Hola amigos, aqui les tarigo mi segundo relato, espero que les guste... tengo 2 súper amigas que están bien lindas. Se llaman cindy y laura. Los tres estudiamos en la misma ciudad, pero somos a fuera, yo soy el que vivo más cerca de los 3. Ellas viven en un apartamento en el mismo barrio donde vivo yo. Entonces un dí­a me invitaron al apartamento, llegamos al apartamento y nos llevamos la sorpresa de que no habí­a luz, y en ese rato no nos molestó, ya que era de dí­a, así­ que salimos en el carro a dar una vuelta, y ya en la noche decidimos ir a un mirador a tomarnos unos traguitos. Despues de varios tragos nos fuimos para el apartamento , cuando nos acordamos que no habí­a luz, tomamos la muy acertada decisión de que yo me quedara a dormir con ellas, ya que les daba miedo, y pues entonces ya se imaginaran lo que paso, no??? asi es.. Pues nos acostamos los 3 en una misma cama, bien acomodaditos, todos acostados de lado, viendo hacia el mismo lado, primero laura, despues cindy y por ultimo yo, de tal manera que las Grandes, redondas y duras nalgas de cindy quedaban enfrente de mi paquete, pero claro, como somos buenos amigos yo no me atreví­ a tocarla. Estuvimos platicando demasiados secretos, la mayorí­a de ellos muy cachondos, sobre la primera vez, y todo eso, entonces la cosa se empezó a calentar y opté por abrazar a una, y empecé a hacerle caricias en el pelo, pero como ya era tarde laura empezó a quedarse dormida y cindy y yo seguimos platicando como por una hora, y me hizo unas confesiones que me pusieron muy, muy caliente... Yo ya tení­a la verga a todo lo que da, para ese entonces mi verga ya estaba queriendo atravesar aquel vestido corto que ella traí­a puesto, ella se percato de mi calentura y se voltio hacia mi, después de un rato de caricias y besos, ella acomodó sus hermosas nalgas de manera que quedamos muy pegados, y se empezó a mover despacio para no despertar a laura, Yo empecé a acariciar su pierna..y que pierna... , y a levantar aquel vestidito, ya podí­a verle la pequeña tanga que traí­a puesta. En eso cindy se baja de la cama hasta que su cara llegó a la altura de mi polla y puso su cara sobre ella, dándome un beso que me prendió mucho más. Se para y se va al otro cuarto, yo la sigo unos minutos después para que laura no se diera cuenta, al llegar al cuarto ella ya esta esperándome con una vela, ya que no se veí­a nada, y ahí­ estaba ella, acostada y abierta de piernas, enseñándome aquella tanga. Lo primero que hice fue besarle por todas las piernas, después con delicadeza empecé a quitarle la tanga, y vi aquella sabrosura, el olor me obligó a meter mi lengua y lamer hasta lo más profundo de su ser, ella gemí­a como no olvidaré jamás, y acariciaba mi pelo, ella me decí­a que ya no aguantaba, que me la cogiera de una vez, yo le daba unos chupetones como no tienen idea, entonces, empecé a lamer su cuerpo desde abajo hasta llegar a sus tetas, ahí­ me detuve a jugar un buen rato con sus pezones los acariciaba, los besaba con ternura y luego los mordí­a, ella los tení­a duros y parados... Ella puso sus piernas alrededor mio y yo la penetré. Podí­a sentir como se retorcí­a y empujaba hacia mí­, después de unos minutos en esa posición, la agarré y la puse en 4, ella sola se acomodó con la espalda arqueada parando a lo máximo sus nalgas, y entonces empecé a penetrarla y jugar mis dedos en su culo, un culo de lo mejor cerradito y bien apretadito. No lo pude resistir, saqué mi polla de aquel rincón tan cálido y empecé a meter la cabeza de mi pene en su culo, cuando ella sintió esto, se dio un parón y me dijo que no, que por el culo no, que nunca lo habí­a hecho por ahí­, y entonces la puse de nuevo en posición y esta vez la agarré de los brazos de manera que no se pudiera safar y de nuevo empecé a meter mi la punta de mi pene por ese culito. A ella no le quedó más remedio que aflojarse y disfrutar, se notaba que querí­a gritar, pero se aguantaba mordiendo la almohada para no despertar a laura, vaya que era un mega culo, y con esas nalgas... no tardé mucho en venirme dentro de ella, y entonces me detuve y la solté, pero ella me pidió que siguiera, así­ que me tomé un descanso, besándola y jugando con mis dedos en su cosita... Después de unos minutos empecé a penetrarla por delante de nuevo, pero esta vez despacio y con ternura, y entonces sentí­ como ella se mojaba, y me acordé que en nuestra platica cachonda ella habí­a dicho que su fantasí­a siempre ha sido coger sentada en una silla, y se la cumplí­... La paré, agarre una silla, me senté y me la monté arriba de mí­, entonces ella empezó a moverse con un estilo único, y cada vez con más energí­a hasta que logró tener su segundo orgasmo y que me viniera de nuevo, luego se bajó de mí­, se arrodilló y empezó a mamarme la polla como si se la quisiera comer, después de unos chupetones y unas lamidas fantásticas nos acostamos en posición de media cuchara, como ya les habí­a platicado antes, sus nalgas frente a mi polla, y nos quedamos dormidos desnudos, con mi polla entre sus piernas... desde entonces cada que se puede nos damos una escapadita y repetimos eso... Al dí­a siguiente siguió la acción en la ducha, pero eso se los cuento luego... Espero que hayan disfrutado de esta historia...