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Cordial saludo amigos cerezas, a continuación, se van a deleitar con mi verdadera narración de los hechos que condujeron a comerme a una sobrina de mi esposa de nombre Sandra. Hace algún tiempo vinieron a nuestra casa procedentes del departamento del Cesar, una sobrina de mi mujer y una hijastra mia,con el objeto de pasar vacaciones en Bogotá. Ambas muchachas de 24 años aprox. Se instalaron en nuestro hogar. Un sábado que fue organizado un bazar en nuestro barrio, y después de que tomamos algunas cervezas los cuatro en compañía de mi mujer. Sandrita estaba muy contenta bailando con algunos asistentes , ya de regreso con mi mujer y su hija descuidadas, le solicite un besito a la rebuena de Sandra y me lo dio, en fracción de segundos, me puse contento porque para mis adentros pensé que la iba a coronar. El día llego cuando me quede solo en la casa con ella pues habían salido a comprar lo del almuerzo, las otras dos mujeres. Sandrita tiene unas piernas y un busto demasiado provocativos para hacerme el sano, ella en la cocina colocando algunas ollas, se veía apetitosa con su bonita cara, su juventud, labios gruesos y carnosos, era la tentación en pasta. Procedí a besarla, ella trato de rechazarme pero cedió, le extraje por encima de la blusa, sus dos enormes y redonditos senos y comencé a chupárselos con ganas inmensas. Ella me dijo que eso es pecado, pero yo con palabras la tranquilice, y así subimos a una habitación en el segundo piso de la vivienda, despojo con nerviosismo a Sandrita de la falda y sin quitarle el panty, como desesperado inicie un concierto de lengua en la vaginita de Sandra sin piedad, hasta el puto de que ella al principio fingió indiferencia ,pero en medio del ajetreo me cogió de las orejas y me atraía con fuerza hacia su húmeda y ya descolorizada chochita debido a la succionada cruel que recibía de parte mia.Procedi a penetrarla motivado con la gran erección que tenia en ese momento y que me hacia sentir que el pene estaba ya a punto de arrancarme los testículos de raíz por su fuerza tirantez. La azote una y otra vez, .su cara enrojecida , labios dilatados y palidos,me animaban a darle con mayor intensidad pues también sus quejidos me decían que estaba gozando sin limite. Con sus ojos agrandados me mira y me dice, cuidado me lo echa por dentro, comprendí en en el acto la posibilidad de embarazarla, y entonces después de otras embestidas, con valentía y coraje en el momento de la eyaculación se lo extraje con rapidez de su mojada vaginita, roceando de semen su vientre, senos y una parte de su mandíbula pues la presión con la que salió despedido fue caliente de verdad. En ese instante golpearon a la puerta, en una fracción de segundo comprendí lo apremiante de mi situación, me coloque de afán el pantalón y la camisa metí los interiores en mi bolsillo, me arregle el cabellos y baje la escalera para abrir ,cuando mi mujer y su hija entraron ,trate de poner cara de seriedad entre nervioso y asustado, y tratando de agarrar mi pene aun ercto,con la mano entre el bolsillo para que no me delatara. O sea ese polvito de afán lo recuerdo aun con mucho amor y morbosidad.