A celebrar: Santa Fe campeón

Durante el partido mi esposa Claudia se tomo varios ron con Coca Cola para animar el rato y los nervios de poder volver a ver a mi santafecito campeón después de tantos años.

Al terminar el partido nos sentíamos eufóricos y la casa nos picaba, tomamos el carro con rumbo a el parque de la 93 a seguir la celebración. Llenamos dos vasos de Ron bien cargaditos para Claudia y comenzamos a pitar por las principales vías de Bogotá.

Al llegar al parque había un tumulto de personas desconocidas, pero parecíamos amigos de toda la vida. Nos abrazábamos como se abraza uno con el mejor amigo.

Había tres muchachos universitarios, calculo yo de unos 24 años hechos en el gimnasio y de caras muy bonitas, según Claudia. Comenzaron a coquetear con mi esposa casi descaradamente. A la juventud de hoy en día pareciera no importarle, si la mujer esta sola o acompañada. Ademas la euforia del triunfo y unos traguitos perdonaban todo.

Los abrazos ya no eran tan sencillos como al principio, los tres jóvenes se turnaban para amacizar a Claudia y los besos ya no eran en la mejilla, sino andeniados. Casi en la boca. Hasta que a uno de ellos se metió un trago de Ron en la boca, y se lo paso a Claudia saboreando sus dulces labios. Cosa que puso celosos a los otros dos, que exigían su derecho a hacer lo mismo.

Claudia les dijo que si pero que esta vez sin Ron, cada uno le dio un beso largo y apasionado. Por supuesto ya comenzaban los curiosos a murmurar y a hacernos sentir señalados. La harina y la espuma estaba por todos lados, estábamos hechos una porquería.

Les pregunte si querían ir a nuestra casa a tomarse un Ron y celebrar. Y los tres dijeron que les parecía súper la idea.

En el carro le dije a uno de los muchachos que se hiciera al lado mío, y deje a Claudia en medio de sus nuevos amigos. Por el espejo retrovisor y en los semáforos vi que la fiesta ya había comenzado en el asiento trasero del carro.

Llegamos a la casa y propuse un baño múltiple, de ellos tres con Claudia, para retirarse toda la harina que traían en los cuerpos, se miraron asombrados de tanta generosidad del marido cachón y empezaron a retirar la ropa de Claudia y la de ellos también.

Me sorprendió que todos la tenían parada, pues normalmente en estos casos los nervios, la ansiedad y la excitación mental juegan un papel importante y bloquea a los mas jóvenes. Pero esta vez no. Claudia se puso de rodillas y saboreo lentamente cada uno de estos deliciosos postres que tenia a su lado. Quede impresionado, y confirme mi teoría que ahora los jóvenes vienen mejor dotados que los de nuestra época.

Se metieron a bañar los cuatro y a através del vidrio empañado alcance a ver como todos se querían comer a Claudia, eran seis manos encima de ella, pero parecían dos docenas. Vi manos por todos lados, unos tocaban sus tetas, otros la cuca y otros acariciaban esa piel suave y firme de Claudia.

El baño fue corto y salieron los cuatro en bola. Claudia se disculpo un momento, pues su vanidad le exigía arreglarse el maquillaje y peinarse un poquito. Los jovenes se pusieron los boxer y bajamos a la sala a servir unos tragos, poner música y hablarles de que estuvieran tranquilos. Que a mi me gustaba verla con otros y que las vergas la enloquecen.

Claudia se demoro como veinte minutos, yo tenia miedo que todo se enfriara, pero al verla bajar con un cortísimo vestido rojo en honor a esa hinchada Santefereña, Botas súper altas , muy bien maquillada y unos diminutos cucos supe que la fiesta hasta ahora comenzaba. Su esplendoroso cuerpo pedía a gritos sexo, mucho sexo.

Comenzó a bailar con uno de ellos muy sensualmente, dejándolo tocarla por todo el cuerpo y besándose apasionadamente, los demás disfrutábamos mirando como Claudia le metía la mano entre los Bóxer y sacando la verga al publico cuando triunfalmente la sintió por fin toda parada, comenzó a besarla de arriba abajo lentamente mirando provocativamente a los otros dos muchachos, invitándolos con la mirada a unirse a ellos.  Claudia quedo semidesnuda poniéndose en cuatro y enseñándole toda la raja a otro de ellos. Este se animo a ponerse un condón y arrodillado la penetro en cuatro sin ningún esfuerzo. Me imagine como estaría de lavada mi esposa en ese momento. Ahí fue cuando el que faltaba para unirse a la fiesta se la saco para que ella también se la mamara, a veces separadas, a veces las dos en la boca, mientras el que estaba arrodillado seguía cabalgándola como loco.

A parir de ahí, todo fue sexo, besos, caricias, mamadas, doble penetración, y muchos gemidos de placer y llegadas multiorgasmicas. aveces uno solo haciendo el amor, otras veces dos tirando como locos y algunas veces los tres; Torpemente queriendo hacer lo mejor posible algo que nunca habían hecho ni se imaginaron hacer.

Cuando se fueron Claudia y yo hicimos el amor, pero ella estaba exhausta y me dijo que ya no podría llegar mas, Igual no me demore mas de tres minutos, pues con ese show quede a punto de explotar

Nota: A los que no saben de Claudia y sus aventuras. Los invito a leer nuestros relatos.