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- Bajé la cam. Con esta frase empezó todo, nunca me había sentido observada por webcam, ni sabía que sensación me produciría, te dije que no pero no pude evitarlo mientras esperaba que respondieras fui a cambiarme de ropa y ponerme algo "más cómodo" una camiseta de tirantes que marcara bien mi generoso escote frente a la cam, al volver lo viste, creo que te hiciste a la idea de que me moría de ganas de probarlo y que algo dentro de mi iba tomando un aspecto cada vez más húmedo. Decidí probar, para que negarlo, me excitaba tanto la idea bajé la cam, aquel escote se veía reflejado y me hizo gracia verlo y comprobar la excitación que me producía tocar mis pechos por encima de la camiseta, mi sexo se encharcaba por momentos, y bajé ligeramente la camisetita para que pudieras ver mejor mis pechos, grandes, voluminosos, sensuales, los saque lo suficiente para que pudieras ver los pezones, erectos deseando más, apretaba mis pechos hacia arriba tratando de alcanzar suavemente con la lengua los pezones que agradecidos parecían estirarse para lograr unirse con mi lengua. MMmmmm más, quería más. - Baja más la cam quiero verte la chimbita. Crecía la excitación, y no me atrevía a aventurarme más en ello, me encantaba la idea de que me mirasen mientras me masturbaba y que me fueras comentando lo caliente que ello te ponía. Algo dentro de mi no tenía dudas y me levante para ir por un consolador con forma de pene bastante grande, lo pasé delante de la cam para que lo vieras y lo introduje en mi coño, entró con mucha facilidad, la cam recogía la acción veía como el consolador entraba y salía dándome placer una y otra vez, cada vez mas fuerte pero no era bastante, sorprendida de mi misma, de la libertad y el poder que me daba sentirme observada con solo las frases que me decías cada vez más excitado, consciente de que tu pene estaría a estallar decidí ir más allá. Ahora había cambiado, ya no era pudor, era ganas de dar espectáculo lo que sentía, volví a ponerte la imagen de mis pechos tomados fuertemente por mis desesperadas manos y me di la vuelta, mostró a la cam la mejor postura de mi culo, fui abriéndolo para ti despacio e introduciendo el gran pene de látex me excita de sobremanera que me den por el culo, que me la metan sin piedad y me bombeen hasta que no queden fuerzas, pero en aquella ocasión, tú sólo mirabas mientras yo lo metía y sacaba clavándomela hasta lo más interno, cambiando la posición para darte el mejor ángulo, sabiéndote a punto de correrte y disfrutando de ello, cada vez más fuerte, notaba como mi culo quería engullir más, mis blancas nalgas sometidas por una pipa de látex y por el deseo de ser observada mientras me masturbo. Por último me senté sobre la él consolador de látex, lo noté fuerte dentro de mí ya solo quedaba acariciarme el clítoris hasta correrme, lo hice, mis jugos caían en cascada por mis muslos, para ti, observador desconocido, noté venir una fuerza arrasadora y ahogué un quejido más fuerte que los anteriores de placer. Lo lograste, la primera vez que me masturbaba ante una cam, sin vergüenzas, sin prejuicios, al acabar sólo oía los ronquidos de mi gato a mi espalda.