Guía Cereza
Publicado hace 17 años Categoría: Bisexuales 3K Vistas
Compartir en:
Era de madrugada un dí­a entre semana, Salí­ a mí­ terraza a fumarme un cigarro, desde mi terraza se alcanzan a ver las cocinas de los vecinos de mi edificio, estaba muy tranquilo en bóxer cuando veo que se enciende una luz de una de las cocinas y veo una nena que va hacia le nevera y se sirve un vaso con agua y se lo empieza a tomar cuando llega su marido y le da un bose en el cuello por detrás, ella le sonrí­e y se voltea y le da un beso. Muy lentamente la mujer le saca su paquete lleno de ganas y sin pensarlo 2 veces se lo mete a la boca , como si quisiera desangrarlo en un minuto esta mujer ardí­a de pasií­n el hombre recostado contra la nevera muy placido y mirando al vacio, creo que me ve pero sigue en su faena sin importarle lo cual me agrada mas, la muer no se da por enterada que estoy de espectador, el empieza a desnudarla para mi cada vez que le quitaba una prenda me miraba para ver cara estaba haciendo yo, pero me senté y baje mis bóxer y empecé a masturbarme frente a el, cuando el vio que hací­a yo, se puso como un tren sin frenos a lo cual muy inocentemente yo no entendí­a que pasaba yo me masturbaba era por la mujer, pero igual seguí­ adelante masturbándome con aceite de cocina era lo que tenias mes cerca no me querí­a perder nada del show. La mujer ya estaba totalmente desnuda y yo me untaba como si fuera agua el aceite yo entre en un calor interno que no podí­a con mi mismo me desnude por completo y empecé a untarme todo el cuerpo solo para ver como se excitaba cada vez más el hombre la verdad solo la hací­a por verlo a el pero mi interés estaba era en su mujer, este hombre la ver que me encontraba haciendo paro fue a la despensa y saco también un aceite y lo desocupo por completo entre los 2 este show parecí­a de taberna ver como los 2 se untaban el aceite la mujer siempre me estaba dando la espalda tení­a unas nalgas de concurso cuando le quedaron llenas de aceite le brillaban y se le veí­an mejor aun mas voluptuosas y mas redondas, entre tanto me desocupe la botella de aceite en todo mi cuerpo y me masajeaba todo el cuerpo sintiendo que me querí­a morir de calor, excitación, pudor en fin estaba sintiendo de todo y lo mejor era que lo estaba logrando solo, de repente la mujer saco un banano verde de la nevera y pensé para mí­ esto se mejora cada vez más, la quiero ver cómo se va a divertir metiéndose este juguete, cuando para mi sorpresa ella le puso un condón y lo comenzó a chupar mientras su marido se masturbaba mirándola, de pronto el hombre se voltea y ella inicia a chuparle el ano y le apretaba sus testí­culos fuertemente, el hombre moví­a esas caderas como una bailarina de cabaret en un tubo lo cual la verdad no me precio agradable pero me divertí­a ver como ella estaba gozando a su marido, de un momento a otro ella le comenzó a introducir el banano por el culo, y dije mierda esto que es, automáticamente comencé a perder la erección, estaba aterrado de ver esto me pare para ver mejor que era lo que hací­a y me doy cuenta que ya se la habí­a metido todo y por detrás de los vidrios alcanzaba a oí­r como gemí­a el hombre, cuando sin darme cuenta me estaba mirando la mujer a mis ojos y con una sonrisa picara me hacia señas de que fuera a su casa, ganas no me faltaban pero de solo pensar que me podí­a pasar lo mismo que al hombre me dije ni de vainas paso, de repente hoy un ruido en mi apartamento, era mi mujer me habí­a estado mirando todo el tiempo me sonroje, pero abrió la puerta de la terraza y salió desnuda, mas asombrado quede, yo estaba totalmente desnudo y lleno de aceite de cocina ella se me abalanzo se metió mi verga en su boca, no sabí­a si estar contento de placer y de temor por qué estaba pasando. Me deja llevar por ella y me lamia mis tetillas como una perra y a su ves acariciaba mis huevas y mí­ ano cosa que nunca habí­a hecho, yo sentí­a que me querí­a morir de la calentura que tenia, pensé y dije que carajo metida la mano metido hasta el codo, yo me recosté en la silla y ella hacia todo me sentí­a como en una de esas salas de masajes, ella me dice espera ya vengo, cuando me volteo ahora yo era el show, me dio mucha pena pero ellos me hicieron señas de que todo estaba bien, trate de relajarme y ellos iniciaron su show de nuevo, el se puso en 4 y comenzaron a clavarlo sin compasión abrieron la ventana y se oí­a como gemí­an los 2 de placer, yo empecé a masturbarme de suavemente pero duro, cuando en esas entro mi mujer de nuevo y me dice * te gusta lo que ves* le conteste si y mucho, me dice mi mujer ponte en 4 vamos a imitarlos, mire sus manos y estaban vací­as y dije que carajo desde que solo sean besos en mi ano no hay problema, le hice caso, sentí­a como su lengua chupaba mi ano y poco a poco me la metí­a yo me querí­a morir ya creo que nunca en mi vida habí­a estado tan arrecho, mire de reojo a mis vecinos y seguí­an en lo mismo el hombre me miraba y yo a el, después de bastante beso negro siento los dedos de mi mujer como me tocaba mi ano y poco a poco me fue introduciendo un dedo, yo cogí­ su mano y la frene, le dije que no me sentí­a bien, ella me contesto te sientes mal por pena o que, le conteste que si de pena, me dijo no seas bobo esto es muy normal, le dije ok adelante con todo, termino de desocuparme el frasco de aceite en mi ano y ya no tení­a un dedo en mi ano si tení­a 2, sentí­a que me dolí­a pero a la vez mucha arrechera, después de dejarme penetrar por mi mujer sentí­ algo frio en mi ano ella me estaba metiendo un vibrador que tengo para ella, yo le abrí­ los ojos y le dije estás loca si crees que me voy a dejar meter todo eso, me volteo la cara y como si no le hubiera dicha nada siguió adelante con el dildo. Yo me dejaba hacer de todo mientras veí­a a mis vecinas en su faena, yo no tocaba mi verga de solo pensar que me viniera, cuando ya tenia todo el dildo hasta el fondo no podí­a mas y me vine a chorros y por cantidades se me olvido que estaba en la terraza yo creo que me oyeron todos mis vecinos, y casi que al tiempo conmigo se vino mi vecino pero en la boca de su mujer. Me quede como muerto en la sillas mirando a los vecinos no era capaz de mirar a mi mujer a los ojos de pena. A los cinco minutos mi mujer se empezó a masturbar sobre la sillas y dije mi mujer esta loca, le dije entrémonos para la alcoba y me hizo señas con su boca que mirara para donde los vecinos, mi vecina se estaba metiendo el banano y su marido estaba masturbándose de nuevo, me dije adelante, mi mujer estaba casi acostada y yo me le senté en la cara poniéndole todo mi ano para que lo chupara y yo alcazaba a ver a mis vecinos mi mujer se moví­a como un toro de rodeo y yo cabalgaba sobre su cara cada vez que ella se moví­a mas me hundí­a su lengua en mi ano yo comencé a entrar en calor de nuevo y ya estaba erecto de nuevo y empecé a masturbarme mi vecino me miraba aterrado de lo que yo estaba haciendo y me comenzó a imitar, yo sabia si mirarlo a el a su mujer los dos me tení­an muy caliente de nuevo, de solo mirar su verga erecta y llena de aceite me provocaba ayudarlo a masturbarse, de pronto comencé a sentir que me venia de nuevo al tiempo con mi mujer y ver como mis vecinos estaban igual, y comenzamos a venir los cuatro al mismo tiempo, queda casi muerto y con el dildo dentro de mi culo la verdad ni me di cuenta cuando me lo metió. Mis vecinos estaban exhaustos. Desde esa vez cada vez que queremos shows les mando una piedrita a la cocina y ellos no hacen show y de igual forma nosotros a ellos. Después de cómo 6 meses de estas funciones eróticas, alguna vez sonó el timbre del cito fono de mi apartamento y dice el portero de parte los vecinos de otro edificio, y le dije a mi esposa que hacemos y me dijo muy tranquilamente idles que sigan, llegaron yo temblaba solo de saber que los iba a ver frente a frente, finalmente sonó el timbre de mi apartamento era la muer de mi vecino sola con un regalo, me saludo de beso en la mejilla como si fuéramos amigos de toda la vida, me lo entrego y siguió para adelante, le dije esto que es, me contesto ábrelo, lo abrí­ y encuentro un dildo grande cabezón y con doble cabeza una en cada punta, se quedo mirándome y me dice no te preocupes es para lo pueda usar a tiempo con tu mujer, en esto salió mi mujer y me encuentra con esto en la mano y se quedo mirándome aterrada y le dije mira el regalo de la vecina, ella se puso colorada, y mi vecina saludo a mi mujer de pico en la boca automáticamente mi mujer me miro a los ojo como diciendo nos es mi culpa, mi mujer la miro de frente y la empezó a besar como una fiera mi mujer trato de soltarse pero no podí­a, yo no era capaz de hacer nada estaba estupefacto de ver esta escena, y mi mujer me grita has algo no ves lo que esta pasando, reaccione y lo único que se me ocurrió fue bajarme los pantalones e í­rmeles encima las abrase a las 2 al tiempo y pegaba la boca de la una contra la otra, mi mujer deja de hacer fuerza y comenzé a cogerle los senos a la vecina, y dije mierda que hago ahora, me retire un poco de las 2 y mi mujer no le soltaba los senos y me vecina le tení­a metida la mano entre la pijama en su entrepierna , me senté en el sofá a disfrutar de este show privado, fui a la alcoba y saque el aceite que ella y yo usamos cada vez que tenemos sexo, me unte toda mi verga y las huevas, comencé a masturbarme y meterme un dedito en mi culo, ya mi mujer no tenia pijama y la vecina totalmente desnuda, ella le hací­a sexo oral a mi mujer y mi mujer lloraba de placer, decidí­ meterme en la mitad de las dos y mi vecina me empujo y me dice ahora te toca a ti, me queda atónito de ver la reacción d mi vecina, al instante sonó de nuevo el timbre del apartamento abrí­ de lado para que solo me vieran la cara y era el vecino, me pregunta puedo entrar, lo primero que pensé esté hp se quiere comer a mi mujer, pero igual le abrí­, el siguió y se quedo mirándolas de frente mí­o se cogió la verga y la saco e inicio su masturbada, traí­a un morral pequeño colgado, se quito el pantalón y no tenia interiores cuando la saco ya la tení­a totalmente dura era muy grande y cabezona, comencé a pensar cosas que no debí­a pero las ganas me podí­an, me miro a los ojos cogiendo su verga, yo me sonroje y le quite la mirada, me fui al lado de las 2 mujeres ellas nos ignoraron por completo, pero lo único que no querí­a era mirar a mi vecino a los ojos, me senté en el sofá y comencé de nuevo masturbarme haciéndome el loco del vecino ya cuando yo la tenia dura de nuevo el se sentó al lado mí­o y nos masturbamos los 2 mirando la nuestras mujeres como gemí­an y gritaban de placer, pero trate de nunca mirar a mi vecino para no dar oportunidad a nada, en medio de mi masturbación descolgué una mano sobre el sofá, yo estaba muy arrecho de ver a mi mujer con otra, cuando me di cuenta mi vecino cogió mi mano y le llevo a su verga para que se la cojiera me quede inmóvil tratando de entender que era lo que pasaba, pero mi calentura era mayor a cualquier fuerza, no era capaz de mover mi mano, mi mujer se quedo mirándome y con sus ojos entendí­ su aprobación, entonces el loco era yo ahora, lo inicie a masturbar y solo me miraba a los ojos y yo solo miraba su verga, me dije si ya estoy en esto pues terminemos como debe ser, de una me la metí­ a la boca la succione como siempre que mi mujer lo hiciera, me la metí­ hasta el fondo una u otra vez, este hombre brincaba sobre el sofá las mujeres dejaron su show y comenzaron a disfrutar con el nuestro, mientras yo tení­a la boa llena de carne dura su mujer me abrió las piernas y comenzó a chuparme el ano y mi vecina le metí­a el dildo que nos habí­an regalado a mi mujer pero hasta el fondo a mi mujer se le aguaron los ojos yo creo que era del dolor pero no hací­a nada por evitarlo, después de un rato mi mujer me quito mi boca de la rica carne para comérsela ella, yo quede de lado y mi vecina siguió haciendo lo que hacia mi mujer besarme el culo, yo estaba casi muerto yo creo que llevábamos más de 2 horas en medio de de este desorden, en eso siento como comenzó mi vecina a introducir el dildo en mi culo, me dolí­a mucho pero me aguante no podí­a ser menos que mi mujer cerré los ojos para tratar de disfrutar, yo estaba boca arriba y con la verga tan dura que pensé que se me podí­a partir, pero seguí­a con los ojos cerrados, en medio de mi contoneo sentí­ como se metí­an mi verga hasta el fondo y cada vez mas rápido sentí­a el sube y baja abrí­ mis ojos, y era el vecino montado sobre mi, metiéndose hasta el último pedazo mí­o y mi mujer se sentó en mi cara para que le hiciera sexo oral, les confieso que me sentí­ totalmente violado, tení­a un dilo en el culo, un hombre sentado en mi verga y a mi mujer con su ano en mi boca, me sentí­a asfixiado por completo todos contra mi, sentí­ un chorro de leche en mi pecho y mi mujer me lo untaba por todos lados, no aguante mas y me todo el turno de venirme quite a mi vecino de encima mí­o y tome a sus esposa por el pelo el puse su boca en mi verga estalle dentro de su boca y le deje separar hasta que se lo trago todo. Quedamos todos bañados en sudor y semen y felices. Desde esa oportunidad decidimos visitar los bares swinger, y nuestra única condición es que la pareja quiera estar con nosotros los dos tienen que ser bisexuales.
Publica tu Experiencia

🍒 Pregunta Cereza

¿Por qué crees que más personas jóvenes se identifican hoy como bisexuales? Un reciente estudio revela que 1 de cada 4 jóvenes entre 18 y 24 años se identifica como bisexual.