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algunos lo saben, no me encuentro en Colombia por motivos de estudio, mi papá tiene un amigo en esta ciudad en la que ahora vivo y bueno me toco verme con el señor porque bueno mi papá le había enviado algunas cosas.
El día que quede de verme con el señor salí temprano en la mañana a hacer turismo más que nada pero pronto el calor asfixiante del verano me hizo desistir de mi paseo me dirigí hacia el lugar donde había quedado de encontrarme con el amigo de mi papa un restaurante muy famoso y la idea era tomar algo y simplemente esperar, me canse de esperar ya que tan solo era medio día y había quedado de verme con él en la tarde me puse a caminar por el sector y encontré un cine XXX y bueno como no tenía nada mejor que hacer y como saben soy muy arrecha pues entre.
El lugar como es habitual en la semi-penumbra nada mas iluminado por la luz de la pantalla la sala no era muy grande habían unas cuantas personas me senté en una de las butacas del final, al rato siento que alguien me mira, miro hacia atrás y veo un hombre de pie agarrándose el paquete, vuelvo a fijar mi mirada en la pantalla ya sin mucho interés para a los picos minutos volver a mirar atrás hay estaba aun él, ya de plano me quede mirándolo el me llamo con un gesto y buenoyo me levante y me acerque, me llevo a un rincón de la sala y saco su pene, su enorme pene pues no debe medir menos de 22cm y tomándome de la cabeza me agacho, era una clara “invitación” a mamársela estaba impresionada con el tamaño hace mucho no me tenía una así entre mis manos le pase la lengua por la cabeza y con la mano busco los huevos dentro del bóxer, el entendió lo que pretendía y los saco para mi eran grandes y peludos (como han de ser los de un macho no por el tamaño si no por los pelos) los lamí con desesperación y a él eso pareció encantarle ya que gimió pero a nadie de la sala pareció importarle continué mamando por un rato hasta que el me levanto me abrazo y me beso apasionadamente, luego sin dejar de besarme desabrocho mis pantalones dejándome solo la tanga y comenzó a sobarme las nalgas y hurgar en medio de ellas ya sentía sus dedos intentando entrar en mí, yo me apreté mi abrazo no tenía a donde ir su cuerpo me lo impedía me tenia para él.
Ya no era solo un dedo, pronto fueron dos y llego hasta un tercero, cuando paraba de besarme yo dejaba caer mi cabeza sobre su cuello y gemía ahora mis gemidos si habían atraído espectadores alrededor de 4 hombres nos miraban pero ninguno se acercaba, me saco los dedos y nuevamente me puso a mamar para luego volver a besarme en la boca y la cara cuando me besaba los oídos me pregunto si quería sentirla adentro, yo obviamente le dije que si, pero no sabría si podría aguantar con algo tan grande mi culo estaba apenas dilatado por los dedos, la respuesta vino pronto, me dio la vuelta me bajo la tanga, abrió mis nalgas y sentí su cálida lengua igual de traviesa que en mi boca solo que ahora en mi culito, yo no pude hacer más que poner mis manos contra la pared para apoyarme y no caerme del placer, las piernas casi que se me doblaban solas, el me lengüeteaba para luego poner especial atención a mi hoyito que cedía con facilidad a esa lengua experta, cuando el noto que estaba lista se levanto y apoyo el enorme pene yo cerré los ojos esperando la embestida pero el solo empujo el glande adentro para casi sacarlo inmediatamente y así lo hizo varias veces eso me dilataba mas y me ponía aun mas ansiosa de sentirla dentro de mí, el noto en mis gemidos que yo estaba más que lista para recibirla toda y así lo hizo me la hundió totalmente y para confirmármelo movió su pelvis en forma circular restregándome los pelos de su pubis y los huevos en mis nalgas (mmm que sensación más maravillosa)
Me agarraba el pecho mientas me la tenia adentro, corría mi cara y buscaba sus labios, así me tuvo un rato y soltándome me dijo estas listas? Sin esperar mi respuesta me tomo de la cadera y comenzó a penetrarme fuertemente de nuevo me vi sujetándome de la pared para no caerme pero esta vez para no terminar en el piso por el ímpetu de la penetrada que me estaba dando mi macho cada embestida sonaba como una cachetada los hombre que nos observaban estaban más cerca para no perder detalles de la clavada, mande una mano al abdomen del hombre haciendo que se detuviera y me corrí hacia adelante para sacarla de mi interior, y es que necesitaba un respiro la volví a poner a la entrada de mi ya muy dilatado culito y yo misma me penetre el me dejo hacerlo en varias ocasiones, yo lo hacía suavemente como disfrutando de cada centímetro pero él quería darme con toda la fuerza que le era posible me paso los brazos tomándome por los hombros y comenzó una embestida brutal yo estaba en el séptimo cielo cuando note que se corría dentro de mí, volvió a llevar mi espalda a su pecho sin sacármela me corrió el pelo de la cara y me beso nuevamente, cuando la saco me fue inevitable llevar mis dedos a mi culito y notarlo dilatado al máximo y totalmente mojado, el saco un pañuelo se limpio el pene se acomodo la ropa y salió, tras eso los hombres que nos veían también se retiraron, yo no me limpie nada solo me subí la tanga y el pantalón me encanta sentirme húmeda y sentir como resbalan mis nalgas y la tela de la tanga contra mi culito mientras camino.
Fui al baño del cine me arregle un poco el pelo y mire la hora estaba justo a tiempo para mi cita, salgo del teatro llamo al amigo de mi padre y me dice que está justo enfrente del restaurante me dirigió hacia el lugar que estaba como a una cuadra y ahí estaba el, el mismo hombre que me acababa de follar esperándome yo me acerque como si nada pensando que no podía tratarse de él, pero cuando estuve muy cerca el se me acerco y me saludo muy cordial me invito a pasar al restaurante yo no lo creía estaba realmente sorprendía, en la mesa me dijo que estuviera tranquila que él no diría nada que lo había pasado fenomenal, que él se había desocupado temprano y había decidido “quemar” tiempo en el teatro que una vez que entre me había reconocido pero no había querido decirme nada porque no sabía cómo lo tomaría.
En el restaurante solo tomamos una copa por que la esposa de el nos esperaba para cenar, me sentí tan perra esa noche compartiendo mesa con el hombre que en la tarde me había hecho tocar el cielo y el cual era el causante de un dolor que se confundía con gusto que provenía de mi ano, con su mujer y sus hijos, y los dos actuando nuestros prefectos papeles de recién conocidos.