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Todos los que estábamos ese día habíamos pertenecido alguna vez al equipo del que varios años fui el capitán. Jacob y yo siempre fuimos amigos y él continúo siendo capitán después de que yo me fui. Es un gran tipo y no he conocido ningún otro que lo iguale en peso y en altura, además de su buen estado físico. La verdad a mí siempre me gusto pero nunca note nada en él para arriesgarme a quedar sin cara o sin una oreja. Después de que todos entramos al agua fue que empezó a ponerse verdaderamente caliente la situación. La mayoría estábamos en bóxer, menos Manuel que tenía un speedo blanco con el que se le marcaba bien para que lado la tenia y Jorge que nunca había tenido problema en mostrarnos a todos su delicioso culito. Dios mió cuantas veces me soñé comiéndome eso!... bueno y parecía que no era el único que lo estaba pensando. Yo tenía puesto uno bóxer blanco no muy ajustado, pero ya estaba tan arrecho que debí sacarme la verga por un lado. Para mi suerte note como Jorge nadaba hacia mí. No escuche bien lo que me dijo en ese momento, solo sentía como buscaba con su mano mi miembro en el agua y recuerdo como se alegro al sentirla afuera. Se hizo a mi lado mientras me la acariciaba suavemente bajo el agua. Me conto que ya había tenido roces con algunos y que sabía por la forma en que yo siempre miraba su culo que deseaba tenerlo todo para mí. Luego me acomodo la verga en el bóxer y me propuso salirnos ahora que todos estaban en el agua. Solo esperaba que no se me fuera a salir de lo arrecho que estaba. Nos fuimos para la parte de atrás donde no lograrían vernos. Me hizo una mamada que nunca olvidare, con su lengua me lamió las guevas y recorrió todo mi miembro, chupándome la cabeza como si fuera un helado.. mientras yo lo tomaba de la cabeza para ver como intentaba tragársela toda. De repente escuche una voz cerca –maricón lo querías solo para vos, no!?. Era Jacob que en un instante lo tomo del hombro y lo despego de mi verga. Lo coloco como a un muñeco en dirección a los demás y él salio al trote sin decir una sola palabra. Cuando quedamos solos Jacob se quedo mirándome fijo a los ojos, se abalanzo sobre mí rodeándome con sus brazos mientras con una sola mano me agarro todo el culo. Sentía en mi pecho como se ponía cada vez mas dura su verga y no pude aguantar mas...nunca había sentido tantas ganas de chupar! Antes no habría imaginado lo grande que lo tenía y como cada vez se le marcaban más unas venas gruesas que recorrían toda su verga. Me tomo de la cintura y me levanto. Se agacho y de un solo bocado se trago toda mi verga mientras con su lengua me lamía también las guevas. Me dijo riéndose que mientras a mi me lo chupaban, él había organizado una sorpresa para mí. Y nos fuimos hacia donde estaban los demás. Dios! Al llegar conocí el mejor cuadro de mi vida.. todos ellos desnudos esperando a que llegáramos. Recuerdo a Jorge y a Jimmy sentados en el suelo bastante ocupados con varios que ya hacían un corrillo a su alrededor. No podía creerlo era más de lo que me esperaba. Pronto Jacob y yo nos unimos al equipo.