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Antes de empezar, sí quiero dejar una cosa muy clara... Hace más de 2 años que nadie me da la talla.... Y eso que he tenido amantes muy, muy buenos... Soy travesti, trabajo como modelo de video chat y al parecer soy la mujer más arrecha de esta ciudad... Y lo comprobé esa noche... Mi hobbie es tener amigos virtuales para jugar por cámara, para aprender cosas nuevas para mi trabajo... así fue como aprendí a probar el sabor de mi propio semen, a chupar el consolador después de darme tandas interminables por el culo, a meterme varios dedos al tiempo.... En fin... Ha sido una experiencia muy enriquecedora y caliente... Uno de los mejores amantes que he tenido fue uno de esos amigos... todo empezó con el típico coqueteo por el chat, aunque al principio él no sabía que yo era modelo de video chat... nunca nos habíamos dado cámara, por circunstancias varias, aunque hablábamos muy frecuentemente... Una noche, mientras yo trabajaba (haciéndome la paja para complacer a un alemán desde su oficina) se me hizo muy curioso ver a mi amiguito en línea.... y decidí dejar mi trabajo a un lado y darle un saludo casual... Resulta que él estaba en la oficina atendiendo algunos asuntos, nada que no pudiera hacer en otro momento, tan solo no quería llegar a su casa, donde su esposa lo esperaba ansiosa... Yo sin decirle mucho puse la cámara y el también. Se sorprendió un poco al verme en ropa interior y en ligueros, pero se fue desinhibiendo rápidamente, entonces me pregunto si me gustaría tener algo de sexo virtual.... Y pues como negarme. Saqué lo mejor de mí misma, mis mejores poses y caras y en cuestión de minutos ambos estábamos desnudos, yo masturbándome y con un consolador en el culo y el masturbándose y metiéndose el dedo (cosa la cual nunca había hecho antes). Me vine con un chorrito de semen, nada impresionante, algo cansada por la larga faena que había tenido esa noche con mis ciber-clientes, pero continúe con una poderosa erección que él supo notar. Tecleó algo así como: "y.. ¿para que se duerma un rato tu amiguito que hay que hacer...?" Entonces sin pensarlo mucho y viendo la oportunidad de tener sexo real después de un largo "verano" le propuse que nos viéramos para que hiciera conmigo lo que quisiera, y me hiciera venirme unas cuantas veces, cosa que se me pasara la calentura. La verdad el tenia muy pocas opciones, o me decía que sí y dormía al lado de una mujer de 1.70, y cuerpo escultural en la cama de un hotel, después de un buen rato de sexo... O dormía solo en dos sillas de su oficina... y en el peor de los casos (y con el respeto que ella me merece) irse a casa a dormir como todas las noches con su esposa. Me pidió que tomara un taxi y lo recogiera, pero como única condición me insistió en que me dejara la ropa interior y los ligeros que tenia puestos, pues le parecía que era muy erótico y quería poseerme tal cual me estaba viendo. Así entonces, me puse tan solo un ligero abrigo de Jean y salí de mi casa con algo de frio en las piernas, pero una calentura en el culo y la verga a la 1 de la madrugada a recoger al galán. Llegamos al hotel, y antes de que yo pudiera reaccionar, estaba sin el abrigo y tendida en la cama mientras el corría hacia un lado mi tanga y poder pegarme una mamada deliciosa, ardiente, ansiosa... Y sus dedos jugaban en mi culo provocándome pequeños gemidos y muchas ganas de que me hiciera suya como la más perra de todas. Yo estaba muy excitada... Verlo en camisa y corbata, absolutamente emocionado y dispuesto a complacerme en todo lo que yo le pidiera...Eso me hacía sentir como en el cielo. Con una gran habilidad, mientras me besaba me soltó el brassiere y me empezó a besar los senitos, a jugar con mis erectos pezones con su lengua mientras con sus manos abría el pantalón para sacarse la verga, esa misma verga que yo había visto por cámara y que estaba ansiosa por tener en mis manos, mi boca y mi culo. Cuando la tuvo en su mano, grande y caliente, se arrodillo frente a mi sobre la cama y me tomo por detrás de la cabeza para que yo se la empezara a mamar. Mmmm, ese momento fue delicioso, sentir como me empujaba la verga hasta la garganta y nuestras ojos se cruzaban en miradas picaras y lujuriosas. Estoy segura que a él le hubiera gustado llenarme la boca con su semen, pero a cambio, paro de repente, se quitó el pantalón, mientras yo intentaba frenéticamente sacarle la camisa y cuando estuvo desnudo, me tomo las manos, las puso en mi espalda, y con una rapidez increíble me ato las manos con su corbata para que no me pudiera mover... Me tiro de bruces a la cama, y empezó a lubricarme el culo con su lengua... La verdad aunque me estaba haciendo sentir un éxtasis total, yo sabía que simplemente me estaba preparando para penetrarme de una manera salvaje.. Y así fue... Me metió la verga sin pausa, con violencia, mientras sus manos buscaban mi cintura para acercarme aun más a él... solo que me pareció demasiado silencioso, así que empecé a gemir un poco y pedirle con susurros: "Más... Más.... Más". En ese momento sentí que se conecto de una a mi idea y empezó a decirme: "Que perra más rica, ¿quieres más? ¿más verga? te voy a dar verga toda la noche, puta deliciosa..." Y empezó a darme de nalgadas mientras incrementaba el ritmo y la violencia de su penetración. Para entonces tenía la verga hinchadísima sin podérmela tocar al tener mis manos atadas y la sensación de estar muy cerca de un orgasmo. Creo que él lo noto porque mientras seguía penetrándome de pronto una de sus manos soltó mi cintura y busco mi verga para masturbarme. El resultado fue magnífico. Él termino en mi culo con mucha fuerza y yo lancé un buen chorro de semen sobre la cama, algo mucho mejor que el miserable chorrito que él había visto por cámara. Me soltó las manos y algo sonrojado, mientras me daba tiernos besitos, me preguntó si se había propasado al decirme palabras sucias... Yo le conteste que realmente me gustaba la idea de sentirme un poco sucia, pues estoy muy acostumbrada a constantes palabra de halago de mis ciber-clientes, y algo de ese juego morboso de ser una zorra ninfómana me gustaba. Así duramos algunos minutos diciéndonos cositas al oído y besitos tiernos cuando de repente su pierna rozo mi verga y la sintió aun erecta. Paro un instante de besarme y se quedo mirándome la verga, algo sorprendido, pero sin decir nada, volvió a tomarla entre sus manos para ponerla en su boca... Se le notaba algo la inexperiencia, porque no fue tan apasionado como la primera vez donde lo hizo por pura arrechera... esta vez sí lo hizo con la consciencia de estar aprendiendo, de gozarse esos 18 centímetros. de arriba a abajo, de repasar con su lengua todo, la cabecita... el borde la cabecita, el agujerito... Todo. Con sus manos sostenía la piel hacia abajo y se lo metía despacio para mover su cabeza arriba y abajo una y otra vez... Yo estaba muy sensible (acaba de venirme), así que empecé a retorcerme de placer y a gemir, esta vez de una manera más natural que antes, e instintivamente tome con mi mano su cabeza para no permitirle parar. Mis caderas empezaron a moverse con ese inconfundible ritmo de cuando clavas a alguien y me di cuenta que si él seguía así muy seguramente me haría venir, de nuevo, en su boca, así que suavemente lo saque de su boca y él, algo extrañado me pregunto si no me gustaba. Cuando le explique que no sabía si él quería recibirme en su boca, solo sonrió y volvió a poner mi verga en su boca, esta vez succionando con más fuerza, dándome a entender que su boca era toda mía y que me daba vía libre para llenársela de semen... Así vino la segunda eyaculación de la noche, acompañada de un beso delicioso, muy apasionado que él me dio con su boca aun llena de mi leche calientica. Nos quedamos algo dormidos (eran casi las 3 am y supongo que él habría madrugado), pero yo no podía conciliar el sueño. Me sentía tan bien al lado de él, que no quería cerrar los ojos para de repente despertar, vestirme e irnos, así que decidí tomar una ducha caliente.. Podía ser que el calor del agua me relajara y me ayudara a sentirme más dispuesta para dormir. Me recogí el cabello, para no humedecerlo y me metí en la ducha, no muy amplia por cierto, pero con un potente chorro de agua caliente que me relajó por completo de pies a cabeza... me enjaboné toda (siempre me ha gustado bañarme, y mirarme mientras lo hago, me parece algo muy erótico) y pensando en los momentos más excitantes de nuestro encuentro, de repente sin darme cuenta, mecánicamente me encontré de nuevo masturbándome y metiéndome los dedos en el culo, debajo del chorro. Por un instante pensé que sería demasiado, pero después de pensarlo mejor, tenía todo el día siguiente (o mejor la mañana que seguía) libre para dormir hasta la hora que quisiera y estaba disfrutando de un momento para mí. Debí demorarme muchísimo en todo eso, porque él sintió mi ausencia, y entro al baño, tal vez a mirar si me había pasado algo. Acepto que me ruborice un poco cuando lo vi parado en la puerta mirándome como me masturbaba sola, pero él, simplemente entró conmigo a la ducha y mientras me besaba puso mi mano en su verga para que lo masturbara a él también. Él no estaba muy erecto, supongo que estaba algo cansado, así que pensé que solo con las manos no haría mucho por él. Me arrodillé con cuidado que el cabello no se me mojara y puse su verga en mi boca, así flácida, para motivarlo a tener una buena erección. El agua corría por su piel y su verga aun tenía algo del sabor del sexo que habíamos tenido antes... con mi lengua recorrí sus huevos, mientras él se ayudaba un poco con la mano pues su verga ya estaba erecta y lista para la acción. Sin darme cuenta cada vez estaba lamiendo más atrás y por un momento pensé que él no me dejaría llegar a su culo y me pondría su verga en mi boca para devolverle la mamada que me había dado antes... ¡Vaya si estaba equivocada! De repente y sin muchas explicaciones se dio la vuelta y me mostró sus nalgas (muy redondas y firmes por cierto) mientras el agua corría por su espalda y se perdía entre su culo. Le pase el dedo desde el fin de su espalda hasta su agujero y cuando sentí como se estremeció de placer, estuve segura que podía hacer lo que yo quisiera. Abrí con mis manos sus nalgas y empecé a lamer su culo, primero despacio y luego rápido. Jugaba con mi lengua y mis dedos al tiempo que él se masturbaba con fuerza. De repente me puse de pie y empecé a pasarle la punta de mi verga por su culo, para probar su reacción. Solo se giró un poco para decirme con mucha inocencia: "Ten cuidado, nunca lo he hecho, pero quiero que lo hagas en este momento" Así que tome un poco de jabón y lubricando su culo y mi verga, empecé a empujarla muy despacio mientras el chorro de agua caliente caía en mis tetas y en su espalda.... Con mucha paciencia logre metérsela toda y antes de empezar a clavarlo lo abracé y le di muchos besos en el cuello y en la espalda, mientras con mis manos jugaba sobre las suyas para poder tocar su verga y seguirla masturbando pues estaba al parecer muy excitado. Para mi sorpresa él mismo empezó a mover su culo hacia a mí y empezamos una clavada suave y muy rítmica. Para entonces mi cabello se había soltado por partes y empezaba a mojarse, mientras el agua salpicaba por mi cara y mi cuello y yo me clavaba a ese hombre, mientras él se apoyaba contra la pared con una mano y con la otra se masturbaba. Fue una clavada larga y deliciosa y pude sentir como se contraía desde adentro cuando se vino en mi mano con un chorro de semen blanquito y muy agradable. Yo por mi parte me demoré unos momentos más (cosa la cual le agradezco pues no se quejó mientras yo lo seguía clavando sin pausa, aun después que él ya se había venido) y me vine por fuera de su culo porque quería ver mi chorro salpicándole su espalda, para luego lamerlo y lamerle una vez más su culo, ahora dilatado y caliente. Nos secamos, muy satisfechos, dándonos besitos y soltando risitas nerviosas cuando nos mirábamos a los ojos. Eran casi las 4 am y sospeche que íbamos llegando al final, así que por prudencia y decencia le pregunté si era hora de irnos. Lo dudo un poco, pero afirmó que quería descansar algunas horas antes de irse a casa, para simplemente llegar a bañarse (otra vez, jajajajaja) y cambiarse para irse a la oficina. Por un momento lo pensé, pero no sé porqué no quise quedarme durmiendo con él, así que inventé una muy mala excusa y pedí un taxi, no sin antes darle las gracias por tan magnífica noche y prometiéndole que no sería la última. En el camino a casa (mientras el conductor me hablaba con un tono muy peculiar y me miraba las piernas por su retrovisor) comprendí que no me quería quedar durmiendo con él, pues no soportaba la idea de dormir, cuando podíamos hacer cosas más interesantes. Por un instante pensé en aprovechar la actitud del taxista, hasta que recibí un mensaje de texto en mi celular. Era mi amigo, pidiéndome disculpas por no haber podido hacer más por mí, pues sentía que yo me había ido un poco insatisfecha. Sin saber que decir, ni nada, solo le devolví el mensaje explicándole que no era él, sino yo, sin hacer énfasis que no era un problema, sino más bien un muy particular apetito sexual desaforado. Llegué a mi casa (desilusionando al taxista, que muy seguramente llegó a su casa a pajearse pensando en mi) y me metí desnuda como todas las noches a mi cama y mientras pensaba en mi amigo y su delicioso cuerpo, me quede dormida con mi verga en la mano y con la sensación que a pesar que había tenido una noche inolvidable, llena de sexo y pasión, aun quería (y de hecho quiero en este momento) más, mucho más.