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Hace meses conocía a Manuel, aunque solo lo había visto una vez en una feria de las tantas que existen en este país. Habíamos hablado muchas veces por el msn, y no tardo en llegar el día en el cual nos dimos cita para conocernos e ir a rumbear un rato. Manuel era un hombre trigueño, de estatura normal, de torso grueso, con una gran sonrisa, alegre y dicharachero. Por cosas de la vida no nos volvimos a ver pero manteníamos contacto a través del Messenger.
Era casi media noche, y todavía estaba realizando trabajos para la U. Cuando en la pantalla del computador sale el aviso que Manuel ha iniciado sesión, esta era mi oportunidad para atrapar mi primera víctima, tenía la confianza de que no se negaría por nuestras anteriores conversaciones un tanto sexuales. Y me dispuse a iniciar la conversación...
Yo: Hola Como estas?
Manuel: Holabien y tú?
Yo: con ganas de comerte
Manuel: En serio, si quieres te vienes ya para mi casa
Yo: A esta hora no puedo salir de mi casa, ven tu y te entro a escondidas.
Manuel: No que tal nos pillen, déjemelo para mañana
Yo: Bueno… Cuando salga de la U, por ahí a las 2 te llamo para que me digas como llego.
Manuel: Yo voy a estar en la facultad que queda cerca a mi casa y te recojo donde tetienes que bajar.
Yo: Listo
Manuel: No te vayas a torcer.
Yo: de pronto mañana amanezco sin ganas jajaja. Culpa tuya que no quisiste venir.
Manuel: para que tu papá me saque a escopetazos.
Yo: tampoco… a escobazos tal vez.
Manuel: Me voy acostar que mañana tengo que madrugar.
Yo: listo, hasta mañana. Bye
Manuel: chao.
Como habíamos acordado salí de mis clases de la U y llame a Manuel, me dio las indicaciones para llegar. Y ahora me encontraba subiendo una pendiente camino a su casa, al entrar me encontré con algunos de sus compañeros de apartamento los cuales a duras penas salude, por la vergüenza de saber a lo que iba. Manuel me invito a entrar a su habitación compuesta por un closet,una grabadora y un colchón, el cual estaba muy bien tendido, y con algunos cojines pero para mi sorpresa había esparcidos condones. Por lo cual Manuel recibió mi mirada de desaprobación, pero con una sonrisa me respondió ¡no viniste a tener sexo conmigo!
Nos sentamos en el colchón, apoyados contra la pared a conversar las banalidades de la vida, después de un rato me ofreció una cerveza, a lo cual respondí afirmativamente. Al pararse me incorpore, lo abrase por detrás, y le susurre al oído que yo lo que más quería era comérmelo.
Al regresar, nos volvimos a sentar y tomamos un trago de cerveza, entonces me acerque para besarlo, besos ardientes, exigentes, cargados de lujuria. Nos comenzamos a tocar, a desnudar. Ver su pene erecto, grueso. Me excito mucho mas, deseaba que lo metiera en mi vagina, me acosté sobre la cama ofreciéndole todo mi sexo, a lo cual el no demoro en responder con penetraciones, una y otra vez, entraba y salía de mi vagina. Al ver sus primera gotas de sudor le pedí cambiar de posición, ahora yo encima.Me encanta poder ver como mi vagina se traga esa verga, que por un momento es toda mía. Pero ver su cara de excitación al ver mis senos en todo su esplendor, moverse con el vaivén de mis movimientos, me lleno de sopor y tuve mi primer orgasmo de la tarde. Lo seguí cabalgando con fuerza, hasta que sentí los espasmos de su cuerpo y sus manos en mis caderas controlándome. Por fin había eyaculado, me quede sentada con su pene a un adentro, observando su sonrisa picara, mientras contrayendo mi vagina le agradecía la faena. Me dispuse a descansar un rato pero esos no eran los planes de mi amigo del chat, vi como sacaba el condón lleno de semen de su pene a un erecto y en su lugar ponía otro. Cogió mis piernas y las puso sobre sus hombros y comenzó a bombearme, sentía como su verga entraba más profundo, después de un tiempo cansada baje mis piernas alrededor de su cintura, y podía sentir como mis líquidos corrían hasta empaparla sabana. Este hombre me había dado el mejor sexo hasta ese momento en mi vida, para mi fortuna su pene seguía erecto y con un nuevo condón. Esta vez me puse en cuatro, sus embestidas eran tan fuertes que a duras penas podía mantenerme el equilibrio,sentía como su cuerpo golpeaba contra mis nalgas y mis brazos se tensaron dando el inicio a un espectacular orgasmo, mi cuerpo cayo extasiado sobre la cama y Manuel se acerco a seguir con su cometido y al lado mío logro volverme a penetrar, a los minutos escuche como en la radio sonaba el himno nacional, y vi la oscuridad que había llenado el cuarto. Por dios ya eran las 6 de la tarde y este chico estaba imparable… sentí como su cuerpo soltaba un nuevo orgasmo. Ya liberada le di un beso y me incorpore, tome mi cerveza ya tibia y me dispuse a vestirme.Cuando el pregunto y es que no quieres más?... Y le dije… Es que tú piensas matarme o qué?... y finalizamos la tarde entre risas cómplices.