Guía Cereza
Publicado hace 15 años Categoría: Autosatisfacción 909 Vistas
Compartir en:
Sólo recuerdo que desperté en una habitación oscura. Mi ropa no estaba, me sentí­a relajada, como si hubiese dormido muchas horas. No sabia donde estaba, ni la hora. Toque mi muñeca buscando mi reloj y no lo encontré. Busqué una ventana para ver si era de dí­a o de noche. No habí­a. Sentí­ un fuerte mareo y volví­ a recostarme, tratando de entender que habí­a pasado. Lo más extraño de todo, es que no estaba asustada. Una voz en mi interior me decí­a que estaba a salvo. No podí­a comprenderlo, pero sabí­a que estaba bien. Lo sentí­a. Traté de recordar que habí­a hecho en las últimas horas y no pude. Cuanto más trataba de recordar, más dolor de cabeza sentí­a. No tení­a fuerzas ni siquiera para hilar un pensamiento. Permanecí­ en la cama, desnuda, mis ojos cerrados, a lo lejos alcancé a oí­r un sonido, traté de levantarme y mientras lo hací­a, el sonido se hací­a cada vez más fuerte y más claro.. eran tambores. Al escucharlos mi cuerpo comenzó a temblar, pero no de frí­o, ni miedo. Comencé a sentir mucho calor, mi respiración se agitaba, mi cuerpo se moví­a al ritmo de los tambores. Yo conocí­a esos sonidos, ya los habí­a escuchado con anterioridad, no sabí­a donde ni cuando. Y lo más extraño era que habí­a disfrutado. Sin querer mis manos fueron recorriendo mi cuerpo, sentí­a calor, pero mi cuerpo estaba frí­o y sin embargo sentí­a la sangre pesada, los párpados se cerraban, pero mis manos no podí­an dejar de moverse. Los movimientos iban al ritmo del tambor, lento, pausado. Quien tocaba lo hací­a con el único fin de excitarme. Y yo no podí­a dejar de moverme, mi cuerpo ya no era mí­o, pertenecí­a a esos sonidos, se moví­a a su ritmo. Si el tambor dejaba de sonar mis manos se detení­an, si lo hací­a lento, así­ se moví­an ellas.. pero cuando el tambor comenzó a oí­rse con frenesí­, mis manos no dejaron de moverse, subí­an y bajaban, recorrí­an, mi cara, mis pechos, pellizcaban mis pezones, tocaban mi pubis y siguieron hasta llegar al clí­toris. Dios!! Que sensación... No podí­a respirar, mi cuerpo temblaba, mis gritos eran amortizados por las paredes y yo seguí­a cayendo en un abismo, pero ya nada me importaba. A lo lejos escuche el sonido de la puerta al abrirse, durante unos instantes sentí­ miedo.. pero después no me importó. Él se acercó a la cama, lo sentí­ a mi lado, era él...lo noté por el olor..., podí­a sentir su mirada recorriendo mi cuerpo, siguiendo el movimiento de mis manos. Intenté abrir mis ojos pero no pude. Quise hablar, pero de mi boca solo salí­an gemidos. Sabí­a que estaba acercándome al final y querí­a concentrarme y él querí­a verme llegar. Se arrodilló junto a la cama y pude sentir su respiración. Seguí­a sin verlo. Su boca estaba cerca de mi oí­do, sentí­ su lengua deslizándose por los pliegues. Y ahí­ escuché su voz. Hablaba muy despacio, su voz era tan excitante...ronca...ese dí­a.. y me susurró: No luches.. No busques.. No desesperes.. Solo siente. Fue en ese instante que sentí­ un fuerte orgasmo, me escuche gritar y me di cuenta que la habitación olí­a a sexo. Cuando todo a cabo, sentí­ una mano en mi rostro, fue recorriéndola lentamente con un dedo, cuando llegó a mi boca, cambió su mano por sus labios y me besó. Fue un beso tierno, de entrega. Dejó mis labios y lentamente fue recorriendo con su lengua mi cuello hasta llegar al oí­do. Cuando llegó a el, sentí­ que se le formaba una sonrisa y fue en ese preciso instante cuando volvió a hablarme y dijo: Bienvenida Amor...bienvenida...
Publica tu Experiencia

🍒 Pregunta Cereza

“Lo más excitante que me han hecho sin quitarme la ropa…” A veces lo más erótico no necesita piel desnuda ¿Qué fue lo más excitante que te hicieron sin tocarte directamente? ¡Cuéntanos!

Por favor, selecciona una opción antes de enviar tu voto.


Nuestros Productos

Love Shot

CEREZA LINGERIE $ 99,900

Babydoll

MAPALE $ 81,900

Luigi'S Dream

CEREZA LINGERIE $ 228,900