pene colocándole unas pinzas a los pezones y pasando la cuerda con que había amarrado el pene a los huecos que traen las pinzas. Así jalaban en ambos sentidos. Al tiempo le masturbaba, me fascinaba escucharlos gemir de placer, a veces me tocaba taparles la boca, porque pasaban del gemido a casi gritos.

Volvía con mi perrita, le coloqué pinzas en los labios genitales 6 a cada lado así me permitía ver bien su agujerito y cómo estaba de húmeda la silla. Empecé a frotar su clítoris con el vibrador y ver cómo crecía este y en el momento exacto se lo pincé, haciendo que ella se quejara un poco, y dejándola deseosa de más.

Regresaba con mi perrito, le aplicaba un poquito de aceite para la piel, y empezaba a dejarle caer lentamente cera (siempre elijo velas que produzcan temperaturas bajas), veía cómo se mordía el labio superior, eso siempre me indicaba que estaba a punto de correrse, así que me detenía y le daba un fustazo, haciendo que regresara, y siguiera excitado sin correrse.

Regresaba con mi perrita, le quitaba las pinzas de los pezones y la que había puesto en el clítoris con la fusta (no de un solo toque sino en varios movimientos), haciendo que se quejara y luego pasándole un hielo por donde habían estado las pinzas para darle un poco de descanso. Luego la desamarraba y la cambiaba de posición dejándola arrodillada en la silla como en posición de perrito, su senos en el respaldo de la silla, sus manos atadas a la espalda y sus piernas bien abiertas, empezando a jugar con su agujero del culo con otro vibrador, mientras el otro lo había fijado a la silla dejándolo en su clítoris a la máxima potencia.Con mi sumiso, introduje un vibrador un poco más delgado por su culo, lubricándolo previamente y dejándolo fijo, quitándole las pinzas de pezones y quitando el bondage de su pene y huevos.

Volvía con mi perrita y corrí la silla donde ella estaba hasta el pene de mi perro, ordenándole que empezara a mamarlo como debía ser. Mientras yo la penetraba a ella con el vibra en el culo y en la vagina. Me detuve, me senté junto a ellos y empecé a observar como comía la polla de mi sumiso, mirando como el sufría por llegar al orgasmo. Estando ya él a punto de correrse, ella sabía perfectamente que debía detenerse y alejar su boca del pene, dejando a un sumiso jadeante y expectante...

Volvía con ella después de estar observando todo, quitándole las pinzas de los labios, y volviendo a follarla por el culo y el coño muy lento, y aumentando la velocidad, sentía como contraía los músculos, tratando de controlarse, pero era inevitable su orgasmo, estaba ya a las puertas, pero como una excelente sumisa de alto nivel, sabia que no podía tenerlo sin mi permiso, mientras mi perro sentía la respiración de ella agitada sobre su pene, sus gemidos placenteros, le hacían morderse casi inconsciente su labio superior, también controlando su orgasmo, hasta que les dí permiso de correrse.  Mi perrita debía meter el pene de él en su boca y comerla como si jamás en la vida la hubiese comido. Yo la follaba más rápido con los vibras, hasta que ambos llegaron al tiempo a su increíble orgasmo, ella comió toda la leche de mi perro.

Luego los desamarré, y como corresponde, se arrodillaron agradecieron a su AMA por permitirles llegar al orgasmo, luego se retiraron su vibras y a la ducha.

Así es una de mis sesiones, pero en algunos casos algún amigo AMO me pide el favor de dar un castigo a alguna de sus caber-sumisas. A continuación unas fotos de una ciber sesión.

Cualquier pregunta con gusto la contestaré, pero algo primordial es que comprendan que no somos “enfermos mentales”, también sufrimos, sentimos y vivimos como cualquier persona, lo único que nos hace diferentes es que tenemos un estilo de pensamiento distinto del sexo al pensamiento general.

Las personas que nos buscan, son personas también como todos ustedes, solamente que les gusta ser dominados, no sólo en forma física, sino también en forma psicológica.

Un beso y abrazo.Ama Estricta     mary_estricta@hotmail.com