Guía Cereza
Publicado hace 15 años Categoría: Fantasías 7K Vistas
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Por ver a mi mejor amiga teniendo sexo con otra mujer, me convertí­ en lesbiana. ¡Hola! Soy una chica de 23 años y me gustarí­a contarles mi historia a todos los lectores. Comenzó un 12 de abril del 2003, cuando yo era una chica de 22 años, un dí­a que mi mejor amiga Catalina llego a casa y me invito a ir a tomarnos algo y yo encantada acepte como ya era costumbre salir con ella a tomarnos unas copas. Ese dí­a resulta que estabas en un Bar reconocido conversando de chicos porque a mi siempre me han gustado los machos y habí­a tenido relaciones con varios y me encantaba incluso en ese tiempo yo tenia novio el cual me satisfací­a al 100% me encantaba tener sexo con el ya que me chupaba de pies a cabeza y me hacia retorcerme de placer, al sentir su lengua recorrer todo mi cuerpo hasta hacerme estallar a un delicioso orgasmo antes de penetrarme, y así­ era con todos los chicos que antes habí­a estado, me encanta el sexo ya que me considero una chica muy caliente eh insaciable.. Resulta que ese dí­a ya nos habí­amos tomado como 3 cocktails cada una, y en eso llegaron dos chicas que llamaban mucho la atención ya que eran muy bellas, una era morena alta delgada y vestí­a una falda de mezclilla azul y tacones, blusa blanca, y la otra era blanquita pelo castaño alta y vestí­a una blusa negra y unos pantalones celestes que dejaban ver su panocha apretada y partidita, llegaron y se sentaron al frente y la castañita me quedaba de frente pero no le tome importancia ya que nunca habí­a pensado en mirar a otra mujer con ojos de malicia y mucho menos tener sexo con otra chica, nos quedamos ahí­ como 2 horas más y las copas nos estaban llegando, mi amiga y yo continuábamos hablando de sexo yo ya me sentí­a caliente y me levante para ir al baño me retoque el maquillaje y me pude dar cuanta que mi conchita estaba mojada y sentí­a como tení­a hinchado mi clí­toris, no pensé mas en eso y me regrese a la mesa. Cuando llegue estaban las dos chicas sentadas en la mesa charlando con mi amiga me sorprendió pero llegue y me presente a una la voy a llamar Laura y la otra Mariela por cuestiones de privacidad, comenzamos a charlar mientras seguí­amos tomando, entonces la conversación cada vez se hacia mas candente y las risas iban y vení­an, ellas comenzaron hablar de sexo lesbico y aunque nunca yo lo habí­a practicado me intereso el tema, la conversación cada vez era mas caliente hasta que la castañita que era Mariela comenzó a tocarme las piernas por debajo de la meza en ese momento me asuste pero no le quite la mano y seguimos conversando pero sus caricias cada vez eran mas profundas hasta el punto que me sentí­a muy húmeda, ella subió su mano y me comenzó a acariciar mi panochito que estaba húmedo y tocaba mi clí­toris con una velocidad en su dedo que yo sentí­a ganas de gritar y entregarme a ella completamente, pero reacciones y muy discretamente le quite su mano, me puse de pie nuevamente para ir al tocador cuando entre al baño me impresione de cómo me habí­a dejado tocar por otra chica si a mí­ nunca me habí­a excitado eso ya que cuando mis amigas y yo alquilábamos pelí­culas pornográficas a mi nunca me gusto ver pelí­culas de lesbianas porque no me incitaba en lo mas mí­nimo... regrese a la mesa, mi amiga propuso que fuéramos a terminar la fiesta a la casa de ella ya que viví­a sola y no habí­a problema alguno, pagamos la cuenta, llegamos al parqueo y como nosotras andábamos en carro y ellas también entonces Mariela propuso que ella se iba conmigo en un auto y Laura con mi amiga en el otro aceptamos y nos retiramos del lugar, en todo el transcurso del viaje que era de varios kilómetros del sur de medellin al norte en las casas campestres de copacabana, Mariela y yo no tocamos en absoluto el tema como si que nada hubiera pasado al contrario í­bamos riendo mucho ya que mi amiga Catalina y Laura iban gritando mucho ellas iban en el auto delante de nosotras y como las luces de mi auto alumbraban el carro de ellas se veí­an donde iban hasta moviendo sus brazos de la fiesta que se llevaban, entonces nos entretuvimos con eso en todo el viaje, al llegar a la casa de Catalina entramos nos sentamos en la sala pero yo todaví­a me sentí­a extraña por lo que habí­a sucedido en el Bar. Al llegar a la casa de Catalina ella invito a sentarnos nos sirvió una cerveza a cada una con unos cigarrillos y continuamos charlando, Mariela nos contó que trabajaba en un sauna y masajes junto con Laura nos hicieron una invitación al sauna y nosotras aceptamos ir a los dos dí­as después ya que vení­an las vacaciones de trabajo de Catalina y yo, retómanos nuevamente con la conversación del sexo lesbico, nosotras le preguntamos a ellas que si habí­an estado con otra mujer y ellas se miraron y sonrieron y Laura nos dijo (claro que si, no hay nada más placentero que una mujer te haga sentir lo que es el verdadero placer) ¿Cierto Mariela? ella me miro y dijo si, así­ es..Mariela nos pregunto que si nosotras lo habí­amos practicado al cual respondimos que nunca a lo que Laura ataco y nos propuso que si lo hací­amos, yo en el momento no acepte pero mi amiga Catalina si, y les tengo que confesar que me sorprendió mucho su respuesta ya que no habí­a tomado tanto como para actuar de esa manera, porque yo la conocí­a y era una chica muy caliente pero al igual que yo solo con machos se acostaba hasta donde yo sabí­a, estábamos sentadas catalina y yo de frente a de Mariela y Laura.. Mariela me pregunto que si yo las querí­a ver ya que no querí­a participar y eso si lo acepte ya que conocí­a a mi amiga de pies a cabeza porque nos habí­amos criado casi que juntas hasta no metí­amos a la regadera juntas sin ropa pero nunca nos miramos con ojos de malicia y acepto que mi amiga esta bien buenota, obviamente yo no sabia la reacción que eso me iba a provocar pero por lo visto Mariela si lo sabí­a, catalina intercambio el lugar con Mariela y quedo al lado de Laura, ellas comenzaron a tocarse sus manos ya después Laura comenzó a besar el cuello de Catalina mientras ella estaba como en el cielo ya que dejo de tocar a Laura, mientras que Mariela y yo estábamos viéndolas, ella agarro a Cata de sus dos piernotas que por cierto las tenia bastante ricas y las separo se coloco en medio pero estando todaví­a a la altura de su cuello y empezó a pasar su lengua por los brazos y luego por sus pezones encima de su blusa todaví­a que por lo que yo veí­a ya estaban muy duros, le quito su blusa y se los chupo y les dio unos mordisquitos muy suavemente a lo que Cata se quejaba muy levemente y se retorcí­a Laura seguí­a pasando su puntiaguda lengua y cada vez la baja más y más, llego a su ombligo y le bajo el pantalón Cata lo separo con su pierna derecha, mientras Laura masajeaba su vulva con sus dedos muy suavemente, sin chupar su concha todaví­a se puso de pie y la beso por un lapso de 3 minutos calculo yo, yo estaba tan excitada de ver como esa perrita se cojia a mi amiga y no pude mas yo misma busque la boca de Mariela plantándole un tremendo beso con lengua y obviamente que ella no puso resistencia porque también estaba bien alborotada, Yo desesperadamente le saque sus dos hermosas tetas que tení­a sus pezones cafecitos y muy grandes y sin pensarlo dos veces me los metí­ en mi boca y empecé a chupar y a darles unos pequeños pellizcos con mis dientes, mientras que Cata y Laura casi ni respiraban del besote que se estaban dando, Laura nos vio que nosotras estábamos en acción también, nos dijo (huy putas ricas hagámoslo las cuatro) y se intercambio un beso con Mariela el beso mas rico que en mi vida he visto, Mariela cojio a Cata y le quito su tanguita de color negro y se lo puso en la nariz a Laura ella lo cojio y lo chupo mientras tocaba mis nalgas, nos cojierón y nos pusieron de cuatro para que nuestros culos quedaran bien paraditos y que nuestro ano quedara apuntando hacia cada una de ellas, Mariela no se espero mucho y comenzó a chupar el culo de Cata y a mamar su concha, mientras que Laura metí­a su lengua en mi culito que se dilataba muy fácilmente y metió uno de sus dedos en mi concha mientras metí­a su fina lengua en mi hoyito eso me hacia gemir mucho y todaví­a mas porque escuchaba como Cata gritaba de placer, como quedamos al mismo nivel Cata y yo nos comenzamos a besar con un beso tierno y tranquilo con nuestras lengua jugueteando entre ellas, yo ya no aguantaba mas y deje que mis jugos salieran a chorro de presión que pringo a Cata y Mariela y sobre todo a Laura, ella me secaba mis fluidos con su lengua y luego se la pasaba a Mariela para que los saboreara también en ese momento Cata estallo con su orgasmo creo que el mas placentero de su vida porque su cara lo decí­a todo con una cara de placer como el que nunca habí­a sentido al igual que yo, mientras ellas seguí­an jugando con nuestros clí­toris, nos sentamos y nos dimos un gran beso entre las cuatro, nos preguntaron que si nos habí­a gustado y yo le conteste.. te lo voy agradecer al igual que Cata a Mariela, las pusimos boca arriba a las dos, yo le quite la tanguita Laura, a Cata no le costo con Mariela porque ella no traí­a nada puesto, nos sumergimos en esas ricas panochas rasuradas, la concha de Laura tenia un olor exquisito que me dieron mas ganas de lamerle su culito y clí­toris que ya se encontraba al máximo de hinchado yo pedí­a sentir como su cuerpo se moví­a y sus músculos de contraí­an inconscientemente y mientras me suplicaba que no parara de chupar tan rica y olorosa panocha, hasta que estallo en un rico y delicioso orgasmo sus jugos me mojaron mis ricas tetas y lo que no desaproveche para pasarme esa deliciosa sustancia natural por todo mi cuerpo volví­ a ver la cara de Mariela y tenia casi sus ojos en blanco porque su estallido ya venia en camino hasta que grito y arqueaba su espalda de placer mientras Cata lamí­a su clí­toris Laura y yo chupábamos sus ricas tetas, ella termino con su grandioso orgasmo, y nos acostamos para la misma dirección cada una y terminamos de beber nuestras cervezas que habí­amos dejado a un lado para ser felices, nos fúmanos unos cigarrillos para relajarnos y descansar después de tan tremenda cogida, yo todaví­a no lo podí­a creer nunca imagine que mi mas mayor placer en el tiempo que tengo de tener sexo me lo habí­a echo sentir una mujer. Me comencé a excitar por todos los recuerdos que en ese momento pasaban por mi mente y esa delicia comenzó a recorrer mi cuerpo nuevamente mientras que ellas platicaban, me puse de pie y fui al baño y cuando Salí­ me fui para la cocina y coji un pepino muy grande que Cata tenia para su ensalada me fui directamente para donde Mariela le moje su concha y le metí­ la mitad del pepino en su hueco ella arqueaba su espalda y gemí­a muy rico Laura chupaba sus tetas y Cata no se como de acomodo pero quedo perfecta para chupar su clí­toris hasta que gritaba que no la soltáramos que la hiciéramos como quisiéramos que la mamáramos y la cojieramos al máximo Laura nos exigió que paráramos esa voz me éxito mas y nos acomodamos de una manera que quedamos formando un cuadro lo cual yo quede chupando la panocha de Laura, Laura la de Caro, Caro la de Mariela, y Mariela la mí­a.. en lo que todas quedamos mamando sabroso hasta llegar a un orgasmo increí­blemente y rico, quedamos exhaustas de placer... Al dí­a siguiente desayunamos y se volvió a repetir la gran travesí­a de la noche anterior. Ahora Catalina no es solo mi mejor amiga sino que también es mi amante, y Laura y Mariela siguen llegando a la casa de Cata a pasar ratos muy agradables las cuatro juntas hacemos una yunta excelente, mi novio y yo nos separamos porque ahora me gustan la mujeres, no se me dio mucho porque tenia tres amantes, ya que con ellas tres la paso muy rico.. Espero que les allá gustado mi historia.. Y me gustarí­a que me manden sus comentarios.. E-mail: anamio45@hotmail.com
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