....Pero le dije que si! Contra todo pronóstico hablamos como hasta las 11 y quedo de recogerme cerca de mi casa a las 12 en punto de la noche, describió su carro, me dio las placas y yo describí mi ropa, y así sucedió, nos encontramos de forma puntual, yo estaba a punto de tener mi primer contacto sexual con un hombre, eso seguiría cambiando mi vida.

Salí de mi casa diciendo que iba a una fiesta, él llegó puntual, a dos cuadras de mi casa me recogió, subí a su auto que no era un auto muy moderno; no le había preguntado antes su edad, pero estaba en sus 40, se veía limpio, bien cuidado. Cuando subí a su auto tenía la pantaloneta en las rodillas, y con la mano izquierda cogía su verga, yo lo salude y le dije –“venís ya entonado no?”

El solo me saludo, me dijo que venía excitado pero que si yo quería el pararía, yo solo le pedi que nos fuéramos de ahí, sentía que, a pesar de la soledad de las calles, todo el barrio me estaba viendo, reconociendo y enterándose de lo que yo estaba haciendo.

El paró de tocarse, pero no subió su pantaloneta, yo podía verle la verga ya flácida, larga, no muy gruesa pero al fin y al cabo una verga. Era la primera vez que miraba un falo con algún tipo de deseo y curiosidad… Confieso que sentí ganas de tocarlo, pero no me atreví, solo esperé al avance de unas cuantas cuadras y le dije que se parqueara. Cuando lo hizo me pregunto que si quería que se masturbara o que si me gustaría hacérselo a él, muerto de miedo, preferí lo primero.

Después de una buena erección, el se estaba emocionando y quiso tocarme por encime del Jean, a lo cual no accedí quizás por nervios; en ese momento se detuvo como disgustado pero antes de que dijera alguna palabra yo, con mi mano izquierda tome su verga y seguí moviéndola sin mucha habilidad, pero con esmero.

Tomado del volante él solo miraba al frente y miraba hacia abajo y luego trataba de tocarme de nuevo, lo detuve una vez más, él me pregunto que si no me gustaría que me masturbara y le dije que quería una cosa a la vez, para sentirla para vivirla para disfrutarla. Mientras tanto yo  seguía con su verga, sentía como él se estremecía y le gustaba. Empezó a lubricar de manera profusa y presentí que estaba cerca de venirse, después de unos cinco minutos de silencio mío y gemidos de él, me detuve sin avisar, le pregunte que si estaba por venirse, y me dijo que no, lo cual me animo a hacer lo que hasta ese día era la locura más grande que había cometido, me agache y puse su verga en mi boca, me olio extraño y me supo muy raro pero me gustó, me excitó y sentí su lubricación y me la metí toda en la boca, le di como unas cinco o seis chupadas con mucho deseo,  sentí que se le iba a estallar y el me aviso que se iba a venir….  La verdad, sentí que me juagaba el todo por el todo y pensé en no quitar la boca de ahí, pero me dio miedo, no sólo de lo que diría él sino de lo que diría yo de mi mismo….sólo aparté mi cabeza y él se vino de manera abundante sobre el volante, sobre su vientre, sobre su ropa y enseguida el grito de placer no se hizo esperar.

El me miro con agrado, me pregunto que si quería que me lo hiciera el a mi, le dije que no, le pedí que me llevara a donde me recogió y así lo hizo, en el camino y en los días siguientes quede pensando en esta experiencia, pensando en el placer, pensando en como hubiera sido si dejo mi boca en su verga y en que seria rico que me lo mamaran. Se abrieron nuevas curiosidades, ya quería mas.

Esto era nuevo para mi.... Yo sentía que no me gustaban los hombre, que me gustaban y deseaba las mujeres pero que el sexo con hombres era diferente y placentero.