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Explorando El Umbral Del Dolor..

Era Domingo, sin conocerlo pero a sabiendas de que iba a ser un encuentro diferente a los demás por el gusto reflejado de ambos hacia el placer inserto en el dolor, más aún por mi que era la novata quien conocía la experiencia de 20 años de quien se convertiría sin tardar en mi Amo. Caminamos un poco por aquel centro comercial contaminado de gente, almacenes, ruidos que no me permitían escuchar muy bien su voz , todo sumado a la presión que ejercía mi sangre en los oídos por la expectativa del encuentro; tras caminar talvez él un poco más adelante de mi nos detuvimos en un lugar de comidas rápidas, cruzamos un par de palabras infructuosas para calmar la sensación de curiosidad mía y desde luego la suya que no se hacía notar mucho; me propuso ir a un lugar mas privado sin pensarlo mucho y apelando a la confianza y a mi sexto sentido asentí sin mas ni mas..... Recorrimos el perímetro de Bogotá, buscando un motel hasta encontrarlo, en el camino pocas fueron las palabras pero muchos si los pensamientos, al llegar nos aturdieron con ofertas de sencilla, con silla ginecológica, con sauna, con yacuzzi...????en fin tantas propuestas que no nos permitían pensar,hasta ahora creo que lo único que necesitábamos era un espacio privado y ya; aún así él se decidió por la habitación con la silla ginecológica, no puedo negar que adivino mi pensamiento desde el primer momento, una de mis fantasías era estar sobre una de estas mesas abierta completamente de piernas, expuesta...y penetrada.Así que mi cabeza siguió imaginando mil sueños cada vez mas reales para mi deleite. Una vez en la habitación, yo, con mi corazón en la mano lo mire e hice un gesto de indicación como “ahora que?”, él en medio de la frialdad aparente y de quien tiene por completo el dominio de la situación, me pidió que me quitara la ropa, sin pensarlo lo hice por supuesto cada vez más excitada, era la primera vez que bajo las órdenes de un desconocido retiraba una a una mis prendas sin manifestar queja alguna, una vez desnuda y él con ropa me dijo que me acostara sobre la cama, completamente indefensa intimidada por su presencia y su protección tras el vestido accedí a acostarme boca arriba, él se acerco inmediatamente diciendo:”vamos a explorar tu umbral del dolor claro el decía vamosy era cierto él no lo conocía y yo menos, solo sabía que me gustaba el sexo más fuerte de lo común , que en ocasiones le había pedido a mis parejas , en distintas ocasiones : “golpéame más fuerte” y que no había recibido aprobación por el temor de ellos a lastimarme, conocedora de mi profundo secreto de mi gusto por algo más fuerte asentí con la mirada la proposición de él. Habiéndome acomodado en la cama el se acerco exploro mi cuerpo impetuosamente con su mirada y con las manos uno a uno cada centímetro de piel pero suavemente; abrió mis piernas y el rubor se apodero entonces de mis mejillas, yo sabía sentía que tan húmeda estaba y pensaba que clase de mujer soy? A quien se le ocurre excitarse de manera tal con un completo extraño que además va a causarme dolor?; pero los pensamientos son solo eso y dejan de ser cuando el placer se acerca y así fue; siempre con su actitud de mando me dijo: dime de 1 a 5 cuánto te duele? Yo asentí con la cabeza, no podía con las palabras tenía la garganta seca, apenas si asentía cuando tomo mis pezones entre sus dedos y los comenzó a apretar primero suave luego más fuerte, igual hizo forcejeando mis muñecas y mis tobillos a movimientos incomprendidos en ese momento para mi, prosiguió con mi sexo en el que introdujo con una leve presión sus dedos sin costarlemucho trabajo pues yo me encontraba completamente impregnada de los néctares que desprende mi cuerpo en este estado de excitación, una vez sus dedos adentro y sin dejarme concentrar en el placer, siempre sobrevenía la pregunta cuánto?y mis respuestas con la voz entrecortada 3, 2 , 4 , hasta ahora no había un 5; creo que eso estaba bien para mi y para él desde luego. Voltéate! Boca abajo sabía y era consciente de que posiblemente encontraráun cinco pero aún no fue así, palmoteo con rigor mis nalgas y mi espalda siempre preguntando cuánto? En cada una de las partes que hacían contacto con sus manos; pero aún la exploración no había concluido; procedió a pedirme que me subiera en la silla ginecológica, la sobre excitación se apodero de mi, era otra de mis fantasías haciéndose realidad. Una vez allí el tomo mis piernas y las separo cada una en un atril, me pidió que cerrase los ojos y dejara quietas mis manos, yo asi lo hice, luego exclamo: no tengo nada para probarte ahora, para golpearte...yo solo mantenía los ojos cerrados de repente sentí el golpe de su correa sobre la parte interna de mis muslos y sin escuchar su pregunta exclame: ¡4!, el siguió golpeando luego en mi sexo y su pregunta cuánto? sinencontrar nuevamente hasta ahora un cinco, empujo sus dedos hacia mi sexo que por supuesto se encontraba empapado en ese liquido tan precioso que produce el placer...movió sus dedos repetidamente hundiéndolos y sacándolos con fuerza y la pregunta cuánto a la que no respondí, pues me encontraba en la cima del clímax, dándose cuenta de esto se detuvo se agacho frente a mis piernas” yo había abierto los ojos” el exclamo¡cierra los ojos! Así lo hice ya no importaba, verlo entre mis piernas me excito a un más estaba teniendo silenciosamente un orgasmo tras otro hasta que sus dientes se clavaron en mi clítoris y uno de sus dedos en mi ano, por fin escucho y grite un ¡¡¡¡5!!! Y mis manos se dirigieron a su cabeza para retirarlo de mi sexo, mis ojos se abrieron tocaron la realidad despertando de un sueño profundo de placer exploración y dolor que dejaron en mi la huella del inicio en el bdsm...
clarita

Soy hombre heterosexual

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Categoria: Sadomasoquismo
Fecha de Publicación: 2006-01-14 13:03:15
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