NOCHE EXHIBICIONISTA (POR CLAUDIA)

Estábamos mi esposo (Anécdotas) y yo de vacaciones en Cartagena, la tarde la habíamos pasado en la piscina tomándonos unos tragos y en la búsquedade un hombre que me hiciera estremecer. Esa nunca es tarea fácil, Había unos franceses cerca de nosotros que después de coquetearlos resultaron ser una pareja gay.

Subimos al cuarto anhelando que la noche nos trajera algo de emoción sexual. Me puse una pinta atrevida, de minifalda y un topcito, y decidimos que seria noche sin cucos.

Tomamos un taxi y vi como mi esposo se apresuraba a subirse de primero y sonrío, claro entendí de una Quería el quedar detrás del conductor, para que yo quedara a la vista de su enorme espejo. Entre de tal forma que no se me viera nada, pero al seguir por la avenida comencé tímidamente a abrir las piernas y olvidarme que no tenia nada debajo. Es increíble el efecto que puede uno lograr; El taxista, se olvido de la carretera y estaba pegado al espejo retrovisor.

Llegamos a un elegante restaurante y fui al baño a ponerme nuevamente unos diminutos cucos blancos totalmente transparentes, la víctima seria el mesero y mas tarde todo el grupo cubano que amenizaba la noche. Ellos por un momento se olvidaron de cantarle al publico del restaurante y se dedicaron a mi, mientras yo sensualmente cruzaba las piernas y muchas veces las dejaba semi abiertas para deleite de ellos. Inclusive cuando mi esposo se paro al baño recibí una servilleta con un teléfono que utilizaría el día siguiente.

Salimos del lugar y nos dirigimos a Mister Babilla, los que lo conocen saben que uno se para en la barra para bailar, en el camino le pedí al señor del taxi si dejaba cambiarme ahí. Traía en mi bolso un vestido aun mas atrevido que dejaba ver un pronunciado escote y que me llegaba ras con apenas al calzón blanco que no me quite en principio. Así lo hice dejando mis tetas al aire mientras recorríamos la ciudad amurallada, ese hombre no sabia que hacer.

Al llegar a Mister Babilla me encontré con la ya acostumbrada sonrisa de los hombres y la mirada de revolver de las mujeres. Pero eso ya hace mucho tiempo no me incomoda.

Bailábamos, mientras recibía miradas coquetas de novios y esposos, al oído le contaba a mi pareja lo que iba sucediendo, había un tipo divino bailando y durante toda una tanda de música no hicimos sino mirarnos y sonreír. Cuando vi que me señalo el baño salí y lo espere.

A los dos minutos llego y comenzamos a bailar a escondidas de todo el mundo, sin decir palabra me beso apasionadamente y bajo la mano a mi cuca, para acariciarla. Luego cada uno entro a su respectivo baño. Cuando salí una mujer lo incriminaba y desaparecieron del lugar.

Me subí en la barra para bailar y era mas divertido que mostrar los cucos y las piernas, la cara de las señoras, yo creo querían bajarme de las mechas. Un grupo de gringos se pararon debajo mío y aplaudían a ritmo de la música, comencé a seducirlos y le di la mano al mas churro para que me acompañara. Nos dejamos llevar extasiados por la música y el erotismo del momento. Mi esposo se alejo para ver mejor el espectáculo.

Alguien se acerco a los gringos y les dijo algo. Debió ser muy malo porque desaparecieron.

Nosotros al ver que había incomodidad sobretodo en las mujeres decidimos salirde el lugar.

Fuimos al hotel y vimos en la recepción a un hombre que a mi me encanto. estaba en la barra tomando solo, entonces nos sentamos en frente de el de tal manera que el pudiera verme, mi esposo me dijo casi al oído que me amaba y comenzó una pelea ficticia conmigo, y dijo duro, que todos pudieran escucharlo. Me voy a dormir!

Apenas se cerro la puerta del ascensor elhombre se acerco a mi, a consolarme y si que lo logro, estaba lista a aceptarle la invitación de subir al cuarto de el, pero no se estaba quedando en el hotel Entonces le dije que mi esposo estaba muy borracho y que no lo despertaba ni una bomba, que me diera diez minutos y lo esperaba alla.

Subí corriendo para avisarle que se hiciera el dormido, que como eran dos camas yo me acostaría en la de al lado. Mi nuevo amigo llego puntual, me encerró en el baño y ahí muy pasito comenzamos a besarnos a tocarnos y a desvestirnos. Luego por fin lo convencí de salir, mi esposo parecía muerto estaba actuando muy bien. Me penetro toda en la cama del lado, nos besábamos pasito y mas que tener sexo parecíamos haciendo el amor dos enamorados por lo suave de la situación, llegue pasito y sin hacer ruido, lo mismo hizo el, la verdad no fue el mejor tiro.  Apenas termino quería salir corriendo, el pobre temblaba del susto. Cuando se fue, mi esposo y yo recordando esa noche loca, tiramos delicioso y a las tres de la mañana volvimos a salir a aprovechar las deliciosas noches de Cartagena.