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En muchas ocasiones me han preguntado que se siente tener sexo conmigo y la verdad es que siempre les he dicho que para saberlos pues tienen que tenerlo, que yo solo puedo hablar desde mi perspectiva, pero hace poco un amigo me dijo que él quería que escribiera nuestro encuentro en el blog a lo cual yo le dije que por que no mejor lo escribíamos desde el punto de vista de él, me dijo que nunca lo había hecho, pero lo convencí para que lo hiciera y que luego yo intentaría darle un poco de mi estilo para finalmente publicarlo. Así que acá va este encuentro escrito un poco por los dos.
Primero les diré como es José (no es su nombre verdadero pero es el que usaremos) tiene 48 años, no es muy alto ha de medir 1,72cm, es gordito, moreno, velludo, no es Brad Pitt pero tiene ese algo que me gusta, tal vez es esa imagen de macho costeño que tanto me enloquece. Esto a moda de introducción ahora será el quien continúe.Primero les contare un poco acerca de quién soy yo bueno no mucho por aquello de que alguien pueda “descubrirme” y es que soy casado y tengo hijos ya grandes que saben usar muy bien el internet, bueno como ya dijo Camila soy de la costa, tengo 48 años, me dedico al comercio por lo cual viajo frecuentemente a Bogotá aprovechando eso soy asiduo a ciertas páginas de contactos personales y en una de ellas fue que encontré a Camila, le escribí por curiosidad pues su perfil decía que le encantaba complacer a los hombres sexualmente en todo, eso y una sugestiva foto me animaron a contactarme con ella, le escribí saludándola y haciéndole conocer mi interés ella se tardó en responder pero finalmente lo hizo y luego de un par de correos me dio su msn, no sé porque pero había algo en ella que me excitaba y el hablar aunque fuera por msn me ponía muy arrecho y claro más arrecho después de leer su página e imaginarme que yo podía ser uno de esos hombres, ella siempre se mostró dispuesta a complacerme lo único que me pidió fue tener las cosas claras, por eso no tenía ningún problema yo quería probar y quería hacerla mía, además en Bogotá me quedaba en el apartamento de mi hijo mayor que vive en la ciudad por motivos de estudio y que claro casi siempre está solo, coincidencialmente estuve en Bogotá para un fin de semana largo, Camila no saldría de la ciudad y mi hijo si, así que todo se daría a la perfección para el encuentro.
Nos vimos un sábado en la tarde mi hijo no es muy desordenado sin embargo yo había pasado la mañana poniendo el apartamento a punto, cuando el portero anuncio la llegada de Camila le dije que la dejara pasar no era mucho lo que había visto de ella solo algunas fotos que tenía en su página, habíamos hablado por teléfono, ella tiene una voz de consentida que me encantaba, pero no había visto nunca su cara una de las condiciones de ella, que solo le vería la cara personalmente, así que al abrir la puerta seria el momento decisivo, pero no fue mucho lo que vi ella venía con un suéter de capota que no dejaba ver mucho me saludo secamente y me pregunto por el baño, yo la acompañe, ella entro y cerró la puerta, todo iba sucediendo tal y como lo acordamos, yo mientras tanto coloque algo de música la verdad es que no sabía que música poner así que deje el reproductor en la emisora que estaba sintonizada y tome una cerveza de la nevera, ya casi terminaba de beberla cuando se abrió la puerta y hay estaba ella por fin ante mí, es verdad lo que ella decía no era la más hermosa pero tenía mucho que me arrechaba podía ser una compañera de la universidad de mi hijo, su pelo negro suelto, maquillada solo un poco y sus labios rojos resaltaban, vestida con una blusa que casi pasaba por un vestido muy corto que acompañaba con una minifalda negra que apenas se insinuaba bajo la blusa y cuando dio el primer paso pude notar lo corta que era la falda que dejo ver que traía medias de ligero, afortunadamente no traía tacones pues Camila es alta y yo pues más bien no, yo me levante y ella comenzó a caminar hacia mí con esas piernotas que no podía dejar de mirar cuando estuvo frente a mí me empujo y caí sentado nuevamente en el sofá ella se hizo a mi lado, cruzo la piernas y la minifalda se subió aún más, ninguno de los dos decía nada yo solo la miraba ella tomo una de mis manos y la llevo a su rodilla de ahí yo tome el control deslicé mi mano por su muslo hasta su nalga suave, ella se echó un poco más para adelante permitiendo que mi mano llegara al medio de sus nalgas y me topé con el hilo de la tanga, la tome de la mano y la levante le pedí que me modelara me hizo un par de poses y se dio la vuelta la minifalda era minúscula le daba casi que a mitad de las nalgas, se agacho y pude ver la tanga negra y como el hilo se le perdía entre las nalgas no aguante más y la hale más cerca de mí, así de espalda, las nalgas de Camila no son muy grandes pero son firmes, suaves las separe y ahí se veía su culito apenas cubierto por la tela de la tanga la senté sobre mis piernas y le bese el pecho a lo que ella respondió abrazándome, restregando su culo contra mi paquete y besándome el cuello mientras emitía pequeños gemidos, mi verga hace mucho estaba dura y ahora ella me la sobaba también con las manos, se levantó y desabrocho mi correa y luego el pantalón mientras yo me quitaba la camisa.
Cuando quede solo en pantaloncillos me puse de pie y ella se arrodillo quedando a la altura de mi pene, me bajo la ropa interior y paso mi pene por su cara, para luego lamerme los huevos, que sensación maravillosa así que me volví a sentar y abriendo las piernas deje que ella se diera gusto, me chupo los huevos de una manera deliciosa cuando los dejo bien mojados continuo con mi verga, que manera de mamar hacia mucho que no me lo mamaban de esa manera, mientras ella me la mamaba yo estiraba mis brazos y con los dedos jugaba en su culito y de paso aprovechaba para hundírsela en la garganta a Camila que aguantaba hasta que yo sentía que se estaba quedando sin aire y la liberaba.
Luego volvió a colocarse sobre mis piernas yo la agarraba por todas partes y ella solo gemía como señal de aprobación le rosaba la verga en medio de las nalgas aun con el contacto del hilo de la tanga se sentía maravilloso, ella corrió el hilo y mi verga deslizaba perfectamente ella estaba lubricada, saber que se había preparado a todo nivel para mi hizo que la deseara aún más, seguía rosándole mi verga y de vez en cuando empujaba la cabeza contra su hoyito, si bien ella se mostraba dispuesta a dármelo yo sabía por experiencia que no sería sencillo, y es que mi verga es gruesota mi mujer al igual que mis novias de juventud solo me dieron el culito la primera vez pero luego nunca quisieron repetir la experiencia pues decían que les resultaba muy doloroso, y bueno ustedes saben que el culito tiene algo que lo hace muy apetecible así que me acostumbre a pagarle a mujeres para poder hacerlo, pero ahora estaba con Camila que con cada geste me pedía que lo hiciera.
Y aprovechando lo dispuesta y que ya estaba lubricada acomode mi verga y se la mande, ella dio un brinco y se levanto fue a su bolso por un recipiente y deposito parte del contenido sobre mi pene y en su culito y volvió a la misma posición, estábamos pecho contra pecho, ella con mi pene en sus manos guiándolo a la entrada del culo, dejo caer un poco el peso de su cuerpo y la cabeza entro sin mucho esfuerzo, había entrado lo fácil, porque mi pene es como una flecha a medida que se acerca a la base se hace más grueso, por su cara se notaba que lo estaba disfrutando y yo la deje sabía que para que funcionara las cosas tenían que ir a su ritmo ella dio unos cuantos sentones y de pronto ya subía y bajaba por toda mi verga eso si muy abrazada a mí y emitiendo unos gemidos cada vez más altos, la abrace con fuerza impidiendo sus movimientos quería disfrutar la sensación de tenerla toda adentro y sentir como su culito apretaba mi verga, así estuvimos un rato mientras la acariciaba y la besaba hasta que logre que su respiración de nuevo se normalizara, le pedí que se levantara y volviera a cabalgarme pero esta vez de espalda quería ver como se comía toda mi verga, quería ver como esta mujercita lo hacía solo por placer, como se entregaba a mí, ella se levantó me dio la espalda corrió de nuevo el hilo de la tanga y tomo con su mano mi verga que en ningún momento había de estar tiesa la dirigió de nuevo al culo y comenzó a descender suavemente sobre mi verga, ver como se me la comía era realmente excitante, hasta que sus nalgas chocaron con mi vello púbico y ella reacciono haciendo círculos con su cadera, me toco pedirle que parara porque no quería venirme aun, ahora ella sentada en mi verga su espalda contra mi pecho, y yo susurrándole al oído lo dichoso que estaba de tenerla, de poder hacerla mía, ella se levantó y se acostó en el sofá boca arriba elevo sus piernas y corriendo la tanga me ofreció su culito una vez más estaba totalmente lubricado, enrojecido y a mi disposición coloque sus piernas sobre mis hombres y procedí a penetrarla lo hacía fuertemente las embestidas que le daba sonaban como cachetadas su culito dilatado era una maravilla totalmente adaptado a mi verga la recibía gustoso.
Luego de esto la lleve a la cama, la acosté boca abajo y yo encima se la deje ir hasta el fondo una vez más ella comenzó a apretar el culo provocando mas placer para mi casi que me costaba sacarla de su culo y ese nuevo juego me encanto, luego la volteé quedando los dos de medio lado la penetraba suavemente mientras la besaba y veía como una mujercita de la edad de uno de mis hijos se retorcía de placer con mi verga, ella volvió a tomar el control ahora yo me encontraba acostado en la cama boca arriba y ella encima mío cabalgándome y usando mi verga de montura, que manera maravillosa, la tenía toda adentro su pelo iba y venía mientras sus manos se aferraban a mi pecho fui imposible controlar la derramada y ella lo sintió pues ceso sus movimientos por unos segundos como para confirmar que de verdad me había ordeñado y una vez estuvo segura de eso continuo su cabalgada que no paro sino hasta que sintió que mi pene perdía firmeza se dejó caer en la cama, era extraño ahora que estaba despeinada, sudada y poco maquillaje le quedaba, sus ropa revuelta la sentí más mujer, yo la había hecho mujer, la abrase y comencé a acariciarla, una vez más termine con mis manos en sus nalgas y con mis dedos explorando el ahora maltrecho y mojado culo mi dedo entro con mucha facilidad ella opuso algo de resistencia pero cedió a mi capricho comencé a dedearla mi dedo entraba y salía con facilidad por la buena lubricación que había puesto ella y claro por todo el semen que había descargado yo, la acción de mi dedo entrando y saliendo de ese culo hizo que el semen abandonara el interior de Camila para escurrir por sus nalgas, e ir a parar al edredón ya pagaría luego el lavado ahora quería disfrutar a mi mujercita y casi sin darme cuenta mi verga volvía a estar dura, me senté en la silla del escritorio y Camila se sentó en mi verga una vez más me cabalgaba pero ahora quería ser yo el que la dominara quería darle duro comérmela como nunca nadie se la hubiera comido que se acordara de mí, la puse a cuatro patas en el piso y la penetraba fuertemente la tomaba por los hombros y la penetraba con toda la fuerza de la que era capaz ella solo gemía, me anime a darle nalgadas a las cuales ella no protesto y con más confianza aumenté también la fuerza de mis nalgadas, las marcas rojas de mis golpes eran cada vez más notorias en las blancas nalgas de Camila verla y saberla tan entregada a mí me excitaba era mucho más de lo que cualquiera había hecho antes conmigo, sacaba mi verga solo para ver como palpitaba su culito ante la ausencia, y volvía a penetrarla con vigor, nuevamente sentí como salía disparado el primer chorro de leche que se lo deje adentro pero inmediatamente saque la verga y apunte a su cara, ella abrió la boca algunos chorros cayeron dentro de ella pero la mayoría fue a dar a su cara ella se arrodillo y yo le golpeaba la cara con la verga tratando de escurrir las ultimas gotas de semen una vez termine me senté, ella se levantó volvió al baño y para cuando volvió a salir estaba tal y como llego, de nuevo se despidió secamente y salió del apartamento.
Cuando ella se fue me dio algo raro, como arrepentimiento pues la verdad nunca me había planteado estar con una chica como Camila pero bueno la arrechera me llevo a probar, a ver qué pasaba pero la verdad es que no creí que fuera a pasar de una mamada, y acababa de disfrutar como nunca ella se me había entregado como nadie en la vida y me había gustado mucho, luego de una ducha y apartar lo que tocaba llevar a la lavandería me conecte al msn a esperar a Camila, ya en la noche cuando pensé que no se conectaría apareció y estuvimos hablando de lo que había pasado y bueno desde entonces hemos mantenido contacto no nos vemos tan seguido como me gustaría porque ella siempre anda ocupada y porque tampoco me queda fácil cuadrar las cosas a mí, por eso cada vez que nos vemos le doy verga para que se acuerde de mi hasta la próxima vez que nos veamos.