Guía Cereza
Publicado hace 15 años Categoría: Bisexuales 1K Vistas
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Mi novia y yo hemos tenido la oportunidad de disfrutar de nuestra sexualidad sin tapujos... Mi novia y yo hemos tenido la oportunidad de disfrutar de nuestra sexualidad sin tapujos, hemos buscado la forma de abrir nuestras mentes y corazones experiencias nuevas, sin reservas, con libertad, respeto y mucho amor por el otro. Iniciamos nuestras experiencias sexuales en la U.p.b y las fuimos sacando de lo convencional al compartir el mismo espacio con otra pareja de amigos. Dos parejas desnudas tirando en forma. Posteriormente fuimos un poco más lejos con otra pareja de conocidos y esta vez la idea era intercambio de parejas; lo cual salió de maravilla. Incluso las dos chicas, mi novia y la esposa de mi primo juan tuvieron su primera relación lesbica (bueno eso creo). Ahondando más en nuestras fantasí­as realizamos trí­os HMH y MHM, confieso que este último, es una de las experiencias más ricas que he vivido. Con el tiempo, fuimos experimentando juegos y en esto llegamos a que ella me metí­a uno o dos dedos entre el culo mientras tirábamos, esto confieso es delicioso. Fue un dí­a que comenzó con sus dedos llenos de lubricante a jugar con mi ano, me miro picara y siguió haciendo presión, yo aumentaba mi excitación, autorizándola con esto a continuar, finalmente me penetro. Su dedo anular hace presión en la pared de mi próstata haciendo movimientos circulares. La sensación es increí­ble y al cabo de unos pocos minutos me derramo como un cañón. Esta penetración anal siempre me pareció un acto exclusivo de homosexuales y para cuando sucedió aún mis parámetros al respecto no eran los más abiertos. Sin embargo, la sensación es tan buena que busque se repitiera más seguido. Ahora el morbo con el que lo hacemos y la forma en que me penetra con sus dedos es tan excitante que empecé a fantasear con ser penetrado verdaderamente por un miembro masculino... definitivamente gay la cosa. Bueno mejor dicho “Bi”. El caso es que gracias al respeto y amor que nos tenemos se lo confesé a mi novia, quien, a pesar de mirarme raro, le pareció igual de intrépido e interesante el tema. Después de darle varias vueltas al asunto terminamos pudiendo organizar el encuentro con un hombre bisexual, que nos agradara a ambos (realmente difí­cil de conseguir). Al final de una fiesta en mangos de la empresa nos ofrecimos a levar a un compañero de mi novia del trabajo a su casa, y en el trayecto nos confesamos, y se lo pedimos de frente (tenaz). Afortunadamente aceptó e incluso, confesó que a él también le gustábamos, pero que realmente lo sorprendió que fuéramos nosotros quienes lo propusieran. Subimos entonces a su apartamento, donde vive solo. Mientras sirvió unos tragos más, la tensión de la situación y la excitación obvia, hicieron que mi novia y yo comenzáramos a besarnos y tocarnos casi de inmediato. Estábamos besándonos de pie en medio de la sala, cuando llegó este tipo con los tragos, supongo que los dejó por ahí­, porque sin mediar palabra se acerco a nosotros y por detrás de mí­ tomo mi chaqueta. Pensé inmediatamente ,esto comenzó. La sensación es de terror y excitación. Yo fui despuntando la blusa de mi novia, mientras nos besábamos, soltando su sujetador.. Sentí­a el cuerpo de este tipo detrás del mí­o, abrazándome y también sacándome la camisa. Yo ya habí­a casi desnudado a mi novia, cuando sentí­ la mano de este loco en mi verga, aunque por encima del pantalón, eso fue como un golpe, directo a mi psiquis, hombrí­a, sexualidad, pero sobretodo a mi excitación, ya que la elevó al cielo. En ese momento de dije a mi mismo deja de pensar en nada y solo siente, sentir y nada más.. Siguió desabrochando mi pantalón, y acerco su cara a nuestro beso, la boca de mi nova dio paso a la de este tipo, era la primera vez que besaba a otro hombre. Nos besamos, la boca de un hombre es tan diferente, que beso tan raro, pero excitante, mi novia se retiro un poco y pude ver de reojo que continuó quitándose la ropa aún le quedaba medio puesta. Yo solo besa a este tipo, él a cambio. Continuó quitándome la ropa como podí­a. Mi novia de vuelta tomó por detrás a mi pareja y empezó a quitarle la ropa, í­bamos quedando desnudos todos. Sentí­ que mi pantalón cayo al piso y acto seguido sentí­ la mano de un hombre en mi verga, primera vez que me la cogí­a un hombre, excitante, súper excitante. Habí­a metido su mano entre mis calzoncillos sin mediar nada y la masajeaba lentamente, de arriba abajo, suave y con la presión perfecta. Me separé un poco y como en un pequeño descanso me quité el resto de la ropa. Mi novia habí­a hecho ya su trabajo y tení­a a nuestro compañero casi desnudo del todo. Mientras este se hacia a un lado para sacarse los zapatos y el resto de la ropa, fui con novia y la bese fuerte y profundo, tome sus tetas en mis manos y comencé a chuparle los pezones. Nuestro compañero regreso casi instantáneamente y nos dijo suavemente, que fuéramos a la alcoba. Acto seguido estábamos al borde se su cama, mi novia se acostó primero, boca arriba y abriendo las piernas me dijo: bajas por favor eran las primeras palabras que se escuchaban, obedecí­ y de rodillas sumergí­ mi boca en su vagina, que ya era un rí­o de aguas blancas, crecido e indomable. Deje mi culo levantado provocando a nuestro compañero, (ya que carajo.. a lo que venga). Efectivamente sentí­ detrás de mi sus manos, deslizó una hacia mi verga y continuó con lo que hacia un momento habí­a iniciado. Mi novia estaba súper excitada, incrementada supongo, por la panorámica que tenia, viendo mientras mi novia y yo encontrábamos el ritmo. Al oí­do mi novia me susurra ” te van a culear amor”. Efectivamente empecé a sentir como el miembro de este tipo empezaba ha abrirse paso en mi ano ya dilatado. No sabia de que tamaño era, apenas la habí­a visto, pero estaba caliente y duro, pero si sabia que iba a estar dentro mió. Al cabo de unos segundos tení­a dentro de mi culo toda la verga de nuestro amigo. El ritmo con el que penetraba a mi novia se confundí­a con el ritmo con el que era penetrado. La excitación estaba en su punto máximo, éramos tres animales en frenesí­ de lujuria, el sexo era lo único que existí­a en ese momento, nuestros movimientos cada vez más furiosos golpeaban nuestros cuerpos plenos de placer. Mi novia volvió a pronunciar algo distinto a quejidos y en voz alta dijo: “muchachos me vengo.. me vengo” y soltó un grito descomunal, que retumbó en mis entrañas, pues quien me sodomisaba descargaba, también el producto de su orgasmo en mí­. Estos dos orgasmos que me atacaban por ambos lados provocaron el mí­o. El placer era infinito por los dos lados por donde se puede sentir lo estaba sintiendo. El tiempo, cómplice de nuestro placer, se detuvo para que este instante fuera una eternidad, sin respiración, ni latidos cardiacos, ni movimiento, solo el éxtasis, el Nirvana, el Cielo, la muerte y la certeza de estar vivo, más vivo que nunca. El trí­ptico erótico de cuerpos petrificados volvió a la vida paulatinamente conforme cada uno pudimos ser conscientes de nuestros músculos, y como estatuas de sal que lentamente la lluvia disuelve, caí­mos en la cama uno al lado del otro. Retomamos el aliento para apenas elevar un suspiro profundo de satisfacción.
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¿Por qué crees que más personas jóvenes se identifican hoy como bisexuales? Un reciente estudio revela que 1 de cada 4 jóvenes entre 18 y 24 años se identifica como bisexual.

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