Un dia de semana tan normal como otro cualquiera, el llegaba de trabajar del hospital en la noche, y yo llegaba a su casa de esas visitas nocturnas, me recibe  y me hace pasar a la sala, conversamos un poco, solo pasando un rato tranquilos, me ofrece  algo de beber y en el momento te digo que no,  donde una noche de películas ( como cosa rara) se confunde  entre besos y caricias, tomando todo con calma, sabiendo que somos los dueños de nuestro tiempo.

pasan y pasan los minutos, y sus manos pasan por donde una vez ya has estado, pero que hasta ese dia no se habia repetido, y tratando de seguir su iniciativa la tension se va relajando, sentir su boca recorriendo mis labios, mi cuello, llegando a los senos y donde nos dejamos llevar una vez mas ...nos vamos despojando de nuestras ropas, me quitas el pantalon y quedandote frente de mi, entre mis piernas me besas el abdomen suavemente, recorriendo toda mi cadera, pasando por los muslos e inevitablemente llegando a mi vagina. Todavía tenia la panti puesta asi que empezo a tocarme encima de ella, su respiración, sus movimientos hicieron que quedara completamente mojada

De la nada se levantoy agarro un vaso que contenia hielo, coje un pedazo de hielo y se lo mete en la boca, con sus labios helados me besaba la boca, el cuello. Luego me pasaba ese trozo de hielo en mis hombros, entre los senos y allí te detuviste para pasarlos por los pezones en forma circular lo cual me exitaba mucho. Te los metiste a la boca y empezo a lamerlos y besarlos, y mientras tanto ese trozo de hielo seguía bajando por mi abdomen, caderas y tu recorriendo con tu lengua lo que dejaba el hielo...

ya quedando completamente desnuda , pasaste lo que quedaba del trozo de hieloy lo pasaste entre mis muslos hasta llegar al clítoris lo cual me hizo reaccionar un poco porque se notaba la diferencia de temperaturas, ya que yo estaba toda caliente, pero fue disminuyendo a medida que pasabas tu lengua por el clítoris mientras poco a poco ibas bajando el pequeño trozo de hielo por mi vagina intentando introducirlo cada vez mas, y cada vez que lo intentaba introducir mas, me miraba a los ojos, me gustaba sentir el hielo adentro de mi y sentir que se derretia, como si el hielo me estuviese quemando pero con existencia de placer, colocaste tu pene sobre mi vagina fría y caliente a la vez y lo pasabas de arriba hacia abajo e intentando meterla a la vez, hasta que por fin la siento dentro de mi y ahí fue donde termino de empezar la noche….

Continuo cuando continúes el 1 relato. Hay q llevar secuencia jaja

Y yo también te quiero a montones