Después de que Mariana cumpliera su fantasía de estar con dos hombres al mismo tiempo, decidí llamarla para ver como le había ído en los días siguientes. La llamé y le pregunté de cómo estaba y si había sucedido algo nuevo después de lo ocurrido. Me dijo que estaba bien, me dijo que eso le había servido tanto, que tenía que contarme una experiencia que había vivido, me dijo que nos tomáramos unos tragos para contarme. Acordamos que el viernes de esa semana nos reuniríamos.
Efectivamente, llegó el viernes, fuimos a una taberna que siempre vamos porque es muy acogedora. Pedimos dos margaritas y empezamos a charlar, primero obviamente de la familia y todo lo protocolario. Ya después, empezó a contarme lo sucedido.
Todo inicia con una pequeña remodelación en el baño de una alcoba que había hecho en la terraza, para los visitantes.Un viernes, llegó Ignacio, un constructor de raza negra, musculoso y joven que era conocido del esposo de Mariana. Revisó lo que tenía qué hacer y dijo que trabajaría sábado y domingo. Mariana me contó que jamás lo había reparado, pero que ese día lo reparó bien y le miró el bulto, el cual era prominente. La muy dañada me dijo que pensó inmediatamente, debe tener una verga bien grande.
Cuadraron que el sábado llegaría temprano. Los niños de Mariana se quedaron el viernes donde los suegros porque allá estaban unos primos y querían compartir con ellos. El sábado muy temprano sonó el timbre y Mariana aún estaba en piyama, una piyama blanca, transparente que dejaba ver íntegramente sus senos y las diminutas tangas que con algo de intención Mariana se colocó.
Me continuó contando que cuando le abrió la puerta y la vióen piyama, se la devoró con la mirada. Ella le manifestóla vergüenza de que estuviera así , sino que como estaba sola, le había cogido la tarde.Decidióquedarse así un buen rato, para generarle arrechera al tipo.
El tal Ignacio no disimuló y le dijo que con todo respeto, no sabía que la esposa del patrón estuviera tan buena. Mariana le dijo que no dijera mentiras, que ella no consideraba que fuera atractiva. Ignacio le replicó que no era así, por el contrario que estaba muy buena.
Ese día me contó que se colocó una licra blanca con una blusita ombliguera y la licra era bien transparente.El tipo no hacía sino mirarla y ella en forma coqueta, cada que le llevaba jugo o agua, se mostraba para que la observara y que lo hacía en forma bien morbosa.
Ese día transcurrió así yalotro día, Ignacio llegó igual de temprano y Mariana lo recibió con una batola, igual de transparente a la del día anterior. El tipo me contaba ella, que no trabajaba tranquilo de verla.
Ese día, Mariana se colocó un vestidode licra, defondo blancocon flores de colores. Era también transparente y decidió no colocarse brasieres, cosa que se le notaran bien los senos.
Después del medio día, Ignacio llamó a Mariana a la terrazapara entregarle el trabajo, porque ya había terminado. Mariana subió, le dijo que entrara al baño y revisara bien el trabajo.
En esos instantes, Ignacio salió y Mariana revisaba el baño y el mueble de madera. De repente entra y siente que le tapa la boca con un pañueloy con el otro brazo le coge las manos y se las pone atrás en la espalda. Le dice que no grite, que ella había sido muy provocadora yla pone contra la pared. Le sube el vestido con una mano y le quita las tanguitas.Ya estando en el piso, le abre las piernasy le mete los dedos a la cuquita y empieza a masturbarla. Mariana me cuenta que entre nervios y excitación, empieza a lubricarse. De repente, eltipo, se saca la verga y empieza a tratar de metérsela. Logra meterle la cabeza. Vale la pena anotar que Mariana nohabía podido ver nada, porque estaba de espaldas, pero por lo que sintió cuando se la empezó a meter, se imagino que era una verga por lo menos bien gruesa.
En el intento de metérsela toda, le suelta las manosy ella aprovecha para sacarse el trapo de la boca. Él nuevamente, le cogió las manoscon un brazo y con la otra trataba de abrirle las nalgas para meterle le verga.
Mariana pensó, que era mejor, hacer las cosas sin violencia y le dijo entonces, Don Ignacio, pare, no haga las cosas así a la fuerza. Deje que yo colaboro. Él le dijo que no confiaba. Ella le replicó, Ignacio, usted porque cree que me colocaba esas piyamas transparentes y la licra de ayery este vestido. Se queda callado y procede a soltarle los brazos. En ese instante ella voltea y le mira la tremenda verga, que si bien es cierto, no era muy grande, unos 17 cmsde larga, si era muy gruesa. Mariana se quitó el vestido y quedó desnuda.Procedió Mariana a quitarle la camisa a Ignacioy luego le quitó bien los pantalones.
Ella le dijo que le iba a enseñar como era que se le hacía el amor a una mujer. Le dijo espera acá, yo saco algo del gabinete. Sacó una cuchilla de afeitar. Ignacio le dijo que qué iba a hacer. Ella le dijo, que le iba a enseñar como tener la verga para que se la mamaran sin problema. Le echó un poco de jabón y empezó a rasurarle el tronco de la verga, luego siguió en sus testículos.
Ya rasurado, ella se agachó y empezó a chuparle la cabeza de la verga. Mariana me decía que tenía que hacer un sacrificio para abrir bien la boca porque era muy gruesa la verga. Luego seguía chupándole y lamiéndole el tronco de la verga y terminaba en los testículos. Le chupaba bien los huevos. Ignacio le decía que doña Marina usted mama de una forma increíble. Ella le dijo, si vió que es mejor por las buenas. Ella continuó chupándole la verga por espacio de como diez minutos y mientras tanto con otra mano, se acariciaba sus labios y el clítoris. Mariana me decía que para esa época, estaba bien mojada.
Se paró y le dijo que se sentara en el sanitario. Él se sentó y ella procedió a ponerle la cuca en su cara. Ella de decía empieza a chuparla y a lamerla comocuando un gato toma leche mi negrito. Sorprendido, Ignacio, empezó a chuparle la cuca a Mariana y esta, le cogió la cabezaa ély le hacía fuerza sobre su cuca. Mariana le dijo, coja los dos dedos de la mitad de su mano y empiece a metérmelos a mi cuquita. Ignacio continuaba chupándolela cuca, le lamía el clítoris, ella con sus manos se subía la pelvis para que su gallito saliera bien.
Empezó a meterle dos dedos. Ignacio le dijo a Mariana que estaba muy mojada. Ella le decía que siguiera chupándole la cuca, le decía, lámeme el gallo por favor que estoy muy arrecha.
Ella movía sus caderas para ayudarle a Ignacio con sus dedos y con su lengua en la cuquita de Mariana. Ella me dice que llegó un instante donde sintió un corrientazo por todo el cuerpo del orgasmo tan rico que sintió. Ella se bajó y empezó a chuparle la verga nuevamente a Ignacio, y seguidamente se le sentó encima y empezó a meterse ella misma esa vergota. Ya con ella adentro, ella empezó a cabalgar, él le chupaba los senos y estaba muy arrecho. Mariana me contaba que le hacía el amor como nunca jamás lo había hecho. Ignacio le decía que era lo mejor que había sentido, que ninguna mujer le había hecho el amor así. Ella estuvo como veinte minutos cabalgando.
Al rato para y le dice que le chupe su anito. Ella coloca una pierna en el sanitario y la otra la dejabien separada. Élempezó a chuparle el anito. Ella le dijo que abriera el gabinete y sacara un aceite jhonson y le untara en el anito. El hizo eso. Luego mariana le dijo que le iba a hacer el regalo de su vida. Que le metiera la verga por el culito pero que suavemente. El empezó a hacerlo suave. Mariana me dijo que a pesar de que ella se penetra con su vibrador, esa verga era muy gruesa y siempre le causaba un pequeño dolor, pero que estaba tan arrecha que quería que se la metiera toda. Me dice que ella ayudaba moviendo las caderas. El le acariciaba las tetas, las nalgas. Estaba muy arrecho. Empezó a bombearla rapidísimo. Le subió la pierna y le daba duro, Mariana me cuenta que le dice al negrito que cuando se vaya a venir le avise que quiere tener su leche en su boca. Este inmediatamente para y le dice que está a punto de venirse. Ella se agacha y me dice que empieza a mamarle la verga, con una manolo masturba y con la otra le acaricia los huevos. Que lo hacia con tantas ganas que no aguantóy el tipo se le vino en su boca. Que quedó con la boca llena de semen.
Me dice que quedó aterrada de ver que la verga de Ignacio quedó igualita, no se puso flácida ni nada. Ella le pregunta y porque quedaste con la verga parada. Él le dice que por lo general aguanta dos polvos así. Mariana le dice que quiere entonces que le de verga en su cuquita. Se van para el cuarto y en la cama ella se acuesta, él le abre las piernas y le penetra suavemente. Ella le dice, dale duro negro, dale. Él empezó a bombear durísimo. Me cuenta que duró como quince minutos dándole, hasta que ella no aguantó mas y tuvo tremendo orgasmo vaginal, como nunca lo había sentido. Él saca su verga y se hace la paga en su estómago y cae el semen en su ombligo. Me cuenta que quedó cansada de tanto tirar con ese negro. Ella se duchó en ese baño y se vistió. Él había bajado y estaba vestido también.Le dice que el trabajo quedó muy bien. Ignacio le da las gracias por todo. Ella le replica que ojalá haya aprendido como es que se le hace el amor a una mujer, con suavidad, pasión, etc. Él le dice que muchas gracias por la lección.Y se va.
Le pregunté a Mariana que si le iba a contar asu marido. Me dijo ni loca. Le dije no será que el tipo le cuenta.Me dice, no creo, porque tiene las puertas abiertas conmigo.
Que tal lo que aprendió mi amiga, que hasta profesora se volvió.