Un dí­a luego del entrenamiento de natación, me quede fuera hablando unas cosas con el entrenador, cuando me di cuenta era la única mujer que no se habí­a ido, lo cual aproveche para así­ poder bañarme con mucha mas tranquilidad. Cuando estaba organizando las cosas para entrar a ducharme, pude sentir como si alguien entrara pero no vi a nadie, entonces no le di importancia, en ese momento, me dirigí­ a meterme a la ducha, me estaba quitando la toalla cuando sentí­ que abrí­an la puerta, eran dos de los chicos que entrenaban conmigo, uno era mas bien alto, yo dirí­a de 1.80, moreno, ojos negros, cabello oscuro muy acuerpado gracias a tantas horas de entrenamiento; el otro era mas bajo yo dirí­a 1.65, un poco bronceado, ojos color miel, pero también bastante acuerpado. Cuando yo los vi quede totalmente paralizada, no sabia que hacer, por suerte ellos si supieron que hacer, uno de ellos se me acerco y me susurro al oí­do, que no tuviera miedo, que ellos solo querí­a cumplir una fantasí­a, y que pensaron que yo era la indicada; yo no supe que decir, en ese momento el otro comenzó a besarme y a pasar sus manos sobre mi cuerpo, pasándolo por cada rinconcito sin dejar escapar nada. El otro en su momento solo que quedo mirando, hasta que yo pienso que no aguanto las ganas, y comenzó a besar mi espalda, irla recorriéndola hasta llegar a mi nalga, en ese momento comienzo a sentir como el otro chico comienza a besar mis senos, a morder mis pezones lo cual hace que me comience a mojar muchí­simo mas mientras que el otro comienza a meter sus dedos dentro de mi vagina, lo cual me hace gemir mucho mas duro de la excitación, en ese momento medio me coloco en cuatro, para así­ que uno de los nene se divirtiera con mi vagina mientras yo le chupaba el pene al otro; y así­ fue, mientras yo pasaba mi lengua por todo su pene y comenzaba a chuparlo poco a poco, el otro comenzó a chupar todos mis jugos los cuales no paraban de brotar de mi; era una sensación demasiado deliciosa. Poco a poco fui sintiendo como iba metiendo el pene dentro de mi, yo solo pude comenzar a chupar el pene del otro nene mucho mas rápido lo cual hizo que el sintiera mucho mas placer del que ya estaba sintiendo. En ese momento decidí­ cambiar he hice que al que se lo estaba chupando me penetrara mientras que al otro comencé a chupárselo, al mismo tiempo sintiendo mis jugos, dulce néctar que brotaba de mi, de repente pude sentir como me iba penetrando lentamente pero no por mi vagina, sino por mi trasero, al principio dolió un poco, pero era un dolor excitante el cual me hizo desear mucho mas, poco a poco fue a amentando el ritmo y con ello mi excitación la cual descargue en hacerle el mejor sexo oral a mi otro “amante”. El ritmo y la excitación fueron aumentando y con ello el placer, el deseo y la satisfacción, en un momento yo les pedí­ (aunque con algo de miedo) que los dos me penetraran al mismo tiempo, no fue sino que yo terminara de decir para que ellos comenzaran, primero me penetraron por detrás, luego poco a poco fueron metiendo uno de esos penes por mi vagina, no voy a negar, dolió y bastante, pero era uno de esos dolores los cuales siempre uno quiere sentir mas y mas, y así­ fue, al aumentar el ritmo fue creciendo el placer, el dolor desapareciendo. El sentir que dos hombres divinos me estaban complaciendo y yo a ellos fue una de las mejores experiencias, antes de que ellos terminaran yo ya habí­a tenido mas de un orgasmo, entonces yo les pedí­ que dejaran que sus jugos brotaran en mi, y así­ lo hicieron, en ese momento pude hacerles un oral delicioso a ellos dos, y casi al mismo tiempo pude sentir, saborear y oler el placer de dos hombres.