Nos encontramos el viernes a las 9:30 p.m. en Galerí­a Café Libro de la 46 con 16; llegamos de primeros y nos tomamos una cerveza mientras él llegaba. Hacia las 6 de la tarde me gustó mucho ver a mi esposa bañándose, preparando su mejor pinta y depilándose la cuquita. Se supone que la invitación era a bailar, pero esta preparación de ella me decí­a mucho. Una vez llegó Carlos, nos saludamos y lo invitamos a nuestra mesa, estábamos en el segundo piso y pedimos media botella de ron y una cerveza de litro para ella. Al poco tiempo yo la saqué a bailar y cuando regresamos la sacó él a la pista de baile. Esa pista no quedaba a mi vista, sino que tocaba ir al salón contiguo en el mismo segundo piso. Bailaron 2 o 3 veces y regresaron; mientras tanto yo me divertí­a pensando en cómo se darí­an las cosas durante la noche y en observar a una parejita de la mesa vecina, en donde ella era una mujer de unos 20 años muy linda y se veí­a muy caliente besuqueándose con su novio. Cuando regresaron conversamos un rato y nuevamente se volví­a a repetir la situación en que yo bailaba una vez con mi esposa y ellos bailaban hasta 4 piezas seguidas. Así­ estuvimos un par de horas, hasta que mi esposa fue al baño y le pregunté a mi amigo como iban las cosas y me dijo: pues nos hemos besado muy rico y estamos bailando amacizados,eso me puso a volar de solo pensarlo, cuando ella regresó se sentó a la mesa y la conversación siguió como si nada. La volví­ a sacar a bailar y la besé en la pista mientras la apretaba contra mi, estaba ella caliente, pero aún así­ no me dijo nada acerca de que se hubiera besado con él. Las cosas siguieron igual casi hasta la 1 de la mañana, cuando en una ocasión en que él fue al baño, ella me dijo que Carlos le habí­a dicho que fuéramos a otro lado. Yo le pregunté que a qué lado y me dijo que no sabí­a, pero se suponí­a, entonces le pregunté ¿que ella que querí­a? y me dijo que no le devolviera la pregunta. Le argumenté que ella tení­a el 51% del voto y que yo me acogí­a a lo que ella dijera. Entonces dijo que sí­ querí­a ir y me preguntó si yo sabí­a de algún sitio, le dije que habí­a unos apartamentos frente a la Javeriana. La idea es que con mi amigo ya tení­amos reservado y pago un apartamento en ese sitio. Pedimos la cuenta, regresó nuestro amigo, pagamos y tomamos un taxi rumbo al sitio. Al llegar nos dieron las llaves de la habitación, miramos todo en detalle y ella entró al baño. Alcanzábamos a escuchar como ella se quitaba algunas prendas y hablamos con Carlos acerca del paso a seguir Le propuse que la pusiéramos en medio de los dos y que uno se dedicara a consentirla por delante y el otro por detrás apretándola entre los dos Acordamos quién estarí­a por delante y quién por detrás él escogió por delante, entonces le dije tienes que besarla, acariciarle la panocha y chuparle los senos por mi parte yo me dedicaré a besarla y manosearla por detrás. Cuando ella regresó nos sentamos en el sofá y le preguntó: quieres consentirnos a los dos? O prefieres que los dos te consintamos? Ella lo pensó y dijo: prefiero que me consientan entonces la hice parar en la mitad de la salita y empezamos a hacer lo que habí­amos acordado: el por delante y yo por detrás. Observé como la besaba y como le acariciaba la entrepierna con muchas ganas, también como tomó una mano de ella y hací­a que lo acariciara sobre el pantalón..y mientras tanto yo acariciaba sus nalgas, le besaba la nuca, el cabello, la espalda y les decí­a cosas, cosas que me excitaban mucho como "nos vamos a culiar a mi mujer, que es este bomboncito, vamos a hacer que la pase bien rico y le vamos a dar dos vergas por esa chochita". El cuento es que resultamos los 3 desnudos y él hincado entre sus piernas dándole lengua después de haberle bajado sus calzones. En algún momento sentí­ que él se apresuró porque querí­a clavarla de inmediato. Entonces propuse que fuéramos a la cama. Alli me dediqué a observar cómo se revolcaban en la cama y a ver la verga de él, que podrí­a ser casi el doble de la mí­a, hasta que ella le preguntó que si habí­a traí­do condones y respondió que sí­, entonces le preguntó que si ya querí­a verga y me dijo que "un poquito". él sacó el condón y le pidió a ella que se lo pusiera ,ella lo hizo con bastante maestrí­a y él le preguntó que cómo querí­a que la clavara, a lo que ella respondió que en cuatro, mi esposa le puso la cuca y él empezó a penetrarla, yo saqué mi teléfono celular para grabar lo que estaba viendo y ella se incomodó por ello. No obstante hice algunas grabaciones. Nuestro amigo Carlos le metí­a la verga una y otra vez en varias posiciones: en cuatro, de lado, él encima, ella cabalgando, él con las piernas de ella en la nuca de él, y así­ iban las cosas de manera que ella tuvo unos tres orgasmos y se empezó a sentir un poco adolorida por el tamaño de la verga en su interior, se detuvo todo, se fue al baño y cuando regresé dijo que nos í­bamos. Vení­a un poco molesta, un poco por el dolor de semejante clavada y otro poco porque yo habí­a estado grabando con el celular, entonces, le propuse a mi esposa: que yo dejaba de filmar y la dejaba sola con él para que lo gozara completo; insistió en que querí­a irse y le respondí­ preguntándole si teniendo dos hombres para su cama nos iba a dejar ir con los tanques llenos. Ella me respondió diciendo que me acerca y me dedicara a observarla. Así­ lo hice. Mi deliciosa esposa se recostó sobre Carlos y lo besó apasionadamente en la boca, mientras él le acariciaba las nalgas sobre los cucos que nuevamente se habí­a vuelto a poner y de pronto pasó algo inesperado para mi: ella bajó hasta su verga y se la echó a la boca, dándole una mamada de completa entrega con sus ojos cerrados chupándola una y otra vez., mientras yo sentado en el piso, frente a la cama observaba a mi mujer desde una posición privilegiada. Después se volvieron a besar en la boca y él nuevamente le bajó los calzones, se puso un condón y se lo volvió a enterrar hasta que trancaron sus huevas contra ella. Así­ la tuvo clavada en diversas posiciones por al menos 15 minutos y antes de finalizar le dijo que se estaba derramando sin quitarse el condón, pero sin sacárselo Fue algo muy excitante para mi. Ella tuvo otros 3 o 4 orgasmos nuevamente durante ese lapso y mi verga estaba a punto de reventar; entonces mi deliciosa esposa se dedicó a chupar mi verga mientras él observaba plácidamente, hasta que me hizo derramar en su cara. fue un final de antologí­a para todos. Descansamos algunos minutos y luego de eso, nos empezamos a vestir. Eran ya como las 3 de la mañana, mi esposa se sentí­a completamente adolorida en sus partes í­ntimas, a pesar de haber gozado tanto Nuestro amigo se quedó en la habitación y nosotros salimos a buscar un taxi. La despedida de ellos, fue un nuevo beso con lengua Han pasado 2 dí­as y hoy cuando le toqué la entrepierna a mi mujer, me dijo que aún sigue bastante maltratada de semejante verga que se metió adentro.